Capítulo 23

479 22 4
                                    


"Buenas noches Camila" fue lo último que recordó decir la menor antes de dormir. A las 7 de la mañana fue despertada por una de las enfermeras de turno nocturno, quien antes de despedirse para dejar su trabajo le dio dos de los medicamentos que en ayuna debía ingerir.

"Así que, luego del desayuno debes ingerir éste, luego en la noche como lo hicimos ayer, la pastilla para dormir y eso sería bueno por hoy" habló la delgada joven.

"¿Eso sería bueno por hoy?" repitió la menor "esto es incluso demasiado para mi" se quejó genuina mientras frotaba aún sus ojos debido al sueño y su voz permanecía ronca.

"Es un proceso, recuerda que tuvimos que suspender las dosis, has de empezar todo nuevamente" explicó la enfermera. "Bien" miró el termómetro que había obtenido hace poco de la menor "Tu temperatura ya es normal, eres una chica fuerte nuevamente"

"¿Lo crees?" bufó Lauren mientras tomaba un poco de agua del vaso de plástico ofrecido.

"Claro que sí Lauren, incluso deberías salir a desayunar, fuera de ésta habitación, éste día parece un otoño vivo, lleno de cafés, naranjos, rojos y amarillos, sería una buena idea desayunar frente al ventanal de la cafetería teniendo esa vista" aconsejó la joven enfermera, de alguna forma comportándose familiar con Lauren después de ser la encargada de la mayoría de sus noches después de haber sido internada en el lugar.

"No lo sé" susurró la menor de pronto no tan cerrada a la idea, la joven enfermera de a poco le iba simpatizando, de poco su mente finalmente le ofrecía buenas alternativas a veces y le hacía creer que las cosas no estaban tan mal, incluso si tuvo que llegar al lugar. Julie, la pálida chica de color de pelo castaño claro constantemente trataba de animarla y darle pequeños consejos, era el único rostro con el que finalmente no se sentía tan incómoda ahí dentro, en cierta forma, le gustaban muchos más los turnos de noche en la clínica, cuando aquel enfermero prepotente terminaba sus horas de trabajo y en lugar de él aparecía un bonito rostro de ojos azules, para ofrecerle ayuda para una ducha o simplemente algún intento para que hablase.

"Puedo dejar la puerta abierta y no presionar el botón, yo sólo pasaré para informar tu progreso y quizás decir que decidiste dar un paseo" habló indirectamente la joven enfermera mientras ordenaba sus cosas en una bandeja con ruedas.

"Está bien" suspiró la menor "de todas formas, no hay algo más que hacer en éste lugar, yo sólo me cambiaré y asearé antes de ir al comedor"

"Eso está bien" sonrió victoriosa la profesional "El comedor está al final del pasillo a la izquierda, te encontraras con unos sillones frente a un ventanal y luego un pequeño pasillo que guía a dos puertas. Justo detrás está el comedor"

"Justo me lo has dicho unas varias veces antes Julie" gritó desde el baño la menor cuando entró "Estaré bien"

"Bien, porque debo irme, me esperan en casa" habló desde el otro lado la enfermera "Te veo en un par de días ¿verdad?".

"Nos vemos" suspiró la menor en el interior del baño cuando lavaba sus manos después de haber vaciado su vejiga. Continuó con su rostro, sus dientes para luego terminar de salir y buscar un poco de ropa. Debido al mal tiempo que había tenido ahí dentro, sabía que no tenía una gran presentación de ropa, así que decidió cambiar su pijama por un jeans azul marino gastado, un poleron abierto con gorro que era efectivo al momento de tener la necesidad de cubrir su rostro y maldijo al ponerse sus converse color negro por la falta de cordones, por supuesto no habían sido permitidos en un lugar así, cualquier objeto que pudiese ser utilizado con el fin de dañarse era quitado. "Entonces..." susurró Lauren al verse en la soledad de su habitación, queriendo no pensar de pronto en la idea que le daba éste momento sobre el por qué se encontraba en el lugar y no con su familia. "Deja de pensar" susurró para sí misma, no decidiendo demasiado cuando caminó hasta la puerta y la abrió para salir, en su mente iba repitiendo las palabras de su enfermera cuando se encontró con el final del pasillo y giró a la dirección indicada. Efectivamente vio los sillones que había escuchado y luego un pasillo minúsculo que señalaba a dos grandes puertas. No pensó ésta vez, abrió una de las puertas con algo de esfuerzo debido al material pesado de éstas, entró al lugar. Un comedor efectivamente, bastante calmado a cómo lo imaginó, iluminado debido a los grandes ventanales que mostraban el hermoso jardín y una fuente que se podía ver desde el lugar. A un costado había una barra con algunas frutas a la vista, luego pequeñas mesas de cuatro puestos por toda la habitación a excepción de un extremo en donde posaban algunos cojines grandes y sillones, en donde algunas personas al parecer bebían algo de café o té.

"Ojos que mienten" (Camren)Where stories live. Discover now