Hell [✓]

82

Amelia

Miré a Daniel, un poco tensa. Había despertado hace unos segundos en un lugar desconocido.

¿Qué mierda tienen los demonios con aparecer en un lugar que no ha descubierto nadie?

Estábamos a la orilla de un acantilado, no tan cerca de la orilla, pero igualmente me tenía nerviosa.

Había despertado hace un par de minutos, ¿la razón por la que no había llamado a Mateo?

Me encontraba amarrada a un árbol, con cinta en la boca.

—No vengo a hacerte daño. —Dijo Dani. 

Fruncí el ceño y lo miré obvia.

—Te lo juro. —Rió. —Te quitaré la cinta cuando me escuches, así estaré seguro de que no invocarás a Mateo.

Es un idiota si cree que no lo invocaré.

—Están saliendo, ¿no? —Preguntó.

Me quedé en silencio, no tendría por qué responderle.

—Bueno, estén saliendo o no, te lo voy a decir igual. —Dijo Daniel y sonrió. —Tu novio.. o.. lo que sea, besó hace un par de días a mi novia.

Me congelé al escuchar eso. La angustia se hizo presente cuando no supe si creerle, no quería hacerlo porque Dani no era exactamente alguien de quien fiarse, pero también me ponía nerviosa que fuera verdad.

—Solo vine con el karma encima. —Dijo Daniel.

Él alzó una ceja y me sacó la cinta de la boca.

No sabía si invocar a Mateo.

—¿Quién es tu novia? —Pregunté.

—Una bruja. —Dijo.

Mi corazón se encogió al recordar que esta mañana Mateo me dijo que tenía que ir donde una bruja.

Suspiré tratando de relajarme mientras sentía los celos invadirme, ¿podría ser que en serio él pudiera hacerlo?

Es un demonio..

Pero dijo que me amaba.

—Entonces, ¿venís de mi lado? —Preguntó y me mostró una daga en su mano.

—¿Qué hacés? —Pregunté nerviosa inmediatamente.

—Ésta es.. —Se rió. —Solo para cortar las cuerdas.

—Podés hacerlo con tu mente, estoy segura. —Dije.

Dani tiró la daga para atrás.

—Okay. —Dijo y las cuerdas cayeron dejándome libre.

Me moví tratando de liberarme del dolor.

—¿Cuál es tu plan? —Pregunté mirándolo. —¿Lanzarme por el acantilado para vengarte de Mateo?

—No me des ideas preciosa. —Dijo Daniel antes de tomar mi brazo bruscamente y ponerme de pie.

Solté un jadeo y lo miré fijamente.

—No hace falta que invoqués a Mateo, debe estar por llegar. —Dijo y yo lo miré.

—¿Por qué lo sabés? —Pregunté.

—Porque le dije a mi novia que le dijera donde estaba. —Dijo Daniel con tranquilidad.

—Entonces.. —Pasé saliva. —¿Mateo estaba con tu novia?

Daniel rodó los ojos.

—No del modo que crees, pero créeme, antes han hecho cosas peores. —Dijo y vi sus ojos iluminarse. —No te las voy a decir, pero deberías preguntarle que hizo en el pasado. Porque eres parte de eso, e incluso. —Rió tirando su cabeza para atrás y me miró con burla. —Incluso tu madre lo sabe.

Me quedé congelada. ¿Qué es?

—Hablaría un poco más sobre ello, pero se nos agota el tiempo. —Dijo Daniel observándome fijamente.

Él agarró mis caderas y me puso adelante de él, caminando un poco hasta la orilla de el acantilado.

—Daniel. —Dije temblando un poco a causa del temor.

Si me llegara a matar, no le habré dado mi alma a Mateo para salvarme de la muerte.

Pero, ¿qué tanto le importaba yo a Mateo?

¿Qué significaba amar para él?

—Podés.. darme un beso porque Mateo hizo lo mismo y estar a paz. —Dijo él. —O porque puede que te lance hacia atrás en cualquier momento. Cualquiera me conviene.

Daniel caminó más para adelante mientras sostenía mis caderas y ahogué un grito cuando sentí mis pies casi resbalar al sentir que estaba en toda la orilla.

—Un beso, no es muy grave.

Con el rabillo del ojo pude ver a alguien aparecer un poco lejos de nosotros, a nuestra derecha. Estaba segura que era Mateo.

De lo que no estaba segura era de darle un beso, y menos delante de Mateo. Puede que él lo haya hecho, pero se algo.

Primero, que el karma llega primero que nosotros tratando a ser él.

Segundo, que aunque el error haya sido de Mateo, el castigo me sobrevendría a mi.

Iba a decidirme por un no, pero cuando Daniel hizo un amago de tirarme, planté mis labios a los suyos.

#TeamEster #TeamAmelia. ¿Qué team son?