Capítulo 14

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"Ha pasado una semana, la semana más larga de mi vida, mis horas de insomnio han crecido, ya no es una hora, dos o tres horas de demora en por fin cerrar mis ojos y perder la conciencia, ahora puedo estar toda una noche despierta, hoy por ejemplo he dormido 3 horas y media, hasta ahora he lavado mi cara 12 veces para que mis ojos se desinflamen, lloro en cada momento, el dolor corre por mi sangre, me siento perdida... justo ahora, han vuelto a caer, he vuelto a llorar..."

Escribió Lauren, dejó el lápiz que sostenía a un lado y con ambas manos limpio su cara, sus ojos, el dolor que podía expresar una vez más, estaba dañada, con ella misma, por los momentos pasados vividos, por la injusticia, por la vida insatisfecha que ella tenía, por la obsesión de repetirse constantemente sus errores, sus acontecimientos, por sentirse sola, por tantas razones ella sufría, por tantos acontecimientos ella se confundía, por las últimas horas pasadas, había tanto en su cabeza.

"Me pregunto si algún día toda ésta pesadilla terminará, todo el dolor que corre por mi cuerpo, mi garganta arde porque tengo un nudo en ella que extrañamente aún cuando lloro no desaparece... me siento agotada, físicamente mis ojos se cierran y no por cansancio, sé que es por todo éste problema que tengo encima, quiero salir de esto pero no puedo...

"Maldita sea" susurró para ella misma soltando una vez más el lápiz de su mano y hundió sus dedos en su pelo, sus codos permanecieron en la pequeña mesa donde estaba escribiendo, sosteniendo su rostro mientras sus ojos cerrados, derrotados soltaban lágrimas sin parar, una tras otra caían a sus piernas. "Para, sólo para por favor, deja de doler en mi pecho" eran sus palabras mientras las voces hablaban en su cabeza, mientras el recuerdo estaba más presente que el mismo presente, "Sólo deja de doler por favor, sólo deja de doler ¡Mierda!" maldijo una y otra vez.

"Señorita Jauregui, tiene usted visita" la interrumpió una voz masculina, uno de los auxiliares había estado observándola por un tiempo sin saber cómo interrumpirla de sus pensamientos.

"No quiero ver a nadie" fue lo único que dijo Lauren mientras avergonzada limpiaba sus lágrimas y sorbía la nariz.

"Tienes que verme, hija, por favor" las palabras de Clara terminaron en un sollozo cuando entró a la habitación y vio a la chica, su pelo sucio y desarreglado demostrando la falta de un baño, su ropa ancha sin poder ocultar el peso que notoriamente se había disminuido aún más, sus ojos rojos cubiertos aún de lágrimas y el brillo opaco, la oscuridad de sus ojos cuando miró a Clara expresaban el sufrimiento, el dolor de una persona derrotada.

"¡Mamá!... mamá, lo siento, mamá, lo siento" fue lo único que dijo cuando se lanzó a los brazos de su madre débilmente, sus ojos actuando de la única forma que sabían los últimos 10 días. "lo siento mamá, lo siento, lo siento" repetía una vez más mientras sus brazos rodeaban a su madre.

"Todo está bien Lauren, estoy aquí amor" susurró Clara en sollozos, la angustia de una madre claramente presenciada en medio de la escena ¿existiría dolor más grande que el de una madre cuando ve mal a sus hijos y es incapaz poder ayudarlos? "Estoy justo contigo hija, estoy fuerte para ti"

"Mamá lo siento" soltó casi ahogada Lauren una vez más, estaba sufriendo por tantas cosas y había entendido una de ellas, ella no sólo sufría por todo el daño que ha vivido los últimos años, ella no sólo sufría por sus engaños, por el engaño de su doctora que creía, ella también sufría por su madre, por su familia, porque sabía que ellos no merecían pasar por esto, ella principalmente sufría por su madre, porque ella era capaz de dar su vida por ella, porque ella siempre imaginó ayudando a su madre a ser feliz con su padre una vez que creciera, ella imaginaba ayudándole económicamente, pagando unas vacaciones a su madre por todo el sacrificio que habían hecho por ella, pero las cosas no resultaban una vez más como sus deseos imaginaba, las cosas estaban mal, sus padres aún tenían que sacrificar por ella, incluso como no lo hacían por sus hermanos, ellos tenían, debían seguir dando, sacrificando por Lauren.

"Ojos que mienten" (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora