Ca¶ítulo | 18

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Cuando salí del hospital ya era bastante tarde otra vez pero valió todo el tiempo del mundo el ir a ver a Lucas, más aún despues de lo que pasó. Una línea de sentimientos bonitos cruzaron esa madrugada cuando me levanté y estaba Lucas a mi lado, aunque de la camilla mentiría si dijera que realmente fue cómodo dormir ahí.

De todos modos lo que mas me impresionó fue el ver a Jonathan en la habitación junto a Lucas. Me pareció raro pero no incómodo, me emociona el hecho de ver a Lucas con más gente que lo apoye a su al rededor, además lo sentía como un conocido cercano, no amigo, todavía no lo conocía bien pero soy conciente de él, y creía que era buena persona. 

Llegado a mi casa,  convencí a Magda de que me dejara acomodar mi habitación quería hacerlo mientras pensaba en muchas cosas así no solo pensaba si no que hacía algo productivo. Comencé con la ropa regada, los zapatos, ropa sucia y lo que estaba encima de mi cama entre ellos el vestido y el traje busque la cajas para guardarlos. El vestido en la roja y el traje en la caja donde estaba antes, recordé no haberle dado gracias a Magda por encargarse del pedido y después de terminar toda la habitación con escoba en mano y pala baje las escaleras y las llevé a la cosina, dónde ella esperaba con té en la mano que terminará la cocción de la pocible cena de esta noche.

- Esa sonrisa tan bonita que tiene mi niña-. Mencionó al verme dejando el té en la isla de la cosina. Achiné los ojos dejando las cosas en el cuarto de servicio y me acerqué a Magda sentándome a su lado aunque está estuviera parada.

- ¿Y su esposo Johs?-. 

- Salió por unos pedidos de su madre-. Alce los cejas en respuesta.- ¿A que se debe tu visita a la cosina?-. Pregunto burlona.

- Era solo decirte gracias por encargarte del pedido-. Magda asintió un poco dudosa y por supuesto yo seguí.- El del traje la caja que dejaste en la habitación.

- Ah esa caja...-. Magda pensó por un momento un poco largo.- Ya estaba cuando fui a ordenar la habitación.

Y por un momento mi corazón dejo de palpitar, al momento pensé en qué Josh pudo ser el que la haya dejado que era más que lógico puesto que se encargaba de los paquetes de la gran mansión. Así que igual le sonreí a Magda por la respuesta y me levanté de la silla.

- Bueno dele gracias al señor Josh de mi parte-. Ella asintió sonriente pero dudosa volviendo a tomar su taza de té y dejándolo en el mismo lugar que antes.

- ¿La cena estará lista en breve no quieres hacerme compañía hasta entonces?-.

- ¿Por qué no?-. Me volví a sentar. Y Magda se volvía a el horno dónde se cosía lo que parecía ser un pollo con verduras.

- ¿Vendrá alguien?-. Pregunté al notar que la cantidad que por lo general hacía Magda había doblado.

- Su mamá traerá a dos socios de la compañía eso fue lo que me dijo-. Dice Magda sacando los platos y la ayude con lo cubiertos escuchando todo.

-¿Sabes quiénes serán?-. Deje los cubiertos en la mesa después de que Magda dejara los platos y juntas los acomodamos.

- No se quienes serán, pero creo que debería vestirte más formal-. Me miró de arriba abajo y yo bufé graciosa.

- Está ves no comerán con nosotros-. Mire la cantidad de platos en la mesa.

- No pequeña, su madre nos informó en la mañana así que no te preocupes demaciado-. Sonreí apenada, me gustaba comer con Magda y el señor Josh me se sentía más a gusto pero que le ibamos a hacer si era mi mamá la que daba la orden.

- Creo que iré a cambiarme entonces-. Le dije a Magda saliendo del comedor y ella asintió alegre.

No me gustaba el hecho de que mi mamá al traer gente a casa no les permitiera cenar con nosotros, pero eran sus órdenes y se entendía si la cena era de carácter formal por parte de sus negocios.

RuedaS •|Si quieres te puedo llevar|•Where stories live. Discover now