Capítulo 36

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ANTHON

Jenna y yo tuvimos una noche intensa ayer, ya estamos en casa, llegamos a casa a las cuatro de la mañana, dormimos en la cama, estábamos completamente agotados, y nos despertamos a eso de las una de la tarde. Era sábado y nos quedaremos en el sofá viendo películas,

Jenna tenia su ropa interior y mi camisa de la noche anterior, y yo solo tenía mi pantalón de pijama.

—¿La pasaste bien?—Le pregunté, ella alzó la mirada, para verme, me da un beso pero en los labios, tomé su mano y empecé acariciarla.

—¿Bromeas? Creo que no podré caminar bien en tres días—Hace un sonido de queja.

—Uh, estás subiendo mi ego.

Ella besó mi mejilla y volvió a ver la televisión.

El domingo vendrían nuestras familias ya que Gaby y Luis iban anunciar su relación.

—Recueda, que más tarde tenemos comprar algunas cosas para mañana—Le dije, dándole un beso en la frente.

—Sí, que flojera—Se quejó, tirando la cabeza hacia atrás.

Janthon se pone frente a nosotros, empezó a ladrar, Jenna lo tomó y lo puso en medio de nosotros.

—Mami es mía—Dije con voz chillona.

—No, es nuestra—Esta vez dije con mi voz normal. Agarré su trompa y él intentó morderme pero no lo logra.

Jenna se ríe por lo que estoy diciendo.

(...)

Eran las cuatro de la tarde, Jenna y yo nos arreglamos para comprar las cosas para mañana y algunas cosas que necesitábamos para nosotros.

Yo empujaba el carrito con algunas cosas dentro y Jenna es la que sostenía la lista.

Fuimos a la sección de cosméticos, ella tomó una crema.

—Esta crema es muy buena, me lo dijo Victoria—Me lo mostró.

Victoria's Secret.

—Victoria's Secret, ¿Entonces Victoria tiene un secreto? ¿Qué estará ocultando Victoria? Debe ser algo muy oscuro.

Un señor con su carrito me miró como si estuviera pendejo hasta la médula.

En efecto señor desconocido, lo estoy.

Jenna no pudo evitar reírse, por mi tontería.

Científico: Todos hemos llegado a la conclusión, de que Anthon Clayton está pendejo hasta la médula, ¿Todos están de acuerdo?

Científicos: ¡Todos de acuerdo!

Luego de eso fuimos a la sección de frutas.

Jenna tomó unas naranjas.

—Que naranjas tan pequeñas, pero más las tuyas—Me burlé.

—¡Anthon!

—Pero tienes un trasero de sandía, y eso lo compensa, es bueno.

Me miró mal, pero al darme la espalda sabia que sonreía.

Luego estábamos en la sección de carnes, ella tomó la carne y miró el precio.

—Uh, que rica carne te cargas mamasita—Dije, ella me miró y se ríe.

Ella pone la carne en el carrito.

No Apto Para Parejas Normales 2Where stories live. Discover now