Compañeros/ Yoonmin

Perdido en la autopista de la vida //Yoongi 2

¿Cuántos pasos debe dar una tortuga para llegar al otro lado de la autopista en donde se encuentra su ansiada comida, sin ser arrollada por un auto?

En la pregunta, Yoongi era la tortuga, Jimin la comida, la autopista era la vida y aún tenía la incógnita de quien o quienes serían el auto. Aunque pensándolo bien, los autos podían ser muchos y moviéndose a una velocidad muy rápida y él tendría que pasarlos a todos lo más rápido que sus cortas piernitas pudieran y todo para llegar a Jimin.

¿Porque hacía esa pregunta con ese análisis tan poco detallado?

Porque ahora estaba segurísimo de todo lo que Park Jimin le ocasionaba a su lobo interior y a sí mismo, así que ya no podía seguir negando —si es que alguna parte en él aún lo hacía— que lo amaba y lo amaba con locura.

—T-te —tartamudeo frente al espejo de su cuarto de baño —... A-amo —Y cubrió su rostro con sus manos.

Nunca había hecho algo tan vergonzoso como decir te amo, y es que antes lo había mencionado creyendo que era uno de sus miles de sueños eróticos y lindos en los que Park Jimin era el otro personaje principal, pero ahora que estaba más despierto que dormido, veía que sólo era una sensual realidad, en la que su alfita le estaba dando una de las mejores mamadas que jamás olvidaría.

La dulce sensación de las caricias de aquellas manos hermosas en sus piernas, vientre, pezones, pene y testículos, quedaría grabada para siempre en su memoria. Pues la amabilidad y sensualidad con las que estas se movían, eran demasiado para cualquier cordura que estuviera intacta en su cuerpo.

Deseaba tomarlo y poseerlo de miles de formas inimaginables para cualquier cambiaformas, pero entendía que debía ir muy despacio, pues ya había pasado un mes, desde que las actividades sexuales iniciaron y aunque el deseaba llegar al final, sabía que Jimin no lo quería hacer de esa forma, pues al llegar al clímax siempre dejaba en silencio su habitación y cuando le preguntaba al siguiente día —omitiendo algunos hechos— Jimin nunca recordaba nada y eso le rompía el corazón en miles de pedacitos.

Quería llegar a Jimin, pero este, ahora que lo reflexionaba mejor: era la comida y el auto al mismo tiempo. Y comprendió que si seguía de esa forma, jamás lograría llegar a él y nuevamente se cuestionaba todo acerca de la pregunta del inicio.

¿Quién era la tortuga?

¿Quién la autopista y el auto?

Y por último, ¿Quién era la comida?

La verdad, para simplicar todo:

"Estaba perdido en la gran autopista de la vida"