XXVI. Un príncipe sin luna

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—El placer es mío —alcancé a responder inclinando la cabeza. Solté mis manos de las suyas y fui junto a mis padres que me observaban tranquilos.

Pronto se desvaneció la atención de la gente sobre mí, unas horas después el prometido de Meril me invitó a bailar y acepté considerando que no había participado en el baile hasta ese momento.

—Discúlpeme si la incomodo de alguna forma, la verdad es que tengo curiosidad sobre usted puesto que he escuchado que es una amiga cercana a Meril.

—Eso es cierto gran duque.

—Sabe también que es humana.

—Por supuesto que lo sé —suspiró.

—Usted... ¿Acaso usted le ha contado algo sobre nuestra especie? —preguntó con un leve sentimiento de miedo.

—No sabe absolutamente nada, sabe que o puedo decirle nada. Pero debe saber que ella tiene leves sospechas.

—Es muy inteligente —expresó feliz.

—Y muy curiosa.

Sonrió nuevamente e intuí que pensaba en ella, eso también me hacía muy feliz.

—Muchas gracias por su compañía Lady Alizze —se despidió cuando el baile acabó.

—Fue un gusto conversar con usted.

—Igualmente.

Sentí como los pies me dolían y esperé sentada a que mis padres estuvieran listos para retirarnos al fin, pronto me encontraba subiendo al carruaje en el que no noté nada debido a la oscuridad hasta que comenzó a andar y lo vi.

—Sé que no esperaba volver a verme, lo siento mucho Lady Alizze.

— ¿Por qué está aquí?

—No puedo casarme mientras exista este vínculo entre nosotros

¿Acaso me estaba diciendo que no se casaría mientras no accediera a rechazarlo?

—Ya sabe mi respuesta, pierde el tiempo conmigo, no seré yo quien rompa este lazo.

—Si no estuviera en esta posición sabe que la hubiera escogido sin dudar ¿Acaso no se da cuenta de que también hago esto por usted?

—No le pido que se quede conmigo, sabe que ya es tarde. Si me niego a romper el lazo es porque no me siento capaz de hacerlo; solo pienso que debió pensar mejor cuando tomó sus decisiones, tal vez así no hubiera lastimado a nadie.

—La incertidumbre comenzaba a ser insoportable cuando no la hallé y ahora solo quiero terminar lo que empecé antes de conocerla.

—Quiere casarse con ella para hacer lo correcto, pero todos saben que ella no es su luna. —Mi voz empezaba a tornarse severa, — ¿Entonces qué será de su reputación? ¿De su prestigiosa imagen como alfa? Se convertirá en un príncipe sin luna, un heredero olvidado por la Diosa.

Por un momento tuve miedo de lo que había dicho, tuve la pequeña esperanza de que mis palabras solo eran escuchadas por la oscuridad que nos envolvía, mas su olor era símbolo de que él se encontraba ahí.

—Supongo que asumí esas consecuencias cuando creí estar solo —tocó la ventanilla dos veces y pronto el cochero se detuvo.

Noté que el carruaje de mis padres ya no estaba cerca así como Kaseem bajaba sin despedirse:

—Parece que mal interpreté algunas cosas, por un momento creí que usted era la prometida del Duque Castello. ¿Cree que pueda decirme con quien va a casarse entonces?

—Presumo que en algún momento lo escuchará entre los murmullos de palacio, su alteza. —Mentí con una molestia que no reconocía.

—Disculpe mi arrebato por necesitar saberlo.

Cerraron la puerta y alcancé a ver que subía a un caballo antes de volver a ponernos en marcha.

Sostuve mi pecho y sentí alivio al no haber sido tan débil.

Sostuve mi pecho y sentí alivio al no haber sido tan débil

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Mañana no podrá haber capítulo :(

¿Les gustó?

Espero que es siguiente capítulo les guste porque tengo un poco de miedo jajaja

Bye :)

Corona de lobosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz