Capitulo 2

3.2K 335 10
                                    


El camino se había tornado demasiado tedioso, pensaba el hombre peli plateado, iba a caballo junto con una pequeña comitiva de guardias de su confianza, odiaba tener que ir a ese lugar, odiaba tener que privarse de la compañía de su hija, e iba a odiar aún más tener que regresar a su casa con ese omega intruso.

Claro que le habían dicho que podía llevar a su pequeña hija pues una vez realizada la ceremonia ellos serían una familia, por lo que no veían ningún problema en que empezaran a conocerse, pero él no quería eso, el desgaste de un viaje a caballo era demasiado para una niña pequeña y a fin de cuentas terminarían regresando, no le veía sentido arriesgar así a su hija, mientras él se quedaba en el reino ajeno, en su hogar harían los preparativos para realizar la boda ahí.

-aaahh-grito con frustración, asustando un poco a sus acompañantes

-pasa algo? -pregunto uno de sus guardias

-estoy cansado, es todo

-pronto llegaremos majestad, una vez hay seguro podrá descansar

-sabes que no es cierto, tienen unas costumbres tediosas que debo seguir

-pero ganaras a una hermosa pareja, lo siento-agrego al ver la mirada de odio que le habían dirigido

-sabes que si fuera mujer por lo menos seria tolerable, pero tiene "eso" también así que aún no sé cómo le hare para realizar la primera noche

-no te entiendo hombre, estoy seguro de que los ancianos te aseguraron que era tu pareja destinada

-yo creo que se lo inventaron, no creo que el mundo me odie tanto como para darme una pareja hombre

-no hay forma, resígnate, Víctor, es por el bien de todos

-no le veo que bien voy a obtener Emil

-tu hija tendrá una madre que le enseñará y le resolverá sus dudas de omega

-mi hija solo tiene una madre y falleció

-aaaa- soltó un suspiro agobiado-no se puede razonar contigo, espera a verlo y conocerlo si lo odias de antemano no lograras que su convivencia sea armoniosa

-hubiera sido mejor si no me estuvieran obligando, ya veo la frontera apurémonos tal vez pueda descansar antes de que empiecen los tediosos preparativos de último momento.

Al llegar a la frontera unos guardias ya los estaban esperando para darles la bienvenida, Víctor se dirigió a ellos con mucho respeto e internamente los hombres pensaron que se veía como un buen hombre, no les hablo groseramente ni les miro mal, eso ya era ganancia, mientras los dirigían a la casa principal vieron hermosos paisajes, grandes arboles de cerezo en flor, además de lugares llenos de un verdor hermoso, pasaron unos campos de cultivos donde aún habían algunas personas trabajando.

Le parecía algo hermoso, seguramente a su esposa e hija les hubiera fascinado esos hermosos arboles rosados, sus pensamientos fueron interrumpidos por la llamada de un guardia

-hemos llegado majestad-

-ha si-

-pueden dejar sus caballos encargados a los sirvientes serán bien atendidos

-gracias-dijo tendiéndole las riendas de su caballo a uno de los sirvientes

-los llevare al ala en la que descansaran, nuestro rey se encontrara con ustedes en cuanto hallan descansado

Habían llegado a un inmenso edificio, el edificio contaba con un jardín que gritaba lujo, debían reconocer era hermoso, fueron atendidos por varias sirvientas que les llevaron comida y vino, les habían dicho que al terminar podrían disfrutar de un buen baño, pues no tenían suficientes manos en ese momento para prepararlo, la mayoría estaba ocupada terminando la decoración de la boda.

-buenas tardes rey Nikirofov-hablo un hombre regordete entrando con otro grupo de hombres

-buenas tardes, supongo es el rey de este hermoso país

-así es, si gusta acompañarme comeremos aparte para también para discutir algunas cosas

-claro-dijo levantándose

Fue guiado a una nueva sala donde esta vez había dispuesta una mesa llena de platillos que se veían exquisitos, ambos hombres se sentaron, permitiéndose comer antes de pasar a discutir lo que el hombre necesitaba decirle

-bueno, rey Nikiforov

-puede decirme Víctor, no necesito que sea tan formal-dijo interrumpiéndolo Víctor

-de acuerdo-accedió Toshiya-entonces Víctor, pronto te unirás en matrimonio con mi hijo es una unión beneficiosa para ambos reinos y estoy feliz que mi hijo sea desposado por un buen hombre

-me halaga, acaso quiere agregar alguna otra condición al tratado

-más que agregar me gustaría hacerle una petición no como rey sino como padre

-entonces lo escucho

-me gustaría que considerara permitirle a mi hijo venir a visitarnos de nuevo, si usted pudiera considerarlo

-ya veo, no me considero un hombre tirano y tampoco creo en eso de que el esposo debe abandonar a su familia de nacimiento, así que está bien por mí, solo se le pedirá que respete el año reglamentario de matrimonio y después de eso el podrá venir siempre que ustedes se lo permitan

-muchas gracias, Víctor- dijo el hombre estrechando la mano contraria

Para el hombre seguramente le había costado realizar el pedido, y ahora que accedía a su petición seguro lo veía con mejores ojos, pero para Víctor solo se trataba de guardar las apariencias después de todo a él no le importaba que hacía o que le pasara a él omega, pero para no levantar sospechas tendría que seguir fingiendo por lo menos hasta haber regresado a su país.

Estuvieron otras horas revisando los detalles de la ceremonia, le habían dicho que usarían un traje tradicional que ya se había preparado además de que como los padres del peli plata no estaban presentes se le permitiría a su guardia quien recibiera los obsequios en representación de la familia.

Víctor por otra parte no podía evitar maldecir internamente lo levantarían al alba para ser purificado le habían dicho que era casi como un baño de agua fría, a él no le molestaba la temperatura después de todo su país era frio, lo que le molestaba era lo tedioso del ritual pero debía soportar, faltaba poco para la boda, aun no conocía a su futura pareja pero por alguna razón se estaba poniendo ansioso, había pasado desde que hablo en privado con el rey Toshiya, el hombre tenía levemente impregnado un olor que lo hacía sentirse raro, un olor que seguía querer oliendo, se golpeaba mentalmente diciendo que no debía ceder, no, no cedería al olor de un omega nunca, jamás había perdido la razón a pesar de que muchos se le habían acercado, y no comenzaría ahora.

ERES UN INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora