32

8.8K 624 103
                                    

Hace un rato había terminado la jornada del colegio, pero apenas había salido.

—Hoy iré con los pibes a tomar algo, ¿venís? —Pregunté mirando a Mateo.

Él me miró completamente serio, con algo de prejuicio.

—Ah.. tenés asuntos más importantes por resolver en el infierno con.. el señor de la oscuridad. —Me burlé.

Mateo fingió una sonrisa.

—Que graciosa, eh. —Dijo rodando los ojos. —Capaz un día lo conozcas, así quizá de te de risa también, es un tipo muy gracioso. —Habló con cinismo.

Dejé de sonreír y lo miré seria.

—¿No aguantás una broma? —Pregunté y él alzó los hombros.

—Nuestro sentido del humor es muy distinto, si yo quisiera reírme podría llevarte a un lugar oscuro y convertirme en una bestia macabra que te dejaría despavorida en la casa. —Se rió.

Lo miré confundida y con disgusto.

—¿Eso te sube el humor? —Dije negando con la cabeza.

Él ladeó la cabeza y sonrió.

—Otras cosas también, pero me ahorraré el dato. —Dijo mirándome.

A veces se me hacía extraño que siempre tuviera sus ojos blancos, sentía que no me estaba mirando unas veces y otras, sentía que me atravesaba con ellos.

—Por ahora. —Ultimó.

Me estremecí un poco al escuchar el tono de su voz.

Me iba a enloquece sin enserio me estaba gustando este.. ¿demonio?

Hice una línea con mis labios y me hice la tonta.

—¿Nerviosa? —Preguntó apareciendo de mi otro lado.

Negué rápido.

—¿Tenés algo que hacer o venís con mis amigos a tomar algo? —Pregunté insistiendo.

Mateo hizo una mueca de disgusto.

—No me can muy bien tus amigos, que digamos. —Dijo pasando una mano por su cabello. —Y yo no tomo nada, Bueno, no de lo que toman ustedes. —Alzó los hombros.

—¿Y qué tomás?—Cuestioné curiosa.

Él se relamió los labios y negó con la cabeza.

—¿Vamos? —Preguntó Micaela llegando a mi lado.

Me sobresalté un poco porque estaba "hablando sola".

—Sí, claro. —Dije sonriendo.

Ella asintió un poco extrañada para darse la vuelta y caminar devuelta donde nuestro grupo de amigos.

—Vamos. —Susurré y me di la vuelta para comenzar a caminar junto con ella.

—¿Todo bien? —Preguntó mi amiga.

Miré detrás de mi y me di cuenta de que Mateo no estaba con nosotros.

—Sí, sí. —Dije asintiendo con una sonrisa.

Ella no dijo nada más y caminamos junto con los chicos hasta una heladería donde decidimos que íbamos a sentarnos.

—¿Qué querés? —Preguntó Freddy.

—Un brownie, con helado de vainilla y crema chantilly. —Dije y él asintió.

—Siempre lo mismo. —Comentó Andrés.

Mientras Freddy hacía los pedidos no pude evitar pensar que todo lo que hablábamos era demasiado trivial. Digo, hablaban del colegio, de las jodas en las que habían estado y demás cosas.

Bueno, somos adolescentes y de eso se trata nuestras vidas, no tenemos mucho más de lo que hablar, fuera de teorías conspirativas y ese tipo de cosas. Incluso si lo pensaba, siempre hemos hablado de ese mismo tipo de cosas pero, solo hoy me pongo a pensar en que es una estupidez.

Quizá porque mi vida pasó de ser algo trivial y ahora estaba viviendo una aventura que no todos viven. Si lo veía desde un punto de vista general, era cool. Pero yo lo estaba viviendo y estaba temblando de miedo, y deseando no haber cometido ese error nunca.

Y peor, empezaba a sentir que ese espíritu provocaba cosas en mi.








10/10<3

No lo dejé picando para dejarlas tranqui un rato.<3

Hell [✓]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz