El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]

Capítulo 1 Bienvenida a Eldarya

Alysa POV

-Déjame en paz –Le grite ya con mi paciencia agotada, sus ojos me miraron con súplica y arrepentimiento.

-Por favor Alysa, lo siento, yo....no pensaba lo que estaba haciendo –Ignorando su pobre disculpa, me aleje de él en dirección hacia el bosque esperando que ese imbécil no me siguiera hasta allá.

Cuando tan solo había dado un par de pasos, me agarro del brazo fuerte e hizo que volteara pera que quedara cara a cara con él.

-No te vayas Alysa, por favor...solo escúchame, por lo menos por el amor que hay entre nosotros –Si mis ojos fueran láseres Damien estaría muerto en este momento.

-Amor mi trasero. No hables del supuesto amor que hay entre nosotros, por lo menos no de tu lado, no después de lo que hiciste

-Fue un accidente –Lo mire totalmente indignada, no podía estar hablando en serio.

-¿Me puede explicar cómo es que "accidentalmente" tu polla terminó en la vagina de Susan Miller?

-No tienes que decirlo de esa manera –Contestó él algo avergonzado, me alegraba que la situación lo haya puesto así de incómodo.

-Tienes razón, podemos decir que simplemente me fuiste infiel ¿verdad? –Damien maldijo por lo bajo, no puedo creer que él en serio esté intentando que lo perdone, esperaba que las veinte llamadas y los 30 mensajes que había ignorado hubiesen sido una clara respuesta para él.

-Fui un idiota, estaba tomado y no estaba pensando en que estaba haciendo. Perdóname Alysa, sabes que te amo más que a nadie en este mundo

-Primero, sí que estabas pensando, pero lastimosamente para nuestra relación, lo estabas haciendo con tu pene y no con tu cerebro, y segundo, no digas que me amas cuando realmente no es así, después de todo, si lo hicieras no me hubiese engañado con otra chica

-Todo cometemos errores Alysa, no soy perfecto

-Sí, eso lo sé perfectamente, pero tú no solo dormiste con otra chica, sino que además me mentiste. Dijiste que ibas a ver el partido con los muchachos, que solo serían ustedes, cuando en realidad era una maldita fiesta en la que estoy bastante segura que esperabas follar a cualquier chica guapa que se te insinuase

-Eso no es así Alysa –Contesto Damien enfadado. Lo único que quería en este momento era alejarme de él y no volver ver su estúpida cara nunca más.

Estaba dolida, yo en serio quería a Damien, era imposible no hacerlo después de un año y medio juntos. Quería llorar, comerme un pote de helado y acurrucarme en mi cama. Su traición me había dolido.

-No me importa como haya sido, sucedió y ya no hay vuelta atrás

-Pero sí me puedes dar una oportunidad

-La cosa es, Damien, que no quiero hacerlo. Lo nuestro acabo, así que déjame en paz

-Eso es lo que querías desde un inicio ¿verdad? Terminar conmigo para ir a follar con otros –Abrí los ojos y fruncí el ceño sorprendida. Cuando creí que Damien no podía empeorar las cosas, lo hacía.

-Por favor dime que esa mierda que oí no acaba de salir de tu boca –Damien me miraba fijamente y sabía por su expresión que no pensaba retractarse. Negué con la cabeza aún más dolida y enojada que antes –Sí, Damien, yo solo buscaba una excusa para terminar contigo ya que quería follar con otros –Le conteste con todo el sarcasmo posible.

Damien no dijo nada, ni hizo ningún movimiento, aproveche eso para alejarme definitivamente de él. Ya en la entrada del bosque me di cuenta que no me seguiría y me sentí agradecida por ello. Comencé a caminar y me interne más en el bosque, sola con mis pensamientos me permití soltar algunas lágrimas, no muchas ya que no quería un interrogatorio de porque tenía los ojos rojos e hinchados una vez que llegara a casa.