Capitulo 26

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Víctor miraba a Yuuri, el rostro delicado que por fin dejo de mostrar dolor después de varias horas donde le transmitía sus feromonas.

Acerco su mano hacia el vientre del omega, acariciando, parecía que el bebe aun era demasiado pequeño, pero podía sentir su presencia ahí, un pequeño bebe, fruto de su estupidez, pero que le hacia feliz, demasiado feliz, era algo que le daba un giro inesperado a toda la situación, fortalecer el lazo era lo que necesitaban, si fortalecían el lazo seguramente Yuuri desearía quedarse y entonces podrían pensar en formar una gran familia a futuro, o al menos eso seria si Yuuri quisiera, pero y si se negaba, la ley decía que Yuuri podía marcharse pero su hijo se quedaría con él.

Debian hablar, era la única solución, Yuuri oculto la existencia del bebe por sus errores, y al parecer por más que intentaba, los seguía cometiendo en menor medida o eso creía. Pero como saberlo cuando su comunicación era escasa, salvo para hablar de Ana, o de la organización de la fiesta, tal vez era eso, pensó con un deje de esperanza, Yuuri no había ocultado al bebe, solo no había tenido la oportunidad de decirlo.

Rio, negando, hasta para él eso sonaba estúpido, cuando todo lo que quería Yuuri era irse de ese lugar para regresar a su hogar en japón.

Mila entro a la habitación cautelosa, debía revisar a Yuuri y prepararse para trabajar.

– majestad, debo revisar al consorte real – dijo en un tenue susurro

– quédate con él – dijo levantándose – le traeré algo impregnado de mi olor, tengo otros asuntos que atender, por cierto – dijo deteniéndose un momento – no le digas que lo sé, inventa algo, al parecer todos los que me rodean son buenos para hacerlo

– como ordene majestad – dijo Mila sintiéndose cohibida, viendo como el rey salía, para regresar poco después con una prenda y marcharse rápidamente después de eso.

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Cada vez faltaba menos, solo dos días para la presentación de su hermano, y una fiesta importante, las y los omegas que buscaban desposarse vendrían a la celebración, por lo que tenía que arreglar el asunto de Yuuri pronto.

Estaba demasiado estresado con todo, tenía demasiadas cosas que arreglar, y pronto Emil vendría a hablar sobre la investigación que pidió de su madre y de algunos empleados, era algo que lo tenia sobre todo nervioso, y solo a Emil que era de su entera confianza pudo expresarle las inquietudes, y pedirle hacer una investigación en secreto.

Tal vez necesitaba calmar un poco sus instintos, desestresarse de alguna forma, lo pensó por un momento, tenía tanto tiempo que no se desahogaba, era demasiado temprano pero seguramente alguien podría cumplir una orden simple, llamo a uno de sus caballeros.

– majestad – hablo el caballero haciendo una reverencia

– consígueme un esclavo omega, el que sea, pero entrenado

– como ordene majestad – dijo retirándose

Espero cerca de una hora cuando volvieron a llamar a su puerta, era el caballero que había mandado anteriormente, traía sujeto de una cadena a un esclavo, Víctor lo miro, estaba demasiado delgado, de suaves cabellos castaños, y grandes ojos miel que lo miraban temeroso.

Víctor tomo al esclavo pidiendo al caballero retirarse, arranco la ropa escuchando un chillido del omega que se obligó a morder sus labios evitando soltar otro ruido, Víctor sonrió y pudo saciar su frustración en aquel delgado cuerpo; al terminar llamo a los sirvientes que sacaron al chico, tal vez era algo cruel desahogarse de esa forma, pero ahora que había usado a ese esclavo le esperaba una mejor vida, se convertiría en un sirviente más, comería mejor, y hasta ganaría un poco de dinero.

ERES UN INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora