V. Próxima princesa

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Intenté no moverme cuando Drelle ajustó el corsé, fiesta del duque de Grafton y hermano del rey por su cumpleaños se desarrollaría esa noche, la velada prometía muchas cosas y sin embargo yo aún sopesaba la posibilidad de quedarme en la habitación esa noche.

La música ya había comenzado a sonar y una sirvienta ya había preguntado por mi presencia a mi rubia doncella, necesitaba apurarme y sin embargo todo parecía indicar que no debía, por ejemplo la ruptura del lazo con el que mi doncella ataba el corsé.

-Disculpe señorita, iré a buscar otra cinta.

Me senté en la cama ligeramente rendida, miré la cítara negra en la mesa junto a un florero azul que contenía rosas rojas. La reina me había pedido tocar en la claridad del día de mañana.

El leve olor del palacio al parecer era inexistente para todos exceptuándome a mí, parecía una tonta cada vez que preguntaba y respondían que no había ningún olor con mi descripción, al parecer no podré sentir el delicioso olor cuando vuelva a casa.

Drelle volvió con un lazo y terminó de ayudarme a vestir, le ayudé a arreglar su cabello antes de que saliéramos rumbo a uno de los salones del castillo.

Mi vestido celeste con encaje y un broche rojo es lo más adecuado de mi armario y sin embargo me siento incomoda.

Cuando llegamos al gran salón noto una gran cantidad de gente, una parte de ellos está paseando por los jardines, en efecto la decoración es completamente encantadora, el salón tiene mucha iluminación y muchas parejas ya se encuentran bailando las piezas que tocan los músicos en una amplia esquina del salón.

Me dirijo hacia la reina cumpliendo mi deber de dama de compañía, unos minutos al lado suyo fueron suficientes para sentirme más cómoda entre tanta gente, hasta que de pronto la señorita Edevane se acerca a la reina con una gran sonrisa mientras ella se tensa ligeramente cuando nota su presencia, sin embargo hace un rictus de complacencia cuando Efiee está frente suyo.

-Un placer volver a verla su excelencia -saludó la joven Edevane haciendo una reverencia.

-Un gusto saber de usted querida Efiee -devolvió la reina, en ese momento éramos 4 muchachas quienes hacían compañía a la reina y las cuatro en conjunto hicimos una pequeña reverencia para saludar a la joven, por mi lado rogaba que no reconociera mis facciones.

-Mi madre le envía saludos, no ha podido hacerse presente, tuvo un dolor de cabeza y decidió ausentarse esta noche por miedo a coger una gripe.

-Qué pena no verla, en serio la esperaba, dale mis más sinceros deseos, querida.

-Lo haré su majestad, muchas gracias por sus deseos. Yo quería preguntarle por el príncipe Kaseem, he estado buscando, y no parece haber signos de él.

-Mi hijo está por aquí, el único problema es que a veces suele ser misántropo -Efiee sonrió.

-Lo sé -sonrio para sí misma -muchas gracias soberana -hizo una corta venia y se alejó de nuestra compañía, probablemente en busca de su futuro prometido.

Su alteza rotó en su eje hacia nuestra dirección con un gesto ligeramente molesto, se le notaba incómoda, todas nos miramos entre sí, esperamos un momento a que la reina dijera algo, sin embargo comenzó a caminar hacia un lugar más aislado con nosotras siguiendo sus pasos.

-Cuando somos mujeres y tenemos la bendición de concebir hijos solo deseamos lo mejor para ellos, no sé cómo puedan verlo, pero no te agrada nada que incluso algunas personas se acerquen a ellos.

-Lo entendemos majestad -dijo la muchacha a mi lado apoyando a la reina.

-Es solo que esa muchacha no es de mi agrado completo, siento que se compara con su soberana constantemente, puede parecer absurdo señoritas, pero esa joven suele intimidarme con sus talentos.

-La comprendemos su señoría, la señorita Edevane es una chica con mucha habilidad para hacer lo que una dama debe ser.

-Creo que ella será la próxima princesa de Cullimore -susurró su excelencia antes de deshacer el ambiente confidencial en un rincón rodeado de flores.

Me mantuve dos horas más al lado de la reina hablando cuando era necesario, mi intención era no llamar la atención entre los invitados, sabía que ninguno era mi pareja asignada por la luna, pedí a Drelle que se quedara disfrutando la velada en cuanto salí del salón, muchos invitados aún merodeaban los alrededores, así que me alejé lo suficiente para poder quitarme los zapatos.

Seguí mi camino sintiendo el frío en la planta de mis pies, sin embargo desvié mi camino cuando sentí el agradable olor del castillo intensificado, puse mis sentidos más agudos para no perderme detalles del olor.

El olor me llevaba a un pasillo que mostraba la luna al exterior, era un lugar bonito, hasta que noté la presencia de dos personas, supe el origen del olor en cuanto noté la complexión del hombre, quería acercarme para percibir la esencia en su máxima plenitud, pro me detuve cuando miré la persona que lo acompañaba.

Efiee Edevane.


◊◊◊


Hasta que por fin conocimos a Kaseem. Ya se habrán dado cuenta que les debo un capítulo, si, pienso actualizar en los próximos tres días, será una doble actualización así que pueden festejar.

Nos vemos en el próximo capítulo, *guiño, guiño*.

Nos vemos en el próximo capítulo, *guiño, guiño*

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