Prologo

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El mundo se dividía en varios reinos que eran gobernados en su mayoría por alfas, además de contar con un rey contaban con un grupo de consejeros y el poder residían en mitades, si ambas partes no estaban de acuerdo en algún asunto, podían recurrir de acuerdo a la ley a un rey anterior que debía ser imparcial y tomar la decisión que este creyera oportuna, siendo acatada sin aceptar objeción alguna.

Y en eso radicaba ahora el problema, el reino de Rusia había decidido hacer una alianza a través de un matrimonio concertado, este había sido sugerido por el grupo de consejeros del reino, por supuesto el rey Víctor Nikiforov no estaba de acuerdo, él se había casado hacia cinco años atrás con una hermosa mujer beta que le dio una preciosa hija, lastimosamente el embarazo había sido difícil, pues era muy raro que las betas se embarazaran de un alfa, y solía suceder en muchos casos que el niño no llegara a término o que madre o hijo, en casos frecuentes ambos perdieran la vida durante el parto, el rey estaba triste por la pérdida de su amada pero decidió luchar y criar a su preciada hija solo, el problema fue que su hija era un omega y la corona solo podía ser sucedida por un alfa, tras muchas peticiones y ruegos de parte de los consejeros por que tomara una nueva esposa para procrear un sucesor siendo siempre recibidas con un rotundo no, no les quedo más opción que apelar a la ley y pedir una decisión al antiguo rey.

El día que anunciaron que se había arreglado el matrimonio hubo gritos y palabras anti sonantes en toda la mansión, el alfa estaba reacio a casarse de nuevo no quería más hijos y decía en definitiva no necesitar un omega, menos al saber que el omega que habían elegido era hombre, era lo peor que le podía haber sucedido, pero la decisión estaba tomada, no podía negarse o corría el riesgo no solo de perder el trono sino también de perder a su hija, y eso en definitiva no lo permitiría.

La boda había sido planeada para tres meses a partir de la noticia, en ese tiempo la futura pareja se prepararía y estudiarían las tradiciones de ambos reinos, se realizarían dos ceremonias una al estilo de cada reino, claro solo presentando una parte de las tradiciones de Rusia pues al ser Japón un reino un poco más conservador no podrían ver todo.

A Víctor no le interesaba conocer al omega por lo que la única condición que puso fue que solo se vieran el día de la boda. Ahora en su corazón estaba empezando a albergar odio hacia el omega, no podía visualizarlo como parte de su familia, solo era un intruso.


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