RuedaS •|Si quieres te puedo llevar|•

Ca¶ítulo | 16

La fiesta era en la tarde noche del fin de semana. El día sábado, que ya había llegado y que mi mamá insistía en que lo disfrutara, mientras estaba en mi habitación y se vestía divertida. Las dos bajo la mirada de Magda sonriente que ordenaba todo mientras mi mamá lo desordenaba como niña pequeña entusiasmada.

Hablaba de aquí allá probándose vestidos que anteriormente habíamos comprado en la tipo salida de chicas. Magda solo se reía ante sus ocurrencias y por gusto estaba aquí. Le habían dado la tarde libre aun así Magda despidió pasará la tarde con nosotras hasta que tengamos que ir a la fiesta y por lo que estaba divertida.

Seguía debatiendo entre que llevar y que no quería el traje pero también el vestido. El mensaje de Lucas no me dió incentivo hacia ninguno de los dos, por lo que esperaba contar con la aprobación de mi madre y de Magda. Y aclaro no por la fiesta.

Los señores Levinors no me caían ni bien ni mal y ustedes ya se imaginan la relación con Malcon, mi madre estaba entusiasmada y pues me pegaba su entusiasmo un poco a mi. Entendía que era más por verla feliz a ella y son momentos que nunca habíamos pasado juntos, era como todo nuevo y me gustaba por eso no me detenía a complacerla.

Ya lista mi madre, quería que me pusiera el vestido, Magda también aunque el traje me llamaba la atención más a mi para esta ocasión.

Me dejaron sola para que eligiera lo que yo quisiera mientras buscaban otros documentos que tendrían que llevar por mero esfuerzo.

Opte por el vestido solo porque mi madre también llevaba uno y porque me sentía bien conmigo misma, me puse unas converse negras y con ello termine. Me mire al espejo solo para verme completa, sin darme cuanta había crecido otros centímetros más y sentí estás un poco más ajustadas que antes, pero me gustaba lo que veía, sin maquillaje ya que no era necesario y  estaba lista.

Baje las escaleras para mostrarle a Magda y a mi madre el estilo y aunque se mostraron complacientes mi madre tocó mi cabello un poco desconforme.

- ¿Que te haz hecho en el pelo?-. Es ahora que lo notaba y yo también me había despreocupado por ello. Ese día fue un asco aunque con Lucas logré que fuera más pasable ese momento o eso creo.

Las puntas ciertamente estaban desprolijas y  por lo negro del vestido llevarlo suelto mostraba un poco más su desperfecto.

- No creo que a alguien le importe como tenga el pelo mamá-. Le dije graciosa y ella se espasmo por ese hecho.

- Magda trae las tijeras-. Dijo rápidamente sentándome cerca de las sillas del comedor.   Magda venía con las tijeras y un tipo de Tela para que los pelitos no se pagarán ni a mí ni al vestido. Solo fueron unas cuántos minutos hasta que mi mamá mencionara que ya estaba lista y ahora sí era el momento.

Nos despedimos de Magda y de Josh que no tenía cara de Josh y mi mamá procedió a manejar, yo sentándome en la parte del copiloto.

Llegada a la casa de los Levinors como ya suponía la cena era una fiesta. La señora Levinors junto a su esposo esperaban en la puerta a los invitados y su entrada junto con la casa parecían resplandecer radiantes. Se celebraba un cierre de proyecto con una finalidad grandísima, el dinero que beneficiaba a las dos familias era una suma digna de celebrar, eso dijeron cuando mi madre se quedó un rato con ellos en la puerta y yo no escuché más porque decidí entrar.

Tan distinto era el ambiente comparado con la fiesta jovial que había hecho Malcon hace un mes o unas cuantas semanas. Todos vestidos refinadamente, la casa estaba llena, pero cada cosa elegantemente presentada.

Recorrí los estantes con comida y tome una copa de vino que repartía unos de los contratados para servir la comida en la fiesta. Con copa en mano recorrí nuevamente los pasillos que ya antes y mucho antes había recorrido y cuando no quedaba nada más por ver me dirigí al gran patio trasero.