No Apto Para Parejas Normales 2

Capítulo 57

JENNA

Son las tres de las mañanas.

Y escucho risitas.

Al principio pensé que eran fantasmas, pero luego pensé que no.

Fantasma: ¿Cómo que no pendeja?

Caiese.

En fin, cuando me volteé para ver a Anthon...

Él se estaba riendo.

Ah caray, ¿De qué se estará riendo Anthon? Y sobre todo, ¡¿Estando completamente dormido?!

Usualmente Anthon ronca, pero ésta vez se está riendo.

Hubo un momento en que Anthon soltó una carcajada fuerte, y bueno como Anthon tiene una risa contagiosa, me reí también, pero aún así estaba confundida.

Luego de un rato Anthon se quedó en silencio, soltó un resoplido y empezó a roncar.

Se acabó la diversión.

Gruñí, hice que se acostara de lado para que evitara roncar.

Ya a las siete de la mañana, de un domingo, me desperté temprano, muy increíble que parezca, básicamente yo me despierto tarde y Anthon es el que se levanta a esta hora, y ahora es Anthon que estaba roncando, me senté en la cama viendo a Anthon, su cabello estaba volviendo a ser largo y rebelde casi cubriendo su frente, le di un beso en la mejilla, vi como muestra un somnolienta sonrisa con hoyuelos y ver a mi novio luciendo así de tierno me enternece, tomé mi teléfono, le volví a dar un beso en la mejilla y volvió a sonreír, le tomé la foto, y salió realmente bien, lo puse fondo de pantalla. Anthon soltó un ronquido gracioso haciéndome reír, acomodé un poco su cabello y me levanté de la cama.

Me puse una camisa negra suya que estaba una esquina de la cama, me amarré mi cabello, pero parecía un chongo desarreglado haciendo que varios mechones de mi cabello se escaparan, bufé.

Acaricié mis pequeños pechos (Los limoncitos como siempre los llama Anthon, de bromita según él), y me quejé, estaban sensibles mis pezones.

Mi periodo está cerca.

Janthon empezó a ladrarme.

—Shh, no ladres, papi está durmiendo—Le dije Janthon, tomé a Janthon en mi abrazos y le acaricié la cabeza.

Fui a hacia la cocina, para preparar el desayuno, dejé a Janthon en el suelo, él corrió por la sala, yo no sabía que hacer para el desayuno, pero decidí hacer solo preparar solo cereal y leche, cuando ya estaba colocando las cucharas en los embaces, Anthon entró a la cocina frotándose los ojos, haciendo pucheros y su cabello estaba desordenado.

Awwww.

—Buenos días, mi pendejo hermoso.

—Uh, si fuera otro te diría; Pendeja tú, pero como soy yo y te amo, te digo, buenos días a ti también, pendeja hermosa.

Se acercó a mí, me da un beso en la mejilla y tomó nuestros desayunos para ir a la sala de estar, Anthon dejó los embaces en la mesa de centro y yo me senté en el sofá.

Anthon encendió la televisión.

—Anthon... ¿Qué estabas soñando en la madrugada?—Le pregunté y él se sentó a mi lado?

—¿A qué te refieres?—Me miró.

—Porque a las tres de la mañana te estabas riendo.

—Ah—Dice, y luego empezó a reír—, no me lo vas a creer.