RuedaS •|Si quieres te puedo llevar|•

Ca¶ítulo | 11

- ¿Lucas?-. Mi mirada contrariada se hace notar al frente de mi madre la cual me miraba enrarecida. Obviamente ella no sabía quien era Lucas.- ¿Donde estás?

- Yo estoy -. Escucho su respiración cansada, que me hace sentir una sensación extraña en mi pecho. ¿Alguien la ha sentido?, esa sensación de que se te oprima el pecho y de pronto ...- En el instituto.

- Pero , ¿ qué haces aya?-. Aún con el teléfono en mano busco lo necesario para irme en su auxilio.

- Solo ven a ayudarme por fa...

La llamada se corta y mi corazón se comienza a acelerar al mil. El saber que le pasó a él chico en silla de ruedas me angustia y la mirada de mi madre lo hace notar. Sabe que estoy mal sabe lo que necesito.

¿Porque antes no eras así?

En este momento es lo menos que importa.

Con llave en mano juntas nos dirigimos hacia uno de lo autos, ya en este, siento de nuevo esa sensación que me aturde que me deja demasiado angustiada.

Las ganas de llorar solo se me acumulan al mil y me dejan en un estado vulnerable.

- Hija-.

Miro mi alrededor, todavía no nos movemos. Comienzo a sentirme encerrada me falta el aire.

- Hija-.

- ¡¿Qué ?!-. Le gritó en angustia mientras mi corazón se oprime y a mis pulmones le falta aire.

- Dime a donde tenemos que ir-. La miro y trato de hablar pero las palabras se traban en mi garganta sin ningún asomo de querer salir. No se lo que me pasa.- Hija dime donde-. Mi madre parece preocupada y por fin después de un largo momento entro en razón.

- ¡Al instituto!-. Grito y por fin el auto arranca.

El camino me parece eterno, la ansiedad me consume y la idea de creer que el chico en silla de ruedas podría estar peor de lo que me imaginaba me consume al tal punto de querer ser yo misma la que maneje el auto para acelerar a lo máximo y llegar ante él, salvarlo.

-Ya estamos aqui-. Dice mi madre y habro la puerta rápidamente, parando solo porque esta toma mi mano de fuerte manera.- No cometas locuras, cuídate, te espero aquí.- Asiento y le doy una última mirada antes de entrar por las puertas que hacía de entrada al instituto.

Con entrépito me apresuro a pasar y la música que seguramente salía del gimnasio se escuchaba hasta los pasillos donde me encontraba.

« Lucas por favor espera.»

Sigo buscando los pasillos se me hacen interminables casi como un laberinto sin final.

- Lucas-. Comienzo a llamar para que en el silencio sin contar la música que venía del gimnasio, pueda escuchar su voz, pero nada.- Lucas-. Vuelvo a intentar, pero parece no resultar.

¿Estará en los baños?

Eso no lo podría responder a menos que lo buscará y al estar ya en el baño no hay ni rastro de él. Cierro la puerta del baño y me hecho al suelo a llorar. El sentimiento de saber que necesita ayuda y en este momento no estar con el me deja desamparada.

- Joh-. Escucho entre ruidos el susurro de su voz y me paro doy vueltas a mi mirada en mi lugar y corro en busca de él.

- Joh-.

- Lucas-.

Me rompe el alma ver lo que le han hecho. Cualquier persona que haga algo así no merece llamarce ser humano. El lastimar a una persona más débil que tu no te hace más fuerte, te convierte en un cobarde.