Como mantequilla, lo sabes, lo sé // Jimin

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—Bésame mucho, alfa —dijo con un pequeño toque mimoso en su voz, dejando entre abiertos sus labios, dispuestos para su lobo alfa.

—Y-Yo —era algo increíble de ver, las rojizas mejillas de Yoongi, el leve temblor de sus manos al tocarle el rostro y su pequeño susurro tartamudeado que le decían que este también anhelaba la unión de ambas bocas, que estaba ansioso por completarlo tanto como él, ambos deseaban sentirse y poseerse, pero el juego apenas comenzaba. Cuando Yoongi se acercó a su boca, él aún estando enloquecido y deseandolo por completo, se separó —. ¿Qué haces? —escucho la desesperada pregunta, quedándose quieto esperando y volviendo a esquivar el contacto cada que este se acercaba —, déjame besarte —para su sorpresa, Yoongi emitió un corto chillido producto del desespero y las ansias por tomarle.

Jimin se sentía en el cielo, el profundo aroma cítrico de su alfa inundando el departamento, ahora ya no con la mezcla agria del enojo y la tristeza, sino reemplazada por el placer y la desesperación.

—Te quiero —susurró en el oído de Yoongi, bajando mimoso su rostro hasta esconderlo en el cuello tibio y lleno del concentrado aroma de alfa, al que tanto se había acostumbrado en sólo un año y meses de conocerse, dejó un tierno besito en la pálida piel cálida y subió dejando un camino de besos y lámidas cortas hasta llegar a la mejilla —. Te quiero mucho -y en la mejilla de Yoongi, frotó la suya en un mimo gatuno que no iba para nada con su león interno y cuando llegó la hora de juntar sus bocas, nuevamente se volvió a apartar.

—Mi... mi —Yoongi balbuceaba palabras inentendibles, pero aún así no se alejaba de su toque y disfrutaba de sus caricias.

—Te quiero muchísimo —Jimin no sabía hablar sucio, pero podía sentir como sus palabras surgían efecto en el cuerpo contrario y quiso experimentar algo —. Te amo, alfa —hablo con voz de alfa, sintiendo como Yoongi se deshacía en sus brazos como la mantequilla. Con un poco de maldad picando en su sistema, dejó salir un poco de su aroma y se acercó de nuevo al oído de su amado —. Enloquece para mí.

Y esta vez si unió sus labios en un beso abrumador, que aunque los hacía sentir en el cielo, también sentían que podían bajar e ir al mismo infierno de lo calientes que estaban y porque no era correcto estar amandose y entregandose a un ser de su misma casta, pero, ¿Por qué sería incorrecto si lo que había entre ambos era amor, sólo y puro amor?

Jimin ya no podía pensar que el amor que sentía por Yoongi, fuera algo de lo que sentirse avergonzado, en cambio, solo podía pensar en como amar mucho mas a su lobo y demostrarselo de una forma en la que nadie pudiera decir que todo era mentira.

¡Lo amaba!

Sus huesos, alma, corazón y todo lo que había en él, lo habían aceptado... ese era su alfa, él que se derretia bajo su toque y gemia con cada chupada que daba a su corta y rosada lengua, el que se dejaba amoldar como la arcilla entre sus manos.

Ese era su lobo.

Su hermoso destino.

—Mimi —escucho que Yoongi volvía a decir al separarse del beso —, te llamaré de esa forma en la soledad.

¿Estaba mal que en lugar de sentirse triste por esas palabras, se sintiera más caliente que el sol de verano?

¡Dios!

Yoongi era el chico más tierno que había conocido en su vida, dejando de lado las castas dominantes o sumisas,y consideró que en vez de volver loco al alfa, él era el que estaba completamente  enloqueciendo cada vez más.

Cayendo cada vez más por la profundidad de aquellos tiernos sentimientos y la imagen más erótica antes vista, pues Yoongi estaba sacando lentamente su rosada lengua

¡Dios! Eres abrumadoramente hermoso.

Jimin tomo entre sus carnosos labios la rosada lengua de su amado y la besaba mientras se deleitaba por los gemidos que salían de boca de este. Entrelazo su lengua con la contraria, creando un sonido que pensó jamás iba a escuchar, el de dos lenguas apasionadas encontrándose y llamando a hacer algo más que simples besos calenturientos que desataban la lujuria de si mismos y las ansias en sus cuerpos por poseerse.

—Mmm —Yoongi tenía sus labios abiertos, esperando a que él atacara el tesoro dentro de aquella cavidad caliente y con sabor a caramelo. Por que Yoongi sabía a un dulce que le encantaba, seguramente había comido muchas paletas por todos los envoltorios que habían en el suelo —. Nunca me habían besado de esa forma.

Y una corriente de orgullo le atravesó, él tampoco había besado de esa forma antes y quería hacer algo más, pero aún no estaba listo para el siguiente paso aunque lo hubiera hecho ya.

Los nervios que ese beso le había dejado, no lo olvidaría jamás, solo Yoongi podía hacer reaccionar a su león interno y a él mismo.

Estaba prendado de ese hermoso alfa.

—Nunca había besado así —se confesó sintiendo un poco de vergüenza, pero tomando de la cintura a Yoongi y acercandolo a él de forma que pudiera sentir claramente lo que las sensuales acciones de este podían hacer en su cuerpo —. Eres el primero y sólo a ti te perteneceran mis besos, mis caricias y todo lo que hay en mi —dijo, tomando entre sus dientes el suave belfo inferior de su amado y mordiendolo un poco para después pasar delicadamente su lengua y por último dejar un tierno besito.

—Mmm —Jimin sintió el cálido tacto de las manos grandes y pálidas de su querido alfa, en su espalda y luego un beso en el lóbulo de su oído derecho, haciendo que sus nervios se crisparan al igual que cada vello en su cuerpo
—. Eso me convence, cariño.

—Perdona todas las tonterías que dije en la tarde -termino por disculparse
—, dije cosas malas y créeme que aunque nervioso, ahora eso no importa, porque nada se compara a tenerte cerca y sentir tu amor. Prometo no darle mucha importancia a esas cosas y ser mejor alfa para ti.

—Perdóname también tu a mi —Jimin se sorprendió por escuchar eso de boca de Yoongi, pues este no había hecho nada malo como para disculparse —. Se que eres un alfa, cariño y por eso no es necesario protegerte, porque se y confío en que puedes hacerlo y se que llegado el momento, protegeras lo que ambos tenemos.

¡Yoongi confiaba en él!

Y saber eso era lo que necesita escuchar desde que iniciaron lo que sea que tuvieran, cayendo en cuenta de que aún no le habían dado un nombre a su relación aunque esto realmente no importara mucho.

—Muchas gracias, Yoonnie —dijo, dando un besito en la frente del alfa
—. Me hace muy feliz saber eso y se que así como te amo, tu me amas a mi y por eso y-yo —la timidez entonces volvió a su cuerpo, y de repente no sabía como actuar frente a la seria y amorosa mirada del alfa frente a él —. ¿Quie-quieres ser mi novio?

¡Aaaah!

Habían ciertas cosas que nunca te esperabas en la vida y Park Jimin sin duda no se esperaba la reacción que Yoongi portaba en ese momento. Con las mejillas mojadas por una constante cataratas de lágrimas bajando por ellas, sonrojado y con una hermosa sonrisa resplandeciente en sus labios, pronto se descubrió en el piso, con un Yoongi completamente feliz repartiendo besitos en su rostro.

—Lo sabes, cariño —dijo el alfa de lobo rozando su nariz con la contraria y por primera vez Jimin sabía que decir para no arruinar nada y claro, para saber su corazón desnudo frente a aquel que había ganado por completo su amor.

—Lo sé.

¡Dios!

Todas las cosas y palabras que antes había dicho y hecho era olvidadas y ahora, las miles de opciones y puertas que la vida antes ocultaba de él, eran abiertas y podía pasearse por ellas de la mano de su alfa. De la mano de Min Yoongi.



Compañeros/ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora