"Ojos que mienten" (Camren)

Capítulo 11

Abril 9, 2015, Era un día jueves, el cielo color gris y las calles con una pequeña niebla invadía los cuerpos volviéndolos fríos, Lauren estaba terminando de vestirse, sin ánimo alguno de vestir formal utilizó únicamente una de sus camisas manga larga blanco acompañada de un pantalón negro ajustado, abrochó los dos botones del abrigo el cual cubriría sus curvas demasiado delgadas por ahora, ella había notado su pérdida de peso, los problemas, el dolor, llamémosle que no había tiempo para comer si tu cabeza tiene sólo un pensamiento en mente. La chica de ojos esmeralda intentó maquillarse poniendo un poco de base bajo sus ojos intentando cubrir las ojeras y el contorno hinchado producto de una noche de llanto y agonía, continúo por delinear sus ojos, incapaz de crear un maquillaje de alta belleza se dio por vencida poniendo un poco de pintura de labios en su dedo anular y lo deslizó por la piel carnosa, contorneando sus labios hasta sentir un color parejo y natural, eso era todo, ahora necesitaba un rostro firme para lo que vendría.

“Okay, es esto todo, bajaras y actuaras como siempre… no te quiebres por favor” susurró las últimas palabras mientras limpiaba una rápida lágrima que había caído desde su ojo.

“Lauren, es hora de irnos” escuchó la voz de su padre fuera de la habitación mientras éste tocaba la puerta con suavidad.

“Estoy casi lista” devolvió Lauren  acomodando el débil maquillaje, se dirigió a la puerta abriéndola y salió de ahí viendo a su padre, las palabras no fueron necesarias para que Mike la abrazara con fuerza, besara su frente y luego la dirigiera escaleras abajo. No bastaron 5 minutos para  que padres e hija Jauregui estuvieran dentro del auto, sin decir una palabra se dirigieron a su destino, su padre conducía mientras su madre a un lado de él intentaba sollozar por lo bajo, 10 minutos llevaban dentro del auto, no había palabra alguna salida de los labios de aquellas tres personas… por un momento Lauren cerró sus ojos ante el silencio torturador y es que ¿De qué se podía hablar cuando sabes lo que te espera? Incluso hasta las dos de la mañana Clara aún le hablaba a su hija en un suplico pidiendo que buscara la solución, porque ella era la solución, sin embargo ni siquiera el llanto desconsolado de su madre pudieron contra la determinación de Lauren, aún cuando la imagen de su padre consolando a su esposa, aún cuando Christian y Taylor sus hermanos fueron involucrados pudieron contra lo que Lauren tenía en su cabeza, a las 3 de la mañana las luces se apagaron y Lauren estaba en su dormitorio ahogada en aquellas imágenes recientes, ahogada en sus problemas, ahogada en su decisión, ahogada en concentrarse en aceptar lo que estaba por venir. Ahora, 9 de la mañana en el auto de su padre ya habían lágrimas para seguir cayendo, no delante de sus padres, su careta de acero había podido mantenerla y a pesar de que se quebrara poco a poco no iba a sufrir delante de quienes estaban delante de ella. Los ojos de Lauren se abrieron y tan sólo unos segundos los cuales tardo en acomodar sus audífonos en sus oídos y encender su ipod terminó perdiéndose en la música.

“¿Lauren?” Interrumpió el sueño aquella mujer de melena castaña, “hemos llegado hija” susurró débilmente Clara quien acomodaba su cartera sobre su hombro, “quedan diez minutos” terminó por decir y se alejó hacia su esposo para ordenar la corbata a rayas en diferentes azules que traía sobre su camisa blanca.

“Estoy lista” susurró para sí misma, intentando convencer su mente ante sus mismas palabras, la chica pálida salió del auto guardando su ipod en el bolsillo de su abrigo negro y subió en compañía de sus padres por aquellas escaleras que parecían infinitas, un peldaño tras otro, un paso más en el cemento que la llevaría en dirección a la ruina, que irónico ¿no? todos ponemos en ejemplo que la cima es siempre algo grande, sin embargo para una persona eso también puede ser la ruina, subir cada peldaño en dirección a una sala judicial no la llevaría precisamente a cumplir sus sueños, sus deseos, sino a encerrarla en una jaula rompiendo quizás todas sus esperanzas.