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Amelia

Estaba tirada en mi cama, había entrado en lo que parecía ser una temporánea depresión. Tenía mi cabeza enterrada en mi almohada y sentía que no podría levantarme en mil años aunque quisiera. Y bueno, ya llevaba una semana.

Mateo ni se ha aparecido por aquí, simplemente lo detesto y con muchas mas fuerzas me detesto a mi misma. 

Porque, es lamentable enamorarse de alguien y no poder hacer nada al respecto aunque sepa que está mal. Si fuera un humano, tal vez podría luchar contra mis sentimientos y alejarme de él.

Pero no, la señorita tenía que enamorarse  de un demonio y entregarle su alma. 

Maldije para mis adentros porque no había forma de que me alejara de él, incluso aunque muriera. Nunca pensé que Mateo pudiera guardar un secreto así.

—¿No vas a comer? —Preguntó mi mamá abriendo la puerta.

Y menos que mi mamá me lo ocultara.

Me di la vuelta sobre la cama.

—Ya lo se todo. —Dije mirándola.

Ella frunció un poco el ceño.

—¿Por qué estás llorando? —Preguntó mi mamá.

—Porque ya lo se todo. —Dije con la voz rota.

—¿Podés ser más directa quizá? —Preguntó medio harta.

—Me enteré de lo de papá, y de la maldición. Ya se quien es mi abuelo, e incluso que tengo una hermana. —Confesé con dolor.

Mateo tenía razón, la culpa me carcomía de solo pensar que no me había dado cuenta que tenía una hermana, peor aún, que antes de enterarme de toda esta travesía la tratara mal.

Porque Mary era esa chica que todos trataban de rarita.

—¿C-cómo te..?

—Solo me enteré.. —Dije mientras sentía las lágrimas caer.

De una u otra forma, sentía rabia con ella por no haberme dicho, pero tampoco tenía como reclamarle, pues había escuchado de Mateo, su amenaza a mi madre.

—Ese demonio me persigue en mi cabeza, juro que me voy a enloquecer. —Dijo ella cerrando los ojos. —Aparece en mis sueños, me tiene loca..

—Entonces.. ¿crees que es cierto? —Pregunté.

—Tu padre me habló un poco sobre ello.. pero.. no eran cosas relevantes.

Reí secamente. —Tampoco quería escuchar.

Cerré los ojos con fuerza cuando sentí un fuerte dolor de cabeza,

—¿Podés dejarme sola? —Pedí.

Ella cerró la puerta y yo seguí dejando mi mente maquinar, inspeccionando un poco el rostro de Mary en mi mente, y dándome cuenta de que en realidad, teníamos algunos rasgos parecidos.

Mi celular vibrando me sacó de mis pensamientos, no tenía ánimos de nada, pero ya había llorado mucho.

Agarré mi celular y vi que Jazmín me había mandado una foto jugando en la playa.

Jazmín: ¿Qué prefieres, voleybol en la playa, o limbo? :)

Fruncí el ceño viendo una foto de ella jugando al voleybol, y otra en la que estaba jugando al limbo.

Una en la sombra, otra en juegos de playa.

Recordé la parte de la profecía que faltaba por descifrar.

"Las almas que no tienen dueño van al limbo". Fue lo que me explicó el ser infernal.

Entonces a eso se refería...






¿Cómo van?

Espacio para que depositen las cosas que aún no entienden<3

Hell [✓]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum