Hell [✓]

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CAPÍTULO DISTINTO AL ORIGINAL, POR PÉRDIDA DE ÉSTE ):

Hoy era sábado, lo que significaba que hoy iba a ver a Larry. Había quedado con los chicos en ir al cementerio, al entierro de la mamá de nuestro antiguo amigo.

Estaba algo nerviosa porque se suponía que iba a sacarle respuestas acerca de ese accidente que ocurrió hace tantos años.

Mateo por suerte no se encontraba aquí, y esperaba que al llegar al cementerio tampoco estuviera, porque realmente me intimidaba muchas veces.

Además, no se que tanto podría indagar con él a mi lado.

Estoy un poco nerviosa desde las palabras que me dijo en casa de Santino, ¿realmente le serviría acostarse conmigo? 

¿Él lo haría?

Salí de esos pensamientos cuando un mensaje me llegó al celular y me di cuenta de que mis amigos ya habían salido.

Me puse los zapatos que era lo único que me faltaba y salí a la sala para mirarme al espejo. Solo esperaba que todo saliera bien, cosa que al final dudaba mucho porque últimamente a mi nada me salía bien.

Mi cuerpo se estremeció y sentí ese típico ambiente pesado aparecer en el lugar, solo que se sentía peor. Mi piel se erizó completamente y mi corazón se aceleró nervioso.

Me di la vuelta tratando de localizar a Mateo, pero me paralicé al ver del otro lado de la sala una sombra negra que parecía espesa, era muy grande.

Mis labios se separaron un poco mientras yo miraba horrorizada a aquella sombra que poco a poco iba tomando forma. 

Me corrí hacia atrás hasta chocar completamente con la pared, mirando a un chico que llevaba en su cabeza dos cuernos grandes y y en sus espaldas unas alas.

Por deducción se podía decir que era un demonio, pero es que Mateo no lucía así.

Mis piernas flaquearon, sentía que en cualquier momento me iba a caer, sentía mi garganta amarga y trataba de hacer que mis manos dejaran de temblar.

Una sonrisa espeluznante apareció en su rostro.

—Hola. —Saludó aun con esa sonrisa en su cara.

Avanzó con una velocidad increíble hasta mi, y sin poder seguir sus movimientos, su mano se encontraba en mi cuello, aprisionándome contra la pared.

—M-mateo.. —Pronuncié como pude.

A nuestro costado apareció el recién nombrado con una expresión medio molesta, que cambió rápidamente a impresión al ver la situación.

Mateo empujó al demonio y ambos rodaron por el aire para luego atravesar la pared de mi casa.

Tomé aire tratando de recuperar mi postura y tomé mi bolso para salir corriendo de casa, aún con el corazón en la boca.

Este capítulo tuve que volver a hacerlo, más o menos me acuerdo como era y lo traté de hacer lo más parecido posible. Igual toda la info importante de ese cap está ahí.

Las amo<3