-Yo soy su mate -enfatizé, -pero comprendo si decide no casarse conmigo, sé perfectamente que eso no me hace la siguiente reina, sin embargo hay algo que debe recordar, no puede impedirme quererlo.
Empezada el 17/05/2020
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El recorrido de vuelta a casa era silencioso, como solían serlo todos nuestros viajes. Nuestro carruaje atravesando el largo camino del bosque mientras rompe las ramas que yacen en el piso con las ruedas reforzadas que mi padre había arreglado hace menos de un mes; eso era lo único que podía escucharse.
Este era el momento en el que mis padres hablaban con la mirada entre ellos o con ellos mismos, era imposible para mí averiguarlo; y por supuesto, enseguida, yo fingía ser invisible. Pero en esta vez era lo mejor para internarme en mis propios pensamientos, sin miedo a ser descubierta de alguna forma.
Me sentía igual que la primera vez que recibía una carta suya, pero la diferencia que marcaba esa ocasión con esta, es que ahora, en un pequeño rincón temía sus palabras en reacción a mi última carta, una corta carta que no estaba segura de enviar ni siquiera ahora, ya había dado mi respuesta; no podía temer tanto, tenía que enfrentar lo que fuese que decía su carta...
Por ahora solo podía rememorar mi respuesta en la cabeza, cada párrafo que había escrito sin sopesar lo adecuado; solo estaba esperando llegar a casa pronto, lo más pronto posible y leer sus palabras aprisa.
De: Alizze Beaumont, hija de la casa Beaumont.
Para: Kaseem Cullimore, Príncipe del reino Cullimore y otros títulos.
Casa Beaumont.
Príncipe Kaseem, heredero del reino de Cullimore:
En función a su carta, entregada antes de mi partida en una situación peculiar para mi gusto, le escribo esta noche teniendo en cuenta que probablemente tarde hasta dos días en llegar a sus manos para leerla.
Puede parecer impertinente preguntar, pero no puedo imaginar razones por las que usted no esté orgulloso de enviarme una carta. Muy aparte de mis preguntas y curiosidad, en referencia a mi información respecto a su relación con la señorita Edevane puedo decir que sé más de lo que me agradaría saber, admitiendo que estoy siendo franca al punto de dejar la cordialidad. Tal vez por esa razón es que no puedo presentarme en palacio sin sentirme incomoda, por supuesto esto está más allá de mi rechazo a hablar de ello. Espero comprenda la incomodidad que me causa la sola idea de esa situación.
Por último, respecto a su sorpresa por mí y todo lo ininteligible que pueda rodearlo, espero que pueda aclarar sus pensamientos pronto y decida lo mejor para sí mismo y el reino.
Alizze Beaumont.
¿Acaso esa carta era demasiado áspera? Sí, estaba arrepentida de enviarla, incluso más que eso y es que no entendía como tuve la decencia de entregar la carta a la criada para enviarla a palacio, incluso temía que ella le revelara algo a mi madre.
¿Por qué de pronto era tan insolente? Incluso la despedida era molesta y la extensión no parecía apropiada. Tal vez su respuesta era nada más ni menos que un conjunto de regaños por tratar de mala forma al próximo rey de la corona, muy aparte de rechazar su pedido.
Usted es bienvenida a palacio, con franqueza debo decir que la espero pronto.
No, no podía, no quería volver al castillo, no pude antes, no podría ahora y no podría hasta saber dónde estoy yo para él. Que soy yo entre el reino, entre tantas damas de la corte, quería saber quién soy yo entre Effie y él...
No importaba lo mucho que doliera.
Aunque, no era necesario que doliera, no sabía todo, aún quedaba la posibilidad de que fuera simple y pura felicidad.
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Pues... Holi :D
No sé si alguien se pasó por mi tablón, en resumen lo que estaba escribiendo no me gustó, así que deseche esos capítulos, el problema ahora es que estoy escribiendo muy poco. Pero bueno eso ya es otro tema.
Las quiero mucho, buona notte, duerman bien y tápense las patas para que el demonio que vive debajo de sus camas no las jalen.
