Capítulo 26

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JENNA

Odio con todo mi ser las ratas.

Las cucharas las puedo lidiar, pero las ratas no.

Anthon tomó una escoba y yo la chancla de Anthon, que apestaba a cucaracha, y el olor a cucaracha es bastante desagradable pero no tenia tiempo de buscar otra cosa.

Anthon me miró con el ceño fruncido.

—Con eso la asustaras—Dice Anthon.

—Ese es el plan—Lo miré.

—No, el plan es matarla—Razonó Anthon.

—Se supone que eres un veterinario, que matar animales no es tu trabajo—Bromeé.

Rodó los ojos, y yo me reí.

—No empieces, no hay que distraernos...—Agarró bien la escoba.

Estuvimos cazando la rata, la desgraciada corría rápido, hasta que unos cuantos muebles rodados y gritos míos después pudimos matarla.

Fue difícil, pero lo logramos.

—Ahora sí, revivelo—Bromeé, otra vez.

—No empieces—Dice Anthon.

Escuchamos otra rata.

Salté encima a Anthon cayendo nuevamente al suelo.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces Anthon y yo caímos al suelo.

—¡¿Cómo se metieron esas desgraciadas?!—Chillé encima de él.

—¡¿Cómo voy a saberlo yo?!—Exclamó desde abajo.

Tocaron el timbre, Anthon y yo nos miramos, ¿Quién venia a ésta hora?, me levanté encima de Anthon y fui hacia la puerta, y la abrí.

—Creo que me rompiste un par de costillas—Se quejó Anthon aún en el suelo.

La persona que sonó el timbre, era una chica, tenia el cabello castaño, baja, y usaba ropa holgada.

—Ahm, sé que suena raro pero yo vine a la fiesta que hicieron aquí—Dice bajamente.

Fruncí el ceño.

Amiga, ni me lo recuerdes.

Diosito: , fue una locura.

Satán: ¡LA DEMENCIAAAAA!

—Y yo traje una rata de mascota, ¿La han visto?

Evité que ella viera el desastre.

Claro que si la vimos, lo que pasa es que ya no está con nosotros, si no que; ya se encuentra en el más allá, no te preocupes, esa rata está con Diosito.

Diosito: No~

—No—Dije rápidamente, haciendo que ella frunciera el ceño, quise hasta cachetearme a mí misma—, creo que no está aquí, lo hubiésemos visto.

La matamos.

—¿Están seguros?—Dice con cierta duda.

—Sí, complemente seguros.

—¡JENNA ENCONTRÉ A LAS CRÍAS DE ESA RATA!

Mierdaaaa.

Miré a la chica y entró enojada a la casa.

—¿Qué hicieron con mi mascota?

Entonces vio la rata en el piso completamente muerta sobre un papel reciclable.

—¡Nooo! ¡Chersito!—Chilló la chica.

—¿Se llamaba Chersito?—Dice Anthon.

Anthon y yo tratamos de no reírnos.

—¡Son unos insensibles!—Chilló.

—¡Pues lo siento que tu rata mascota nos tomara por sorpresa!—Se defendió Anthon.

Hubo un silencio muy incómodo hasta que ella volvió hablar;

—¿Dijiste que dejó crías?—La castaña lo miró con cierto odio.

—Sí—Dice Anthon, incómodo.

Fuimos hacia donde estaba un hoyo en la cocina, que estaba tapado por una chancla.

¿La solución a tus problemas?; la chancla.

Ella trajo una clase de caja de plástico, puso comida dentro y el cuerpo de la rata.

Los ratas bebés, todaaas, entraron a la caja, y ella cerró la caja.

—¿Lo siento?—Dijimos al mismo tiempo Anthon y yo.

Ella nos mostró el dedo ya dispuesta a irse.

—En serio lo sentimos—Volvimos a decir Anthon y yo.

Ella empezó a mover las manos.

Estaba haciendo lenguaje de señas.

Y entendí lo que quiso decir.

¡PERO QUE PERRA!

—¿Qué fue eso?—Preguntó Anthon, confundido por lo que hizo la chica.

—¡Nos aventó la madre!—Chillé yo, sabia algo de lenguaje de señas gracias a una compañera de trabajo—, ¡Vete y no regreses por aquí! ¡Y la tuya por si a acaso!

Ella se fue en el auto donde en el asiento copiloto estaba un chico vestido de emo.

Los vimos irse, cerré la puerta con seguro y me senté en el sofá.

Okay, tuvimos una noche un poco extraña.

Anthon se lanzó al sofá, quedando a mi lado y me miró.

—¿Chersito?—Preguntó Anthon.

Sé que eramos crueles, pero nos reímos a carcajadas.

¡Ay! Tenemos un lugar en el infierno.

Satán anotan en su lista: Tienen pase v.i.p.

No Apto Para Parejas Normales 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora