43

8.2K 689 171
                                    

—No te voy a dar mi alma, Mateo. —Dije medio molesta, alejándome.

Él lamió su labio y sonrió rodando los ojos.

—¿Por qué no? Ni siquiera sabés para que la quiero. —Dijo alzando los hombros.

—Y justo por eso. —Dije mirándolo obvia.

—Si te lo dijera, ¿me la darías? —Cuestioné.

—¿Qué tanto te importa mi alma? Podrías tomar otras cosa de mi que yo no me molestaría en replicar. —Dije algo decaída, bajando mi mirada.

—Amelia. —Me llamó provocando que lo mirara. —Eso ya lo sé. Se que podría tener tu cuerpo como quiera, a mi disposición, eso ya lo sé. Y me gusta. —Dijo seguro. —Pero volvés a confundirme. Los humanos solo se fijan en ese tipo de cosas, en carne.

Mateo y yo éramos de mundos muy distintos.

—No digo que no me provoquen tus caderas, o tu cintura, me gustan mucho. —Aseguró. —Pero busco cosas más profundas que esas.

—Bueno, como sea, mi alma por tu compañía en una joda no es un buen trueque. —Objeté.

—Estoy dispuesto a pagar cualquier precio. —Dijo sin titubear.

—No creo que debamos discutirlo ahora, se me hace tarde, ¿vienes o no? —Pregunté tratando de tragarme la molestia que me invadía.

Mateo rodó los ojos y asintió.

—¿Ves que me porto bien con vos? —Dijo mirándome. —Más te vale que me pagues con la misma moneda.

—¿Y qué podría hacer yo? —Cuestioné abriendo la puerta de mi habitación.

—Que se yo, cosas que no me gusten. —Dijo tomando mi mano y saliendo conmigo de casa.

Sentí un cosquilleo en mi estómago con ese simple acto. Miré de reojo a Mateo y fruncí el ceño al ver que se veía bastante diferente. Había.. algo que lo hacía lucir más humano, como si lo espeluznante de él se hubiera esfumado.

—Te ves raro. —Confesé.

Mateo rió y mi corazón se aceleró al ver que su risa se veía como la de un pibe más y no tan espeluznante, lo único que la seguía haciendo diferente es que era la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida.

—Es porque me veo como un humano, para que todos me vean. —Explicó.

Asentí tratando de entender su forma de funcionar.

—Entonces.. ¿todos te ven? —Pregunté entusiasmada.

Me sobresaltó un poco cuando Mateo nos llevó en un segundo hasta la cuadra donde se encontraba la fiesta. ¿Cómo supo donde era?

bueno, era una estupidez preguntármelo, justo ahora esperaba cualquier cosa de Mateo.

—Sí, seré tu novio por esta noche. —Dijo y sonrió de lado.

Yo me quedés pasmada mirando lo hermoso que era. Me estremecí al sentirlo acercarse a mi.

—No te ilusiones. —Puso sus ojos blancos.






Gracias x votar y comentar. 

Como entregue la tarea de física me pongo a actualizar.

Hell [✓]Where stories live. Discover now