Capítulo 30 Ahora y Siempre

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Nevra POV

Alysa envolvió su pierna a mi alrededor mientras seguía dormida. Puse mi mano sobre su muslo desnudo y comencé a hacer lentas caricias ahí. Me gustaba que Alysa fuera la clase de mujer que le gustaba acurrucarse porque a mí también me gustaba. Bueno, no lo había hecho antes, pero se sentía muy bien estar así con Alysa.

Llevaba despierto un rato, pero no había querido moverme por dos simples razones. La primera es que estaba muy cómodo y calientito. El calor que desprendía el cuerpo de Alysa junto al mío era bastante reconfortantes. La segunda razón es que no quería despertar Alysa. Anoche habíamos quedado agotados y unas horas más tarde ella me había despertado porque tenía ganas de más. Creo que nunca hubo un mejor motivo para despertar a alguien durante la madrugada que ese.

Esa segunda vez que hicimos el amor, fue un poco menos duradero que la primera vez. Ambos conocíamos bien el sabor del cuerpo del otro y lo bien que se sentía estar juntos de ese modo. Yo me moría por volver a estar dentro de Alysa y ella se sentía igual. Así que, tomando el control de la situación, mi compañera se subió sobre mí y nos liberó a ambos del anhelo desesperado que sentíamos el uno por el otro. Poder ver como subía y luego bajaba para que me hundiera más profundo dentro de ella era simplemente maravilloso. Tal vez estaba adelantándome a las cosas o muy bien era la emoción de nuestra recién descubierta relación física, pero dentro de mí no sacaba la idea de que quería esto para toda la vida. Una vida junto a Alysa.

Aunque claro, si quería eso, en algún momento tendría que contarle a Alysa muchas cosas que he guardado por un largo tiempo ya. Cosas que no sé muy bien como tomará o si harán que cambie lo que piensa y siente por mí. La idea de eso me aterraba.

A estas alturas no sabía que sería peor decirle, si sobre mi pasado o aquello sobre el vínculo que he mantenido oculto desde el principio.

De cualquier manera, aun no estaba listo para esa conversación. Así que la volvería a dejar en un rincón de mi mente y no volvería a pensar en ello hasta que fuera el momento.

Sentí suaves caricias sobre mi pecho y dejé de mirar el techo para fijar la mirada en mi compañera, quien se acaba de despertar.

-Buenos días, mi amor -Sentí mi corazón latir aún más deprisa ante las palabras adormiladas de Alysa. Tampoco sabía que me gustaran los apelativos cariños, pero amaba cada vez que Alysa los usaba conmigo.

-¿Dormiste bien? -Una sonrisa perezosa se extendió en el rostro de Alysa.

-Mejor que nunca. Deberíamos de hacer esto más seguido -Me reí divertido por su comentario.

-Definitivamente estoy de acuerdo con eso. -Me moví rápidamente para ponerme sobre Alysa, sacándole una risa por mi repentino movimiento. -Podemos hacerlo ahora, si quieres

-Dios, eres terrible -Alysa seguía riéndose divertida. -Pero tu propuesta me parece muy buena idea

Y antes de que pudiera hacer o decir algo, Alysa había atraído mi boca hacía la suya para darme un beso lleno de amor y deseo. Nuevamente volvimos a perdernos en el cuerpo del otro. Demostrándonos sin palabras el mutuo amor que nos profesábamos.

***

-¿Quieres apostar? -Me pregunta Ezarel a mí lado, mientras ambos miramos la pelea entre Bastián, uno de los hombres de Casio, y Gerald, un miembro joven de la Guardia Absenta.

-Mi honor me obligaría a apostar por Gerald, pero sé que él no tiene oportunidad contra Bastián y sinceramente no tengo muchas ganas de perder mi dinero así

El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora