Capítulo 34 La Visión

245 23 171
                                    

Alysa POV

-Nosotros dos no podemos solos contra esas mantícoras -Dije retrocediendo lentamente junto con Casio, pero por cada paso que dábamos hacia atrás, las mantícoras avanzaban hacia delante. -¿Crees que puedes sacarnos de aquí volando?

-Las ramas de los árboles se están cerrando para evitar el paso -Mi vista se desvió rápidamente hacia la cima de los árboles para confirmar lo que había dicho Casio. -Este bosque no piensa dejarnos salir de ninguna manera

-¿Y entonces qué hacemos?

-Pelear y esperar no morir en el intento. -Casio me miró detenidamente y pese a que su rostro lucía en calma, sabía que estaba igual de preocupado que yo por la situación en la que nos encontramos. Debí de haberme esforzado un poco más para evitar que él viniera conmigo. -¿Crees que puedas pelear contra esas cosas?

-No seré tan versada en los combates como tú, pero puedo hacerles frente -O por lo menos eso creo.

-Intenta mantener el combate de una por una

-No creo que ellas lo permitan

-De cualquier manera, inténtalo

Asentí hacia Casio y tomé mis dos espadas cortas, una en cada mano, para enfrentarme a las mantícoras. Avance hacia la mantícora más cercana lentamente. Esta se me quedó mirando sin hacer movimiento alguno, hasta lance mi primer tajo que rajo su cara de lado a lado. La mantícora chilló y lanzó su aguijón contra mí. Lo esquive, lanzándome hacía un lado, estuvo a poco de que esa cosa se me atravesara todo el pecho.

-Si quieres matar una mantícora tienes que cortarle la cabeza

-Como si fuera tan fácil. -Podía jurar haber oído la risa de Casio ante mis palabras. Bien podía golpearlo por reírse en la situación en la que estábamos, pero estaba demasiado ocupada intentando mantenerme con vida para poder hacerlo.

Seguí esquivando los aguijonazos de la mantícora y vi de reojo como otra se iba acercando hacía donde estábamos. Me sorprendió bastante que las demás se quedaran atrás en vez de atacarnos todas al mismo tiempo, pero a lo mejor es que esas cosas no eran muy listas.

A mí lado vi como Casio esquivaba a la mantícora con la que luchaba y luego se ubicaba en su punto ciego para después cortarle la cabeza de un solo tajo. El cuerpo de la mantícora se retorció asquerosamente antes de quedarse completamente quieta.

Bien, si él podía matar a una, yo también debía poder hacerlo.

Derrape a un lado de la mantícora y use a Fobos para cortar una de sus patas. La mantícora perdió el equilibrio y volvió a chillar de dolor. Con mi otra espada, me gire antes de que la segunda mantícora llegara, y corte la cabeza de la criatura con la que luchaba. Igual que paso con la de Casio esta se retorció por unos segundos antes de dejar de moverse.

-Bien hecho. Ahora solo quedan diez

-Me alegra oír que mantienes tu optimismo -Dije y nuevamente oí a Casio reír. Pese a las circunstancias no pude evitar sonreír ante eso.

Casio y yo seguimos luchando. Logramos matar a cinco mantícoras más antes de que las muy tontas se dieran cuenta de que podía atacarnos todas a las a vez. Así que las cinco mantícoras restantes se lanzaron al mismo tiempo hacía nosotros. Aunque Casio y yo logramos mantenerlas a raya, finalmente terminaron rodeándonos por completo.

-Adiós optimismo -Me había colocado espalda contra espalda con el hombre murciélago, para cubrir todos los puntos, pero ni eso evitaría que una vez las mantícoras atacaran muriéramos o bien a aguijonazos o bien por el veneno inyectado.

El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora