Epilogo

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Víctor caminaba hacia su habitación estirando sus músculos después de una noche de arduo trabajo, todas las reformas del reino seguían siendo tediosas, a pesar del pasar de los años aun había gente que creía que el género secundario dictaba quien era superior, sonrió al pasar por un cuadro enorme, jamás creyó que yura fuera de la idea de tener una gran familia, aunque el era feliz al tener tantos sobrinos, su pequeño hermano tenia 4 hijos hasta ahora, y le agradaba verlos cuando los visitaban, aunque habían tardado en hacerlo y confiar en ellos de nuevo, su hermanito tenía 3 alfas y 1 omega en la familia, los alfas, de 14, 13, 11 años y un omega de 9 años, que a esa edad tan corta era un rebelde que trataba de escaparse siempre de la sobreprotección de sus hermanos y padre, y yura solo alentaba más ese comportamiento enseñándole también a luchar a su pequeño hijo, y tácticas de escape. 

Estaba demasiado cansado y deseoso de llegar a la cama y dormir el resto del día, y no despertar hasta el día siguiente, creía que se merecía dormir todo lo que quisiera, cuando paso por un ventanal las sirvientas estaban corriendo las cortinas, haciendo que maldijera al sol por brillar tanto cuando sentía que un pequeño rayo de luz lo haría cenizas.

Ya se imaginaba durmiendo cuando paso por la sala de estar escuchando un sollozo, al acercarse pensando que algo grave estaba pasando, se quedo de pie en la entrada al ver al japonés haciéndole una seña de que se ocultara, mientras sobre su regazo lloraba un joven omega con un kimono completamente manchado de algo que parecía pintura o jugo, no podría decirlo con claridad.

Yuuri, solo le hizo una seña de que continuará para seguir consolando al joven omega que lloraba, Víctor suspiro notando que al pie de la escalera se encontraba su hijo, su descanso tendría que esperar, suspiro pensando en que tal vez era hora de "la charla", hizo un movimiento con su cabeza indicándole a su hijo que lo siguiera. 

caminaron escaleras arriba para llegar a uno de los balcones, necesitaban aire fresco y un poco de privacidad pero sin verse en un ambiente demasiado serio.

- ¿podría saber que paso?- pregunto Víctor a su hijo notando que esquivaba la mirada culpable, no podía culparlo aun era apenas un niño de 15 años, y además era un edad difícil.

-solo...- empezó nervioso pero sin mirarlo todavía- quería hablar con el, pero me puse nervioso y yo solo le tire encima mi jugo y hui, es que... él me gusta mucho y no puedo evitarlo

-es tu destinado, pero recuerda que aun no están comprometidos, están en un periodo de prueba donde deben conocerse y decidir si quieren estar juntos

-se supone que debemos estar juntos, es mi destinado, el me gusta, y si lo marco el tendría que vivir conmigo- respondió en un puchero

-deja de ser un niño!- dijo Víctor molesto por las palabras de su hijo- recuerdas la ley ¿cierto? esta prohibido marcar un omega sin su permiso, bajo pena de muerte

Víctor vio molestia y arrepentimiento en la cara de su hijo, cerro los ojos un poco frustrado, debía decir la verdad, la historia no podía repetirse de nuevo

-aun eres un niño y creo que esto solo es un comportamiento infantil, pero aun así debes saber esto

-¿saber?- pregunto confundido

-nuestra historia..- dijo Víctor- de tu padre omega y la mía 

-no necesito saber sus cosas- dijo haciendo una cara de asco, haciendo a Víctor sonreír levemente

-¿tu sabes por que estamos juntos?- pregunto Víctor

-por que son destinados, y se aman- respondió sin dudar

ERES UN INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora