Capitulo 34

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traté de darle melodía a la guitarra, pero mis dedos, estaban mas débiles que nunca, y no pudieron ni siquiera coordinarse al intentar hacer la primera nota. Era inútil, al igual que mi vida.
Tome una tijera que tenía a mi lado, y una por una fui cortando las cuerdas de la guitarra, como quien saca los pétalos de una flor, consultando si es querido o no.
Hasta que las cuerdas se fueron rompiendo, ...

una por una, y las fui dejando a mi lado.
Era como la guitarra que tenía en frente; inservible, rota. Perteneciente de un cajón hace años, sin poder salir, atada al polvo y la oscuridad.

Un mes. Un mes exactamente había pasado desde que no veía a Zayn.
El era mi deseo a las 11:11 cada noche, y de vez en cuando trataba de hacer que esa desafinada guitarra se arreglara, como si eso pudiera arreglar mi corazón. Pero supongo que eso nunca puede pasar.
Cada día era mas difícil, duro, y casi imposible de vivir. Cada día sin el era una verdadera pesadilla.
Pensé, creí con todo mi corazón la primera vez que lo vi que eso sería un escape a mi vida con la bestia, pero desde que no lo veo, había sido mucho peor. Antes no me importaba estar allí, porque sabía que no tenía salida, y estaba acostumbrada a vivir esa horrible vida, pero ahora, era distinto, tenía esa sensación de que el estaba en la ventana esperando por mi.
A veces oía su voz, y me asomaba por la ventana como un rayo de luz, a gran velocidad, con los ojos brillando, pero me daba cuenta de que solo era mi imaginación, y el viento era lo único que llamaba mi nombre en ese momento.
Cada noche,después de pedir ese inservible deseo, me tiraba en la cama a llorar, viendo por el hueco de la ventana las estrellas, esperando simplemente que el este haciendo lo mismo, porque eso me hacía creer que estaba cerca mío.
¿Y mi tía? me tenía vigilada por todos lados, estaba encerrada en un mundo de dolor.
Quizás saber que el estaba bien me calmaría por completo, me haría hacer quedar allí, feliz y tranquila. O solamente darle un ultimo beso, decirle te amo por ultima vez, sentir el cálido contacto de su mano con la mía, que mis mejillas se sonrojen una vez mas cuando el intenta manipularme con sus brillantes ojos. Incluso estar en la casa de su Madre podría ser aún mas feliz y menos agobiante que estar allí tirada en el suelo, esperando por alguna otra persona a la cual complacer.
Abrí el cajón para sacar nuevamente las cuerdas y tratar de arreglar, nuevamente esa desafinada guitarra.
La oleada de polvo estalló en mi cara, como de costumbre, y ya incluso se me hacía divertido.
Giré mi cabeza para que el polvo no me llegara y sin ver el cajón metí mi mano buscando las cuerdas.
Cuando creí que la tenía en la mano, una textura lisa y firme se posó en mi mano.
Volví mi mirada al cajón y un pedazo de papel en mis manos se dibujo perfectamente.Empolvado, del mismo color del cajón. Quizás si nunca hubiera metido mi mano allí, nunca lo hubiera visto.
Lo sacudí suavemente y lo puse sobre mis rodillas. Claramente, era un sobre.
Fruncí el ceño confundida. Que podría hacer un sobre en mi cajón.
Me encogí de hombros y lentamente lo comencé a abrir. No tenía nombre, fecha, nada por afuera, simplemente ese sobre de papel.
Saqué de adentro una hoja de papel perfectamente doblada por todos lados que inmediatamente comencé a desdoblar.
Al ver nuevamente esa letra dibujada en la carta, mi corazón entero se paralizó y un nudo en la garganta me impidió decir una palabra.
Sabía de quien era, reconocía esa letra en todas partes, aunque pasaran mi años mas, esa letra seguiría siendo totalmente reconocible para mi.
Una lagrima cayó por mis mejillas, no quería leer el contenido, era realmente doloroso en si solo verla.
Respiré profundo mil veces antes de darme cuenta que no perdería nada con leer, después de todo, esa persona ya no estaba conmigo.

"Querida ____:
Feliz cumpleaños número siete. No sabes lo feliz que tu padre y yo estamos de que cada año estés con nosotros una vez mas. Te diré con certeza, que eres lo mas especial y hermoso que tengo en toda mi vida, y que cada minuto contigo, es como el día en el que naciste, el día en el que te vi por primera vez.
Sabes, no estaremos juntas por siempre, algún día serás una hermosa señorita, y tendrás un trabajo digno de ti. Estarás casada con hijos, y quizás ya no te acuerdes de nosotros, pero para ese entonces, solo me quedará el orgullo de ser tu Madre. por mientras, disfrutaré el resto de los años que me quedan contigo.
Pd: mi deseo a las 11:11, es que a ti nunca te pase nada"

Dejé caer una lagrima por mi mejilla, y otra, y otra, y otra.
Era como veneno, como si me estuvieran inyectando una aguja que se basara en el dolor de las personas.
- Porque te fuiste...- susurré para mis adentros arrugando la carta que tenía en mis manos- porque me dejaste sola..

Me dejé caer en el helado suelo. Este era el preciso momento en el que comprendía que los deseos no se cumplen, nunca se cumplirían, solo eran estúpidos anhelos del corazón.
- Mocosa- la puerta se abrió y levanté mi mirada triste hacia la bestia que se asomaba por ella. Lo que me faltaba, que ese monstruo me molestara. No era el momento correcto- deja de llorar- me ordeno- en un minuto te traeré un cliente.
- Por favor- le supliqué llorando, sintiendo como mi corazón se llenaba de dolor e impotencia- no quiero.. no ahora
- cállate- me fulminó con su asquerosa mirada y cerró nuevamente la puerta.
Mi vida, era un verdadero infierno, de esos donde te puedes encontrar al mismo diablo en el camino.
Me levanté del helado piso y me miré al espejo, estaba devastada, incluso me asusté al mirarme a mi misma.
Me senté en la cama, con el corazón echo pedazos, y con una aguja en todo mi cuerpo, esperando que llegara esa persona.
Pasaron los minutos, y mientras mas pensaba, mas me dolía.
La puerta se abrió y me giré para ver quien era la persona que necesitaba de mi en estos momentos.
Nuevamente mi corazón se paralizo, y necesité de algunos momentos para volver respirar.
Ese rostro. Lo había visto en otra parte. Lo conocía.

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Next To You - Zayn Malik y TuWhere stories live. Discover now