Ca¶ítulo | 24 . 2

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La mamá de Lucas volvía a ser tan parlanchina como antes. Habia recordado el primer día en que estuve en esta casa y nunca me sentí tan a gusto, como si no pasará nada, eran lapsos que con Lucas se sentía tan normales pero una normalidad tan rara, aunque no me disgustaba en absoluto. Seguía ignorando el tema de Louis o almenos yo lo sentía así, pero después de lo de Lucas, no sacaría nada a flote. No podía llegar a tal conclusión si no tenía todos los nudos resueltos.

- ¿Estuvo buena la cena?-. Apenada la madre de Lucas retira nuestros platos vacíos y se dirige a lavarlos. Obvio no nos retiramos porque parecía que quería seguir la charla.

- Estuvo exquisita-. Dije nerviosa y sonreí viendo cómo ella solo asentía y me miraba por una vez mostrando su sonrisa. Sabía que seguía incómoda aunque su amabilidad se notaba. De apoco recibía perdón.  Aunque mi lapso de redención llegaría cuando supiera lo que pasó con Lucas.

- No sabía que te gustaba tanto el arroz con huevo frito-. Ríe su madre ante mi respuesta.

- Me encanta el arroz, enserio estuvo exquisito-. Me apure a decir y no solo ella se burló si no que Lucas le siguió la risa.

- Creo que si le gusto mamá ya puedes parar de incomodarla-. Lucas me sonríe avergonzado y yo le sonrió de la misma manera.

- Ya dejen de mirarse así-. La madre de Lucas nos para en el momento justo y secándose las manos niega con la cabeza repetidamente.- Ya se que quieren retirarse solo, no cierren la puerta-. Sale de la cosina después de decir eso. Y me pare de la silla y llevé a Lucas a la habítacion.

Por los pasillos tocando aquellos tubos afirmados a la pared y pensé que no importara como fuera. Estaría con Lucas. Recordé el hospital y me ruborricé, pero apretando la última parte del tubo al final me enoje conmigo misma por las razones de que él  hubiera estado allí. Las veces que lloré y espere continuamente su recuperación, aunque el me dijera en cada momento que estaba bien. Cómo la primera vez que lo dañaron y culpo a las inexistentes escaleras.

- ¿Vamos a entrar o no?-. En medio de la entrada a su habitación Lucas me hablaba y volvía a mis sentidos. No sin antes mirar aquella puerta que se interponía entre la de su madre y el baño. La que estaba llenas de fotos a oscuras, ahora, permanecía cerrada con la el reflejo de la luz.

- Vamos-. En broma hice el sonido de un motor y pase cerrando la puerta con el pie, empujando su silla hasta la parte de la cama. El se acostó como pudo saliendo de su silla y mientras los esperaba hasta que estuviera bien acomodado me abalansé aunque con cuidado de no dañarle, porque a mis ojos seguía siendo frágil, lo abrace y sentí su aroma a suavizante. Inhale fuerte y apreté más.

Sentí mi útero retorsigarce y apreté más su cuerpo.

- Joh-.

- ¿Sí?-.

- Me estás lastimando-. Lo solté de inmediato asustada y trate de revisarle el cuerpo, hasta ver qué estába bien, bajo su mirada burlona y el solo volvía reír.

- Eres un estúpido, chico de la silla de ruedas-. Volví a abrazarlo sin tener ni un índice de volver a soltarlo.

Caían las gotas.

-¿Trajiste algún apunte?-. Pregunta después de un rato en silencio.

Lo mire sería.- Enserio crees que me importan tu estúpidos apuntes-. Me alejé de él y el solo me miraba con media sonrisa y con su espalda pegada al espaldar de esta.

- Ya, ok tranquila, pensé que para eso habías venido-. Dice y pega su cabeza a la pared.

- Estuve todo el día pensando en porque no habías venido...-. Respire hondo y llene mis labios de saliva con la escusa de no parecer ya seca de lo seria que quería que se volviera la conversación aunque con miedo a que realmente lo fuera.

RuedaS •|Si quieres te puedo llevar|•Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang