No Apto Para Parejas Normales 2

Capítulo 20

ANTHON

Estornude.

Esto me pasa por idiota.

Me quejé mientras me arrojaba a la cama, llegué del trabajo y me siento más agotado de lo normal y no me siento muy bien.

—¿Cariño, estás bien?—Escuché a Jenna, me volteé para verla ya que había entrado a la habitación unos cinco minutos después de que yo lo hice.

Tenia su ropa de trabajo y había dejado su bolso en la esquina de la cama.

—Si... No... Mejor, matame—Me quejé y ella se ríe.

Jenna se sentó en la cama, justo a mi lado y empezó a acariciarme la mejilla.

—No haré tal cosa, te dije que trataras de no mojarte cuando llovió—Ronronee, amo las caricias de Jenna—, que iba a llover mucho.

Ya iba a decir algo pero me interrumpe.

—Pero eso me da la excusa perfecta para mimarte y cuidarte como lo mereces.

Me relaje.

—Creo que agarre un resfriado—Dije y estornude.

—¿Quieres que te haga una sopa de pollo?—Siguió acariciando mi mejilla.

—Shi—Dije lo más aniñado posible, haciéndola reír.

—Voy a preparartelo—Me dio un beso en la sien—, tú date un baño con agua caliente y te acuestas.

—Chi cheñola—Me levanté y corrí al baño.

No tardé ni diez minutos y ya me acosté otra vez, llamé a mi jefe para decirle que agarré un resfriado y me dijo que tomara descanso, que no era el único con un resfriado, pero tenia que llevar una acta de salud.

—Que te mejores Anthon—Dice mi jefe.

—Gracias jefe—Dije, antes de colgar.

Janthon empezó a ladrar cerca de la cama, lo subí y se puso encima de mi estómago, acaricié su cabeza mientras yo miraba la televisión. Había pasado como media hora y escuché a Jenna acercarse.

—Aquí está la sopa—Avisó Jenna entrando a nuestra habitación.

—Gracias, querida—Me senté, Janthon se puso en la cama lamiento el brazo de Jenna y ella pone la sopa en mi regazo.

Empecé a tomarla y reconocí ésta sopa.

—Esta es la misma que hace mi mamá, cuando me enfermaba.

—La llamé diciéndole que te resfriaste, y le pedí que me dijera la sopa que hacia cuando te enfermabas.

—Eres increíble.

Ella se mueve el cabello, de manera diva.

—Lo sé—Hace pose de diva, se acercó y me dio un beso en los labios.

—Te enfermaras.

—No importa.

—Si te enfermas, luego te cuidaré yo.

—Valdrá la pena entonces—Le di un beso.

—Eres una romántica empedernida.

—¿Y tú no lo eres?—Dijo con una sonrisa.

—Pues sí.

—Ya, tomate la sopa para que descanses.

Mientras que comía, ella me acariciaba el cabello, Janthon durmiendo en la cama y veíamos la televisión. Ya en la tarde, me sentía un poco mejor.