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Estaba caminando en un pequeño hilo, con total desequilibrio, pero aún así, no caía. Y mi pregunta era, ¿cuánto tiempo me quedaba para terminar cayendo? Si miro donde estoy parada y veo todo lo que debo cruzar, puedo deducir también mientras tambaleo, que no tardaré mucho en car. Pero, ¿cuánto exactamente?

Mamá no quiso responderme nada y, parecía muy asustada. Se rehusaba totalmente a decírmelo.

Por otro lado, mi mente no paraba de pensar en Mateo, en lo que había dicho. A ver, no es como si hubiese acabado mucho en mis dudas. Al menos ahora sabía que era "un demonio", aun así, no entendía lo que hacía.

Digo, ¿cuál es su propósito?

Es que me ponía a pensar y me parecía realmente estúpido estar en una vieja casa abandonada, esperando por años a que alguien entre y así poder asustarlo. ¿No era demasiado estúpido?

¿Cómo hallar respuestas sobre él sin recurrir a él mismo? Pensaba que quizá en "la casa embrujada" podría haber algo que me lo dijera, pero yo no podía volver allí, al menos no sin cagarme.

Aun así, repasaba una y otra vez lo que había visto en la antigua casa. Nada, madera vieja, algunas cosas cubiertas y un sofá que apareció.. de la nada. ¿Eso quería decir que habían cosas ocultas?

Me removí en mi cama tratando de despejar mi mente y dormirme de una vez, cuando un recio viento entró por la ventana.

En seguida me incorporé en la cama con el corazón acelerado y encendí la lámpara que se encontraba al lado de mi cama.

Resoplé al ver la ventana abierta. Me levanté rápidamente a cerrarla porque no había chance de que durmiera con tanto frío.

Cuando la cerré me di la vuelta para volver a mi cama pero terminé ahogando un grito cuando me vi acorralada contra la ventana.

Solté un suspiro pesado, totalmente nerviosa ante su cercanía imprevista.

Una sonrisa.. terriblemente sexy se asomó por sus labios, causándome un escalofrío.

—¿Sexy? —Dijo divertido provocando que mis mejillas enrojecieran.

Mis manos seguían temblando, esperando a que se apartara de mi camino y me dejara ir a dormir.

—Hay demasiadas preguntas en esa cabeza. —Dijo relamiendo sus labios.

—¿Vas a responder alguna? —Pregunté tratando de sonar segura.

—No. —Sonrió alejándose finalmente de mí.

Solté todo el aire que sin darme cuenta había estado conteniendo en mis pulmones.

Podía notar la satisfacción que tenía a causa del temor que provocaba en mi.

—¿Es tan divertido? —Dije molesta.

—¿Querés que responda? —Preguntó.

Alcé una ceja pero el no dijo o hizo nada.

—Sí. —Hablé finalmente.

—Mala elección.

Mi corazón se detuvo cuando me empujó y provocó que increíblemente atravesara la pared de mi casa y empezara a caer. Largué un grito y cerré mis ojos temiendo por mi muerte.

Abrí mis ojos y me di cuenta que simplemente me encontraba acostada en mi cama.

Mateo reía parado a un costado de ésta.

—Es muy divertido, si era eso lo que me preguntabas.

¿Cómo podía jugar así conmigo?







Había cometido un error y publiqué dos veces el cap tres, ahora sí, el cuatro jajaja<3

Hell [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora