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Mateo

Terminé de beber el líquido rojo y miré a un lado a Daniel.

—¿Y Melanie? —Pregunté.

No la había visto en días.

—En la suya. —Dijo Dani restándole importancia. —¿Por qué preguntas?

—Solo por curiosidad. —Alcé los hombros.

Quería preguntarle algo a Melanie, aunque la respuesta fuera un tanto obvia, igual quería que ella me lo confirmara.

—¿Y sigues con la humana? —Preguntó Dani.

Hice una mueca porque era un tema que no quería tocar más y mucho menos con él.

—Solo estoy buscando su alma. —Le dije. —Y me agrada un poco. —Alcé los hombros. —Solo te pido que dejés de meterte.

—Flaco, hay algo extraño en esa mina. —Dijo frunciendo el ceño.

—Si hay algo extraño, yo veré. Tranquilo, voy a estar pendiente yo de la situación. —Dije serio y él rió un poco.

—Vaya, vaya. —Escuchamos Dani y yo a nuestras espaldas, a lo que nos giramos.

Contemplé a Lily parada, vistiendo un vestido morado de cuero algo ajustado.

Sonreí ladeado  palmeé la silla a mi lado para que se sentara.

—¿Todo bien? —Pregunté mirándola.

Se veía mucho mejor que cuando la vi en el juicio, cosa lógica.

—Sí, supongo. —Dijo sentándose en la silla vacía mi otro lado.

Pidió en la barra una bebida y se quedó mirando sus manos apoyadas en la madera.

—¿Y como vas tú? —Preguntó ella rompiendo el silencio y mirándome de nuevo.

—Bien, digamos. Te he visto bastante en el infierno, ¿ahora es tu hábitat? —Pregunté curioso.

—Sí, se compadecieron mucho de mi. —Dijo peinando su cabello.

—Ah, genial. Yo habría hecho lo mismo de no haber sido que me encerraron en tu casa. —Dije burlonamente.

Ella rodó los ojos sin dejar de sonreír.

—Te merecías mucho más. —Dijo Lily y Dani rió.

—Bueno, sobro yo aquí, eh. —Dijo él levantándose. —Me voy.

Sin más desapareció y la intranquilidad apareció en mi ser. Pero estaba seguro que no se arriesgaría a volver con ella.

Hice algo relativamente malo pero, no sé, no lo es en realidad.

—Yo no te he visto tanto por acá a vos. —Dijo ella recibiendo el líquido rojo que hace poco le habían traído.

—No, tengo varios asuntos allá arriba. —Dije y ella asintió mirando la mesa.

Para estar entre mortales, te veo muy débil. —Dijo mirándome. —Así no vas a lograr ascender.

Hice una mueca y apreté mis labios entre sí.

—No estoy muy seguro ahora de que quiera ser un príncipe. —Dije y ella frunció el ceño.

—¿Por qué no? —Preguntó curiosa.

—Porque no. —Dije alzando los hombros. —Capaz Ester tenía razón y todo esto es una estupidez.

Ella abrió mucho los ojos y luego rió secamente.

—¿Estás diciendo que no hacés nada de esto por Ester? —Preguntó con ironía.

—No dije eso. —Dije mirándola altivo.

De hecho, por Ester, tendría que haberme vuelto príncipe ya. Pero no sé por qué estoy tan dubitativo.

No podría ser por Amelia.

Me estaba distrayendo del plan pero se me salía de las manos como hacerlo. Mi interior estaba gritándome que me alejara de Amelia pero también la necesito y no hay forma de que me aleje de ella.

Solo que ahora no estoy muy seguro de cuál de las dos es mi razón.

—Sabes.. —Dije suspirando profundamente y luego mirando decaído a Lily. —Nunca supe por qué no la resucitaste.

Ella tomó aire y luego miró arriba para expulsarlo con pesadez.

—Porque su cabeza fue escondida. —Dije algo triste. —Hasta el día de hoy no he encontrado donde la enterraron.

Yo alcé ambas cejas y luego ajé la mirada.

No hay otra forma. Se todo lo que necesito. Mi principado, otra bruja y a Amelia.







3/3

Igual creo que seguiré actualizando porque me ceba la fic.<3

Hell [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora