Ruby y el Caos

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Ruby no entendía por qué todo el cuerpo le dolía tanto. Tal vez el aguijón de escorpión del abismo que tenía clavado en el estómago tendría algo que ver...

Mientras sentía que el Kathaw la iba a arrastrando más y más tierra adentro (o abajo, ya no lo sabía) se concentraba en seguir consciente. El dolor era simplemente insoportable. Imagínate que te están clavando lentamente en el pecho una espada, y que le van dando vueltas ya en el interior de tu ser, y que al mismo tiempo te van clavando dagas envenenadas por toda la piel, y que también te están sumergiendo en ácido...bueno, a Ruby le dolía mil veces más...tal vez billones de veces más...

Pero sabía que tenía que mantenerse despierta. Sabía que debía de estar muerta hacía minutos, pero ella sabía soportar aquellas heridas, incluso las de escorpión del abismo. Ya le había pasado, hacía muchos años, y, milagrosamente, había conseguido sobrevivir. No tenía idea de cómo, pero lo había hecho.

Y, si se desmayaba, podía caer muerta. No podía permitirse aquello. Simplemente no debía.

Sentía cómo aquel Kathaw la iba arrastrando por una superficie rocosa y filosa que le producía varios cortes en la piel, más de los que ya tenía. Sentía como poco a poco la atmósfera iba cambiando. Sintió primero una atmósfera pegajosa y caliente, y la reconoció al instante: era el Tártaro.

Solo pudo pensar: otra vez no.

Parecía que las Moiras se ponían en "nivel creativo" cuando tenían que ponerse a hilar el futuro de Ruby. La chica quería darles una patada en el trasero por eso...pero probablemente confeccionarían la muerte más dolorosa que pudiera existir si Ruby hacía eso.

Aunque la chica no creía que hubiera algo más doloroso que tener un aguijón clavado en el estómago, esparciendo su veneno mortal por todo tu organismo.

Sentía su sangre esparciéndose por su camisa, y su pecho, y llegándole al cuello. De acuerdo, ella sabía que poseía la inmortalidad, y que sólo era posible que ella muriera en una batalla. Pero...según lo que recordaba...también si estaba muy, extremadamente herida...era posible que muriera...¿el veneno de escorpión del abismo se consideraba como una herida muy grave, sobre todo si no te sacaban el aguijón que te atravesaba el abdomen? Ruby no lo sabía...pero era posible que muriera si el veneno era letal...

"Okey", se dijo, basta de pensar. "Te vas a explotar el cerebro antes de que el veneno lo haga."

Sintió cómo la iba arrastrando más y más y, por desgracia, supo a dónde diablos la llevaba.

El Caos.

Ruby hubiera gritado de desesperación si no fuera porque simplemente no tenía fuerzas ni para abrir los ojos o para gemir de dolor.

No podía ser...por qué otra vez...¡¿no había sido suficiente una sola vez?! ¡No podía ser que volviera a estar ahí! ¡Qué diablos con ustedes, Moiras!

Ruby podía soportar el Tártaro, a duras penas, pero el Caos...casi no recordaba nada de su estancia en ese horrible lugar. Solo recordaba dolor, un dolor tan intenso que le teñía la vista de rojo, oscuridad, frío y soledad.

Pero había sido horrible. No podía soportar eso de nuevo.

En el Tártaro, no terminaba de matar a un monstruo cuando ya otro le estaba diciendo hola; no recordaba haber dormido un solo momento allí. A pesar de que estaba agotadísima, todo le dolía y sangraba terriblemente no se dormía. Se sentía demasiado aterrada y adolorida como para poder conciliar el sueño. Además, temía que un monstruo pudiera matarla mientras ella dormía.

Así que se decidió por no dormir en el Tártaro.

Al menos, se acostumbró. Era fanática de los mitos griegos en esos tiempos, y se sabía los nombres de casi cualquier criatura que existiera; pero le pareció aterrador enterarse de que todo era real. Sobre todo si en tu primera visita al mundo griego eras llevada al peor lugar que existía.

La Joya del Mar (Percy Jackson Fanfic) Book 1. The Children of PoseidonUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum