XVI. Yo soy su mate

26.8K 2.5K 277
                                    

Vacío.

El extenso salón al que me habían llevado se encontraba vacío, podía ser un lugar completamente pintoresco, pero no quería verlo como más que un lugar opaco. No me agradaba la situación. ¿Quería hablar conmigo? Por qué ahora.

Los envases de pintura se encontraban bien cerrados en una mesa blanca manchada con gotas y manchas de óleo, los pinceles alineados en la pequeña mesa redonda y los lienzos cubiertos con una fina tela que ya estaba cubierta con una fina capa de polvo. Los rayos de sol que atravesaban las ventanas me acariciaban con un calor tierno en la piel de mi cuello y brazos.

Extendí una sonrisa en mi rostro cuando el olor a óleo llegó a mí, ese lugar era muy acogedor.

Escuché unos pasos en el pasillo. Rápidamente alisé mi vestido para dar una vuelta hacia la puerta para recibir al príncipe que llegaba.

-Discúlpeme si lleva mucho tiempo esperando, he tenido un pequeño asunto que ha provocado mi tardanza.

Hice una pequeña reverencia como saludo y respondí:

-No he esperado más de cinco minutos, no tiene por qué preocuparse.

Hizo una mueca cercana a una sonrisa sin llegar a serlo realmente, sentí una corriente en la espalda que me obligó a soltar el aire que estaba conteniendo. Me mantuve en silencio esperando a que dijera algo y así lo hizo después de acortar la distancia entre nosotros con tres pasos largos, mas pesar de estar más cerca manteníamos la distancia prudente.

-Cuando mi hermano vuelve a palacio pasa mucho tiempo en este lugar, cuando está ausente nadie se asoma por aquí, así que podremos hablar con tranquilidad

-No he escuchado sobre él.

-Es mi hermano mellizo, como ve, le gusta pintar.

-Supongo que no todos tienen el don para hacerlo como se debe -comenté suavemente.

-Espero que su estadía aquí sea agradable para usted.

-Es agradable, sin embargo aún no me acostumbro a comer en una habitación. Para mis padres es importante estar en la mesa a la hora de comer-comenté intentando que llegue a la razón de nuestra conversación, pero por el contrario no respondió nada más.

Caminó hasta la mitad del salón bajo mi mirada, entonces dio vuelta lentamente y susurro: ¨Correcto¨.

Por unos minutos solo mantuvimos la mirada, que de cierta forma, era vacía. Caminé en su dirección intentando no hacer ruido con mis pasos, alcé la mirada para no avergonzarme y preguntar al fin:

- ¿De qué necesita hablar conmigo? Me parece innecesario prolongar el momento, -susurré lo último cuando vi su expresión sorprendida.

¿Acaso estaba siendo poco cuidadosa con mis palabras otra vez?

-Discúlpeme si la incomodo, pero lo que voy a pedirle no es algo que encuentro sencillo.

-Traerme aquí con tanta urgencia lo ameritaba, supongo que es algo muy importante.

-Primero necesito conocer lo que sabe, -ante mi silencio agregó más bajo - sobre la relación que tengo con la señorita Edevane.

Ahí estaba, ese fastidio que crecía en mí cuando él la protegía.

-Sé que estará comprometido con ella. Es necesario. -Nuevamente nos quedamos en silencio, podía notar que Kaseem pensaba sus respuestas, tal vez más de lo necesario. - ¿Entonces por qué me envió una carta esa tarde?

-Si soy sincero... Eso fue un impulso, precipitado de mi parte.

- ¿Se arrepiente entonces?

-Siempre habrá una parte de mí que lo haga, no porque se trate de usted, sino porque es algo que no haría habitualmente.

-Supongo entonces que traerme aquí tampoco es algo que haga con frecuencia.

-En efecto, pero la situación lo amerita.

-No estoy feliz de estar aquí príncipe Kaseem, creo que ya lo sabe; usted ha insistido mucho y el día de hoy por la mañana me di cuenta de su compañía, parece algo absurdo pero tengo la sensación de que me oculta de ella y no encuentro razones.

-No puedo pensar con claridad, -respondió un poco desesperado. -Antes le dije que creí que no existía, tengo que hacer lo necesario por el reino y nuestra manada, esto no es lo que deseaba como próximo rey.

Nuestras palabras no eran nada más que susurros en ese momento, a pesar de la tensión no podía evitar aspirar su fragancia y eso me afligía.

- ¿Qué es esto? -pregunté al aire.

Él levantó la mirada a mis espaldas por un momento, separó los labios para responder, no obstante no dijo nada. Escuchamos un conjunto de pasos en el pasillo y ese sonido fue lo único que batalló nuestro silencio hasta que se desvaneció cuando el conjunto de personas se alejaron del lugar.

-Usted sabe que no puedo casarme con usted, -mencionó de pronto.

-Lo sé, -susurré aún más bajo, -recuerdo que en sus cartas aseguró que tenía un remedio, supongo que se trata de una forma de arreglar esta incertidumbre.

-Es lo que parece ser correcto Alizze, aún guardo mis dudas, sin embargo son decisiones que tengo que tomar antes de que sea tarde...

De pronto sentí una brisa, bastante fría y al mismo tiempo suave, esperé que continuara porque ya no tenía que decir.

-Yo no puedo, ni podré hacer lo que le voy a pedir, porque no es correcto. Dado el estado en el que nos encontramos lo mejor será que usted, -vaciló -como mi mate me rechace, pues no encuentro correcto casarme con alguien si usted está aquí.

Sus palabras retumbaron en mi cabeza, de alguna forma no podía procesarlas.

Miss hombros me pesaban, todo era tan claro que me agitaba. Dio un nuevo paso hacia mí y cuando levanté la mirada solo sentí indignación.

-Pero yo soy su mate ¿Qué dice?

-Lo es; creo que no lo está entendiendo, no puedo casarme...

-Yo soy su mate -enfaticé, -pero comprendo si decide no casarse conmigo, sé perfectamente que eso no me hace la siguiente reina, sin embargo hay algo que debe recordar, no puede impedirme quererlo.

Me zafé de su lado y salí rápidamente del lugar, con un paso muy apresurado entré a mi habitación y le pedí a Drelle que me acompañara al jardín del palacio. Cuando llegamos no pude evitarlo, entre los arbustos y las flores derramé las lágrimas más tristes que tenía silenciosamente.

 Cuando llegamos no pude evitarlo, entre los arbustos y las flores derramé las lágrimas más tristes que tenía silenciosamente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Qué tal el capítulo? Yo creo que aún nos queda un recurso, la esperanza jajaja.

Me voy a dormir porque el gato que quiero no se va soñar solo.

Bye, cositas hermosas.

Corona de lobosWhere stories live. Discover now