Capítulo 49.

Magsimula sa umpisa
                                    

Soñé que tenía ocho meses y el parto se adelantaba, el dolor que sentí en el sueño fue tan real que hasta mi espalda me duele mucho ahora mismo suspiró ㅡ. Lo tendré por cesárea, ¿verdad?

Sabes que si, ya lo hablamos corazón le dió un beso en el cabello y luego lo acarició con cariño ㅡ. Y yo estaré a tu lado todo el tiempo.

Gracias, eres increíble sonrió en grande y abrazó a Namjoon con fuerza ㅡ. ¿Vendrás a comer?

Tengo una cita importate con Christian en la empresa, seguro que vendremos a comer y acompañarlos, ¿te gusta la idea?

Me encanta, ¿puedes darme un beso antes de irte? pidió de forma inocente, algo a lo que Namjoon no pudo negarse.

Tomó del mentón a su novio y unió sus labios en un beso tranquilo, sin ninguna intención de ir a más. Pero aquello cambió cuando sus lenguas se unieron, haciendo desaparecer cada detalle de ternura. Un jadeo salió de la boca de Jungkook cuando el contacto se hizo profundo y las grandes manos del mayor comenzaron a recorrer su cuerpo.

En pocos segundos, el pelinegro ya se encontraba recostado con su novio entre las piernas. Sus manos recorrían el pecho fuerte del moreno, cubierto por la tela blanca de la camisa.

N-no quiero hacerlo ahora, Namjoon dijo algo agitado, mirando a los ojos oscuros de Kim.

No lo haremos, sólo extrañaba besarte de esta forma, ¿ya te había dicho lo mucho que me encanta besarte? sus labios dejaron un beso pequeño sobre la blanca piel expuesta del cuello de Jungkook ㅡ. Y no sólo tus labios...

Jungkook gimió cuando sintió las frías manos del adulto acariciar su piel luego de levantar un poco su camiseta. Sus manos se cerraron y gimió aún más alto cuando los labios de Namjoon succionaron su piel, dejandola sensible y con una marca rojiza.

El menor deseó que su novio le diera los buenos días de esa forma de ahora en adelante.

Las mañanas de Jungkook eran tranquilas, leyendo algún libro que Namjoon dejaba sobre la mesita de noche al lado de su cama para aprender más sobre él, o luego de tomar su desayuno jugaba algún videojuego. Pero esa mañana resultó distinta, se duchó con agua tibia y se vistió con una camseta de manga larga propiedad de su pareja y su pantalón pijama de ranitas, después comenzó a preparar un buen almuerzo.

Deseaba ver a Seokjin, siempre era lindo y dulce con él y su bebé. Le hablaba todo el tiempo y le contaba anécdotas divertidas de su relación con Yoongi antes de casarse. La compañía de ese matrimonio siempre le alegraba, y más ahora que las cosas con Min Yoongi marchaban bien.

Preparó la mesa con los platos y cubiertos, luego apagó la estufa cuando vió que la comida estaba lista y se sentó a esperar. Según el mensaje de Jin, estaban a sólo cinco minutos de la casa. Se miró en la cámara de su celular y acomodó algunos mechones rebeldes de su cabello largo, tal vez debía cortarlo solo un poco.

El sonido del timbre de la casa hizo eco por toda la planta baja, anunciando que había alguien en la puerta. Se levantó mientras acariciaba su pansita sobre la tela y caminó lentamente hasta la puerta.

¡Jin, hola! saludó al ver al rubio con una gran sonrisa en el rostro.

Hola Kook, y hola bebé se inclinó un poco para hablarle a la pansita del menor ㅡ, tu tío favorito ya está aquí para contarte una gran historia, ¿te gustaría?

Cuarenta y veinte | namkook.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon