Capítulo 6

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JENNA

Hoy encontré trabajo, no fue fácil, pero pude encontrarlo gracias a mi amiga Naomi, trabajaríamos en el mismo edificio, mi objetivo principal es reunir lo suficiente para crear mi propio consultorio, y Anthon también tiene esos planes porque quiere su propio consultorio veterinario, nuestro objetivo era ser nuestros propios jefes, ser independientes.

Naomi y yo recorríamos los pasillos mientras hablábamos de nuestro primer día como psicólogas oficiales.

Lo cual me tiene nerviosa y hasta incluso ansiosa, espero hacerlo bien.

Pero tengo que mantenerme positiva. Lo haré bien.

—Bueno, esta será tu oficina—Dice Naomi, abriendo la puerta de la oficina.

La oficina es acogedora, paredes pintadas de color café, y muebles blancos, con estilo moderno y me gusta.

—Espero que te guste—Naomi me sonríe mientras me miró, viendo mi reacción.

—Me gusta, bastante—Confese, la miré.

—Me alegra saberlo—Recogió un mechón de mi pelo para pasarlo detrás de mi oreja—, no es mucho y tal vez sea algo pequeño, pero es un buen comienzo.

—La verdad, es perfecto—Suspire, encantada.

Ella me sonrió mientras asentía y se giró para irse.

—Naomi—Ella se volteó para mirarme otra vez—, de verdad muchas gracias.

Ella se acercó para abrazarme.

—Esto no es nada, esto era lo mínimo que puedo hacer por ti.

Naomi, en nuestro tercer semestre tuvo muchos problemas familiares, hasta económicos, tanto así eran los problemas que no podía ir a la universidad, yo la metía en mis trabajos (mis compañeras se molestaba un poco por eso), iba a su casa (cuando tenia la posibilidad de verla), para enseñarle lo que veíamos en clase, cuando tuvo momentos difíciles siempre estuve para ella, y cuando falleció su abuela, que la crió desde pequeña, fue un golpe bastante fuerte, pero estuve para ella, somos muy buenas amigas, y yo sé que puedo confiar en ella.

Ella se despidió, luego se alejó y giró a una esquina. Pero asomó su cabeza.

—Lo haremos bien, no te preocupes—Dice con optimismo levantando los brazos.

—Eso espero—Me reí.

Ella se ríe, y luego la perdí de vista.

Tendría mi primer paciente dentro de media hora.

Y estoy muy nerviosa.

Estoy ansiosa, nerviosa, muy muy nerviosa, preocupada ¿Lo haría bien? ¿Seré buena psicóloga?

Me senté en mi escritorio y solo pensé;

Quemé mis neuronas para esto, estudié mucho y no voy a rendirme tan fácil, llegué demasiado lejos, y es mi momento de demostrar lo que soy, y sé que puedo ser buena en esto, aunque tenga mis fallos pero sé como mejorar.

Siempre me animo con cosas positivas.

Tomé mi teléfono y llamé a Anthon. Él contestó enseguida.

—Estás nerviosa, ¿Verdad?

Su voz me relajó un poco.

—Hasta mi nivel de sarcasmo—Bromeé.

—¡Joder!, ¡Sí que lo estás!

Me reí. Este idiota, sabe como hacerme sentir mejor con sus tonterías.

—¿Cómo estás tú?—Le pregunté.

—Bien, curé la pata de un perrito, debiste verlo, se parece tanto a Janthon, y lo hice bien o eso espero.

—Me alegro mucho, pronto tendré mi primer paciente, no sé lo que pasará y...

—Lo harás excelente, serás una increíble psicóloga.

—Esta es la primer vez que seré la psicóloga que volverá más locos a sus pacientes—Bromeé con lo que él había dicho más de una vez.

—Sabes que te amoooo—Caturreó Anthon.

Rodé los ojos con una sonrisa, en ese momento tocaron la puerta.

—Bueno amor debo irme, creo que mi primer paciente llegó antes de la hora acordada.

—Bien, cuidate, no dejes más locos de lo normal a tus pacientes.

—Idiota.

—Yo también te amo.

Me reí.

Después de decir que lo amaba también colgué.

—Adelante.

¡Ay! eso sintió raro.

Diosito: Lo harás bien.

Entró un hombre alto, delatado, castaño y guapo.

—¿Es usted es la psicóloga Gracia?—Preguntó, un poco tímido.

Aww, ternurita.

—Sí—Me levanté de mi asiento—, pero no me llame psicóloga Garcia, llámame Jenna.

Él sonrió, se puso frente a mi escritorio y estrechamos la mano, se sentó y yo lo hice también.

—Bien, ¿Cual es su problema? Y le aseguro que haré todo lo posible para ayudarlo.

—Bueno—Se sonrojó.

Awww, ternurita, x2

—Me da pena comentarlo pero...—Tosió un poco, avergonzado—, lo siento, ahm, podría leer mi expediente.

Asentí, leí su nombre y traté de no reírme.

Godofredo Rámirez.

Esto debe ser una fucking broma.

No Apto Para Parejas Normales 2Onde as histórias ganham vida. Descobre agora