Capítulo 26 Veela

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Nevra POV

Alysa se acurrucó más contra mí, mientras seguía en un sueño profundo. Acomodé mi brazo sin soltar las riendas de Shaitán para que estuviera lo más cómoda posible. Solo verla así, tan tranquila como estaba me hizo recordar lo diferente que había sido la situación hace solo un par de horas.

Haberla visto en el estado en el que estaba después de haber matado al Cazador solo aumentó el dolor dentro de mí. Verla así rompió mi corazón. Hubiera hecho cualquier cosa para evitarle a ella tener que enfrentarse a algo así.

El quitarle la vida a alguien por primera vez.

Para algunas personas era mucho más difícil que para otras y podían manejar mejor las emociones que venían después de hacerlo. Alysa no estaba entre personas y dada su naturaleza genuinamente bondadosa tampoco fue una sorpresa la forma en la que reacciono.

Aunque odiaba mucho la situación en la que se encontraba si agradecía profundamente lo que había hecho, ya que eso había salvado a mi hermana de lo que era una muerte segura.

Durante la batalla había estado tan concentrado en evitar que los Cazadores se acercaran a Alysa, que no escuche el grito de auxilio de Karenn y mucho menos hubiera pensado que mi compañera abandonaría su lugar seguro detrás de mí. Así que fue toda una sorpresa cuando sentí una fuerte oleada de emociones viniendo de Alysa, que me llevó a terminar aún más rápido con mi oponente para buscarla y encontrarme con que estaba a una buena distancia de mí, arrodillada en el suelo, vomitando y con un cadáver al lado.

Había corrido tan rápido como pude hacia ella. La batalla contra los Cazadores ya se estaba acabando y lo pocos que habían sobrevivido ya habían comenzado a retirarse, algunos feéricos se dispusieron a detenerlos, pero Valkyon y Ezarel los detuvieron ya que la prioridad eran nuestros heridos y necesitábamos todas las manos posibles para atenderlos.

Cuando había logrado llegar hasta Alysa, ella tenía su rostro entre sus manos y se sacudía hacia adelante y hacia atrás mientras sollozaba. Mi hermana intentó hablar con ella, pero no respondía, cuando me vio acercare se retiró y dejo que yo me encargara.

Le hable a mi compañera con dulzura y tacto, intente hacer que levantara su vista hacia mí, pero no funciono. La tome entre mis brazos y la acurruque contra mi pecho, Alysa se había dejado llevar e incluso la sentí apretarse más contra mí, pero siguió manteniendo sus manos sobre el rostro y soltando suaves sollozos.

Terminé recurriendo a nuestro vínculo mental. No había querido hacerlo antes porque su mente ya estaba tan llena de tantas cosas en ese momento, que no quería perturbarla más, sin embargo, fue el único medio por el que me habló, así que de cierta manera había funcionado. Recuerdo con exactitud cada palabra que me dijo cuando le pregunte que podía hacer por ella.

Haz que pare. Por favor Nevra, ya no quiero sentirme así.

Solo se me ocurrió una única cosa para cumplir con lo que me había pedido mi compañera. Decidí usar en ella un viejo hechizo de vampiros que causaba un sueño profundo en la persona a la que iba dirigida. Había usado ese hechizo antes en Alysa durante nuestra estancia en el Reino de la Sílfides cuando Cressida hizo que Alysa bebiera una pócima que la desinhibía completamente, ocasionando así que las cosas entre los dos se saliesen un poco de control cuando ella se sentó desnuda en mi regazo pidiéndome que tuviéramos sexo. Claramente yo no permití que eso pasara, no con ella totalmente drogada sin estar en sus cinco sentidos para tomar realmente esa decisión por sí misma. Pensé que esa sería la última vez que tendría que usar ese hechizo en Alysa.

Obviamente me había equivocado con eso.

Luego de que Alysa se durmió la situación fue casi fugaz. Los miembros de la Guardia comenzaron a atender a los feéricos heridos y llevarlos hacia los puestos de atención medica que habían instalado la Guardia Absenta. Había llevado a Alysa entre mis brazos todo el camino hasta la entrada del pueblo y organicé una pequeña comitiva para volver al C.G. No creía que los Cazadores nos atacarían en el camino de regreso, pero no estaba de más prevenir.

El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora