Jungkook el sabio y secretos //Yoongi

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Su estómago cosquilleaba constantemente al ver de cualquier distancia al alfa de sus sueños, en una sensación sublime de deseo por tomarlo entre sus brazos y darle todo el amor que tenía guardado en su corazón.

¡Dios! No era un Omega, pero por Jimin estaba dispuesto a viajar cualquier travesía, para encontrar a un brujo que lo convirtiera en uno por el inmenso amor que le tenía a su chico.

—Estas actuando como un tonto nuevamente, hyung disque responsable —dijo Jungkook con una sonrisita de lado, pues sospechaba que su predicción de hace unos meses, ahora era más real que nunca.

—¿Qué? —preguntó distraído —.  Yo. Tu tal vez... bueno, pueda que hayas tenido razón por primera vez en algo en tu vida.

Vio a Jungkook morder su mejilla interna y luego pasar la lengua humectando sus labios, mientras dirigía un vaso de vodka a estos para tomar un sorbo y luego decirle:

—Lo sé, siempre tengo razón —dijo altivo y sintiéndose superior, pues, nadie en el mundo podía descifrar a la roca andante que era Min Yoongi, sólo él —. Además, es bueno saber que está bien y que eres un humano normal experimentando sentimientos normales en un ser vivo.

"Normal"

¿Por qué Jungkook repetiría la misma palabra dos veces en una oración?

Sólo esperaba que no sospechara de quien era esclavo su corazón y todo de él por completo.

—Soy una persona, es obvio que algún día iba a experimentar estas cosas —dijo, encogiendose de hombros, mientras escuchaba los murmullos divertidos de Jungkook.

—Hyung, eres una cosa pero barbara
—Le dijo, palmeando con mucha fuerza el hombro derecho, sacándole un gemido de dolor —. Ni que te hubiera dado tan fuerte.

—Eres un conejo salvaje —reclamó a su amigo que debería ser un poco más delicado por ser un Omega, pensamiento que así como llegó a su mente, se fue, pues era obvio que la sociedad ahora trataba de que todo tuviera igualdad de casta y género aunque aún habían algunos que no creían que estos fueran capaces de hacer algo más que sólo abrir las piernas y criar cachorros —. Kookie
—vergonzosamente su lobo interno chilló de impotencia al llamarlo por su nombre y como humano se sintió un poco cohibido por ello.

—Tienes problemas, ¿cierto? —entonces comprobó que Jungkook le conocía demasiado bien, muchísimo mejor que cualquier persona. También, tal vez influía el hecho de que cada vez que se sentía muy pesado, iba a desahogarse a la estrella polar, en donde Jungkook ofrecía sus servicios como acompañante  —. Puedes contarme lo que sea, hyung, soy todo oídos y una tumba cerrada que ocultara tus más oscuros secretos.

Eso le dio ternura y a la vez un poco de risa, las ocurrencias de Jungkook a veces podían hacerle oĺvidar hasta el más fuerte de los dolores que portara.

—Todo estaba bien, hasta que mencionaste lo de la tumba. Muchos dicen eso y terminan delatando todo o al menos eso pasa en las películas —le dijo con un tono burlón, porque Yoongi también tenía sentido del humor.

—Eres un anticuado —dijo Jungkook moviendo su mano como si estuviera espantado una mosca, para quitar importancia al asunto  —. Aun así, creo que deberías contar lo que pasa por esa cabeza tuya, para poder liberar algo de lo que te aflige.

—Lo que tu quieres es escuchar un buen chisme.

—Bueno... —Se encogió de hombros.

—Papá quiere que encuentre a alguien para casarme, no se que hacer

—Tienes un Omega, ¿no? —sugirió Jungkook —.  Porque no creo que hayas venido a pedirmelo a mí —dijo riendo divertido —. ¿O sí?

—Eres hermoso, Jungkook —halagó al Omega pelinegro —, pero no eres mi tipo.

—Lo sé, tu tampoco eres mi tipo —la sonrisa de Jungkook era tan sincera que incluso se sintió un poco ofendido  por lo salido de la boca del Omega —,  no se me dan los tipos fuertes ó mejor dicho, no se me dan los alfas.

Yoongi quedó en shock, ¿A qué se refería Jungkook con eso último? ¿Era homosexual? Ahora estaba confundido, porque el trabajo del Omega era ser prostituto, ¿cierto? Entonces, ¿Cómo hacía para llevar a cabo su trabajo?

—¿Co-como así?

¡Genial! Jungkook era la segunda persona que le había hecho tartamudear de forma vergonzosa desde que nació y se sintió muy ridículo por eso.

—Me gustan los de mi misma casta, señor homofobico —le molestó, sintiendo como Jungkook picaba con sus largos dedos, sus costillas, pero claro, todo en broma —.  Soy gay.

—¿En serio? —murmuró sorprendido, pues no imaginaba a Jungkook de esa forma, pues este también solía bailar sensualmente en el tubo de ese bar al que frecuentaba para olvidar sus problemas.

—Sip —Jungkook parpadeo muchas veces y sonrió viéndose muy adorable, haciendo que la duda creciera en Yoongi —.  Si te preguntas por mi trabajo, pues, atiendo a Omegas que buscan escapar de su triste realidad. Te sorprendería la cantidad de personas que vienen aquí a olvidar y al mismo tiempo ser libres de todas las estupideces que la sociedad piensa que son anormales, cuando el amor es lo más normal y hermoso de este mundo tan podrido en el que vivimos.

Tanta razón en el apasionado discurso de Jungkook, le hicieron caer en su realidad, una en la que por estar enamorado de Jimin, un alfa al igual que él, le hacía caer a ambos en los tontos prejuicios que la sociedad imponía ante los demás. Pero había decidido que sería fuerte por el mismo y que siempre y cuando caminara de la mano de su alfita todo estaría bien y lucharían por lo que estaban construyendo lentamente.

—Tienes mucha razón, Jungkook —fue lo que pudo decir mientras tomaba por completo de su caso de vodka y se ponía de pie para irse a su casa, después de todo, debía estudiar para los exámenes que llevaba haciendo desde que inicio la semana y por la cual no había podido ver a Jimin y darle mucho amor —. Yo también creo que el amor es hermoso.

Y  se fue, dejando a Jungkook con una sonrisa llena de duda y diciendo —. Este es un tonto enamorado.





Compañeros/ YoonminWhere stories live. Discover now