Capitulo 28

2.2K 246 16
                                    


Yura caminaba nervioso por la ciudad, había pedido permiso para ir de compras, aunque era en realidad solo una excusa, estaba demasiado ansioso, temeroso y feliz, tenia un leve presentimiento, pero aun no era algo seguro.

Llego a una casa alejada en el pueblo, donde lo recibió una omega anciana, una comadrona famosa en el área, que atendía tanto a gente rica como pobre, y que además contaba con uno de los pocos certificados de médicos en la ciudad, a pesar de ser omega.

– pasa – hablo con voz suave – estas en estado ¿cierto? ¿vienes a un chequeo o a un aborto?

– q-quiero un chequeo – dijo con voz temblorosa, ¿acaso esa mujer le había afirmado sin revisarlo que estaba en estado?

– ¿Cuánto tienes?

– espere – dijo calmándose un poco – quiero saber si estoy en estado primero

– ¿no lo sabias? – pregunto la anciana confundida – es obvio que estas en estado, tus feromonas son dulces, y están mezcladas con otro aroma, es un signo de que llevas una buena relación con tu alfa, tus ojos tienen un brillo especial, tus caderas se han ensanchado un poco, y tu pecho se ve ligeramente abultado, signo de que se prepara para el parto y para producir leche.

– es la primera vez que lo oigo, no sabia que era tan notorio – dijo tocando su cuerpo tratando de notar las señales que decía la mujer, sin notar nada

– es fácil notarlo cuando tienes experiencias, pero para otras personas seguro te sigues viendo normal – le dijo con una sonrisa –bien acuéstate aquí, te revisare

La revisión fue para Yura algo incomoda, no estaba acostumbrado a ser tocado por nadie más, y le traía algunos malos recuerdos, cuando termino salió del lugar con unas vitaminas, aunque le había dicho la mujer que todo parecía ir bien, su futuro bebe tenía apenas 1 mes de concepción, aun era demasiado pequeño, y por el momento todo iba bien, solo debía seguir teniendo contacto con las feromonas de su pareja y un buen crecimiento estaba asegurado.

Se cubrió bien el cabello para caminar por la ciudad, estaba demasiado feliz, parecía que por fin todo estaba tomando su lugar, faltaba poco para ser presentado y eso solo significaba su pronto matrimonio, caminaba pensando en cómo le diría a Otabek la noticia.

cuando paso por una calle poco transitada, se ocultó rápidamente por instinto, no entendía que hacia la reina madre en la ciudad y menos en esa zona de plebeyos, se volvió a asomar cuidadosamente, varios caballeros habían pasado para susurrar cosas, el ultimo que vio era Inna, que al parecer le había entregado algunas hojas a la reina.

En cuanto la vio marcharse, y una vez seguro de que nadie mas estaba cerca, se alejó, ¿Por qué estaba esa mujer personalmente ahí? ¿Qué podría estar pasando para que se encargara personalmente? Era demasiado raro, y eso solo confirmaba aun mas lo que ya sabía, esa mujer era completamente sospechosa, y totalmente peligrosa.

Llego a casa sin notarlo siquiera, al entrar solo se quito el disfraz para sentarse distraídamente mientras seguía pensando.

– ¿amor, pasa algo? – preguntó Otabek al verlo distraído

– me encontré a la reina madre en la ciudad, en la parte de plebeyos, los caballeros le entregaban alguna especie de reporte, vi al caballero Inna con ella

– es demasiado sospechoso, investigare por si acaso, por eso no te preocupes – dijo también pensativo – por cierto, necesito decirte también algo

– ¿paso algo? – pregunto el rubio

– Yuuri a mandado una carta a corea, temo por que por fin haya decidido hacer algo contra rusia

– Yuuri no es así, lo he visto, no creo que sea capaz de buscar venganza

– me odiaras por no decirte esto antes, pero Víctor a mandando por un esclavo para satisfacerse, todos se enteraron al verlo pasear por los pasillos con el aroma del rey, y creo que Yuuri también lo vio

– ¿acaso no pueden comportarse? Dios, como les gusta complicarse las vidas, no tengo tiempo para esto, debería de solo preocuparme por ser feliz y pensar en como educar a nuestro hijo, aún tengo muchas dudas, ni siquiera se si seré una buena madre, y si ve mi marca de esclavo en el futuro ¿se avergonzará de mí? ¿me odiara?

– ¿un hijo? – dijo Otabek pasmado, derramando dos lagrimas – ¿dijiste nuestro hijo?

– si nuestro hijo, Beka ¿de quién más? – respondió volteando a verlo, viendo como el alfa lloraba, para después recibir un abrazo, entonces yura se dio cuenta de que había dado la noticia no de la forma que esperaba, pero parecía que el alfa se alegraba

– me haces tan feliz, soy tan feliz, te juro que hare todo lo posible para que nuestro hijo jamás piense de esa forma, ya verás, este es el comienzo, y nada arruinara nuestra felicidad

Yuri asintió sonriendo, pensando en que debía hacer algo también por su hermano y Yuuri, si no lograban encontrar una forma de que ambos se llevaran bien por lo menos, sin rencores, sin mas actos que los hirieran, sabia que tarde o temprano eso también podría alcanzarlos y empañar su felicidad. 

– Beka, he estado pensando en esto ¿podrías hacerme un favor?

– lo que quieras mi amor

Yura empezó a platicarle lo que pensaba, había pensado en una alternativa, pero era arriesgada, al principio Otabek lo rechazo, pero al final termino cediendo, su omega era muy convincente.

*******************

Yakov caminaba por la amplia casona aprovechaba que no se encontraba la reina madre para ir a visitar al rey, llego frente a esa puerta como siempre custodiada por dos caballeros leales a la mujer.

– traigo la comida y la medicina del rey – los caballeros inspeccionaros rápidamente para después dejarlo pasar

Al entrar pudo ver al rey postrado en la cama, se veía como siempre cansado, y parecía que había perdido más peso de nuevo, no era ni la sombra de lo que había sido en una época anterior.

– mi rey – dijo sentándose al lado de la cama en una silla – le he traído sus medicinas, debe tomarlas

– no tiene caso – contesto – de que me serviría sanar si no me queda nada

–escuche mi rey – dijo susurrando al oído del hombre, que se mostró sorprendido para después llorar con pena

– ¿es cierto lo que dices?

– es cierto, se lo juro, pero si no lucha, volverá a perderlo, la reina se ha empezado a mover, está decidida a no dejarlo vivir

– necesito papel para escribir – dijo el rey después de limpiar sus lágrimas, incorporándose con algo de dificultad – nunca se lo dije a nadie, pero quiero que me pases ese retrato –dijo mientras señalaba un cuadro donde se veía la figura de una mujer que sonreía con un bebe en brazos.

Yakov se la paso, entonces el rey quito el marco, sacando un anillo que servía de sello, tenia un grabado especial que solo se usaba en casos muy importantes, y que no había sido cedido ha su hijo cuando ascendió al trono, pues no había creído que fuera merecedor en ese momento, ahora agradecía no haberlo entregado, escribió tres cartas, sellándolas con el sello, para después meter el sello en otro sobre, entregándolas al hombre que había sido la única persona de confianza que le quedaba.

Tomo la comida con sus débiles manos, confiándole al hombre la misión de entregar las cartas personalmente, lucharía una vez más, esperando que le quedara suficiente vida como para enmendar al menos un poco todos los errores que había cometido a lo largo de su vida.


ERES UN INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora