Compañeros/ Yoonmin

Estas a salvo Jiminnie // Yoongi

Su pecho había comenzado a doler, su cabeza por igual, su lobo interior estaba aullando con desesperación y no sabía que demonios pasaba con él y consigo mismo.

La tristeza por el desplante de Jimin, había pasado un poco gracias por el juguetón de su amigo Hoseok, quien no había parado de jugar con él desde que llegó a su casa y eso lo hacía sentir liviano, como una pluma.

—Me duele el pecho —dijo hacía la nada, pero Hoseok pudo escucharle claramente.

—Son los achaques de la vejez —Hoseok bromeó, sonriendo un poco entre divertido y preocupado por la mueca adolorida en el rostro contrario.

—Siento que debo ir a algún lugar.

Su lobo interior estaba arañando y rasgando profundamente sus entrañas, dolía tanto que se sentía al borde de las lágrimas, una terrible preocupación se había instalado en su pecho, no quería morir joven y de un ataque al corazón producido por su caprichoso lobo interior, que se estaba comportando como un cachorro.

—Estas aburrido, lo siento —escucho la profunda voz de Hoseok y sabía que estaba un poco herido.

—Y-Yo no... —iba a seguir excusandose,  pero Hoseok le interrumpió con un extraño chasquido de dedos que le sacó un poco de honda.

—¡Ya sé! —exclamó repentinamente feliz —. Hay una fiesta de antiguos compañeros en mi anterior instituto, ¿Quieres ir?

—Sí.

¡Es verdad!

Hoseok no había asistido al mismo instituto que él, ya que sus padres atravesaban un momento de tensión económica en aquellos tiempos, le había hecho muchísima falta porque siempre estudiaron juntos, pero supieron afrontarlo todo con ayuda de nuevos amigos. La verdad sea dicha, la fiesta sonaba divertida, pero, no quería ir, no conocía a nadie además de Hoseok en ese lugar y se sentiría extraño; estaba a punto de negar, cuando su lobo comenzó a arañar con más ahínco en su interior y lo obligó a decir que sí quería ir, en contra de su voluntad humana.

Llegar al lugar no fue complicado y de hecho, estaba demasiado cerca del hogar de Hoseok que se sorprendió al sólo haber caminado unas 6 cuadras para llegar. En las puertas del instituto había un cartel con enormes letras que decían algo sobre estrellas, no le dio importancia y se dedicó a seguir su camino tras Hoseok, quien se detuvo para ver lo que pasaba en aquel círculo de personas, pues se veía que la estaban pasando muy bien entre bromas y risas.

—Vamos a ver que pasa —invito a Yoongi, que sentía un aroma familiar salir de entre aquel tumulto de personas y con curiosidad camino tras él, con el olor haciéndose cada vez más fuerte y agrio, el dueño de seguro tenía muchísimo miedo.

Al estar cerca, pudo notar como sometían a alguien, exactamente al chico que estaba comenzando a reinar en su corazón. Jimin tenía un zapato entre medio de esos dulces labios que en secreto admiraba e inconscientemente deseaba besar. Su lobo interior deseaba matar a ese maldito que se atrevió a hacer algo en contra de su alfita, quería, deseaba dejarlo reducido a nada y entonces con toda la furia del mundo y siendo está la primera vez que estaba de acuerdo con su animal interno en días, caminó y gritó con todas sus fuerzas:

—¡Dejen en paz a ese chico! —Al ver que los del círculo retrocedían, tomó en brazos a un inconsciente Jimin y con ayuda de Hoseok lo sacaron de aquel terrible lugar —. Vámonos de este inmundo lugar — rugio con furia, y volteaba a ver a aquel que había mancillado a su lindo chico —. Pagarás muy caro lo que le has hecho a Jiminnie —"Mi Jiminnie"  pensó mientras su lobo interior gruñia salvajemente en dirección al bravucon que tenía al frente.

Vio como el hombre abusivo retrocedía con un aroma que dejaba en claro su estado. El cobarde sentia temor de él, pero no se tocó el corazón al hacerle daño a su Jimin.

—Voy a darte una paliza de acuerdo a cada golpe o morete... —dijo Yoongi que por sobre toda la furia que sentía en su cuerpo, lo penso muy bien antes de decir que el chico que cargaba entre sus brazos era suyo —, que mi amigo tenga en su cuerpo.

—Tranquilo —suplicó Hoseok al ver como Yoongi después de meses perdía la paz que había ganado siendo amigo de aquel tierno alfa que llevaba en sus brazos —.  Hay que llevarlo al hospital, se ve muy mal.

Entonces Yoongi olvidó su rencor y odio hacia aquellas personas y volteó a ver a su lindo chico, quien tenía su bonito rostro destrozado y sus lindos labios partidos.

—Mmm —se quejó Jimin tratando de abrir los ojos.

—Shh —calmo Yoongi —. Estas a salvo, Jiminnie.

Y con su ahora consciente destino en brazos, Yoongi camino al auto y con Hoseok fueron al hospital.

NOTA.

Mis cielas, hay una nueva historia en mi perfil, se llama:

Por cierto, ¿Quieren una dedicatoria para el próximo capítulo?

Dejen su "Yo" aquí.