Capitulo 35

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Yura jalaba insistentemente a Yuuri hacia una de las salas de té, mientras este se dejaba arrastrar un poco, aunque la verdad era que no quería hacer nada y prefería estar durmiendo en su habitación y aprovechar ese tiempo libre.

– ¿podrías decirme ya de que se trata? – pregunto Yuuri cansado de caminar

– solo aguanta un poco ya casi llegamos – le respondió el rubio sonriendo algo que le inquietaba un poco a Yuuri

Al llegar a la sala por fin entendió de que se trataba todo eso, Yuuri no pudo evitar sentirse contento, mientras se acercaba rápidamente para abrazar a la persona que se encontraba sentada en uno de los amplios sillones

– Phichit!! – dijo emocionado – pero ¿Cómo?

– Seung fue invitado a la celebración de mañana – le sonrió – pero como le insistí pidió permiso para verte antes

– oh por dios –dijo mirándolo detenidamente – ¿ya nació? – Phichit le sonrió para asentir

– es un varón – dijo para volver a sentarse – esta con la niñera ahorita, después iremos a que conozcas a tu sobrino

– espera – dijo Yuuri cayendo en cuenta de lo raro de la situación – ¿después? ¿de que se trata todo esto? ¿yura?

– le pedí de favor que viniera a resolver algunas dudas sobre el parto – dijo el rubio sonriendo – las cosas están listas– dijo señalando una mesita con dulces

Yuuri miro la mesita de bocadillos, dulces bollo rellenos estaban en una bandeja, se le hizo agua la boca, pero antes de acercarse lo pensó nuevamente, ¿cosas listas? No podía ser ¿o sí?

– por favor dime que no trataras de explicarme de nuevo con comida – suplicó, suplica que no fue escuchada al ver a Phichit sonreír

*******

Ahora Yuuri reposaba en una de las bancas del jardín, mientras sostenía entre sus manos un panecillo relleno de mermelada, había visto parir su panecillo a un huevo cocido, y había visto el panecillo rasgarse un poco, mientras toda la mermelada de fresa se desparramaba y quedaba una parte en el huevo, y parte fuera, sentía que lloraría en cualquier momento, habían arruinado su apetito por las cosas dulces, dulces que había anhelado demasiado, pero lo peor era que temia ahora del parto, Phichit les dijo que dolía, que sería tal como el panecillo, empujar algo por un pequeño orificio seria doloroso, pero también dijo que valdría totalmente la pena cuando viera a su pequeño y lo tuviera entre sus brazos.

Volvió a ver el postre en sus manos, si, en definitiva lloraría, las hormonas descontroladas eran horribles. Vio que Víctor se acercaba junto a Seung, se levantó para saludar cortésmente, pero solo pudo mostrarles su panecillo mientras lloraba, diciendo una explicación inentendible para los alfas que apenas podían entender algo entre los sollozos, viendo con duda el pan que les mostraba el omega.

Víctor estaba confundido y demasiado nervioso, no sabía que hacer ante esa situación mirando hacia todas direcciones en busca de alguien que pudiera ayudarlo a saber que hacer ahora, solo habían ido en busca del esposo de Seung que tenía que darle de comer a su pequeño, pero ahora lo que tenía era a un omega lloroso, con un intento de explicación mientras se quejaba del hijo de su panecillo y el daño que le hizo, y de cómo su apetito había sido destruido.

– ¿Phichit? – llamo el alfa acercándose a la sala, viendo que dos omegas se asomaban mostrándose divertidos y algo culpables ante lo que pasaba

– perdóneme majestad – se adelanto yura haciendo una ligera reverencia – pensé que si despejaba unas dudas seria lo mejor, pero creo que cometí un error

ERES UN INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora