La Joya del Mar (Percy Jackson Fanfic) Book 1. The Children of Poseidon

Decisiones

-Mi amor...necesito que te tranquilices... -le rogó Rick a Ruby, acariciándole la espalda a la chica, sentados en el sillón antiguo de su casa en el barrio.

Ruby sollozó.

-Dieciocho años...dieciocho años esperé para que Poseidón me dejara conocer a Percy. Yo lo velé con las burbujas del recuerdo de mi padre, y ahora...me quita mis logros...me menosprecia...

-No entiendo cuál es su problema. –opinó John, jugando con las cuentas de acero de su collar. Angie asintió junto con Charles, cogiéndole la mano al chico.

-Es un engreído. Restregarte todo lo que ha hecho en tu cara...es simplemente inaceptable. –comentó Angie, posando una mano en la pierna de su amiga.

Le destrozaba ver a Ruby así. La chica no era de llorar nunca, se lo guardaba todo, pero había llegado a su punto límite. Se habían marchado del Campamento Mestizo, volvían a estar en su antigua casa, habían vuelto a la miseria...y Ruby no parecía estar ni dispuesta ni parecía tener las suficientes fuerzas para soportarlo más.

-Nunca debió decirte todas esas cosas. –convino Charles.

Ruby meneó la cabeza.

-Que soy la favorita de Poseidón...¡¿desde cuándo?! Poseidón no me sacó de la miseria, ni me salvó cuando nos secuestraron, ni estuvo nunca en mi vida. No fue hasta los dieciséis que me enteré de que era una semidiosa...Nunca estuvo, y eso es algo común en los mestizos, pero...nunca intentó ayudarme, ni salvarme...sólo fue cuando estuve en...en el Caos que se antojó de revelarme ese secretito...¿Por qué Percy no se da cuenta? Es cierto, no la ha tenido fácil, ¡pero yo tampoco! ¡Y me rebaja como si fuera...como si fuera basura! ¡Como si se avergonzara de tenerme como hermana! Él...por los dioses, él...tiene todo lo que yo quise. Vivió tranquilo hasta los doce, estudió, tiene una casa, su...su madre está viva...yo...no tengo nada de eso.

-Pero nos tienes a nosotros. –le recordó Rick, besándole la frente. Ruby soltó otro par de lágrimas.

-Claro que sí, y ya habría enloquecido por completo si no los tuviera. –les dijo ella, sonriendo. Le cogió la otra mano a John. –Y...son lo mejor y lo más preciado que tengo, sólo que...no es fácil...Yo los arrastré en esto. Yo fui la que los sacó de Edevane...yo...soy la única responsable de que vivan de esta forma...en esta porquería de lugar.

-Eso no es cierto, Ruby. –repuso Angie –Nuestros padres fueron los que lo decidieron, y no fue tu culpa nada de lo que nos pasó. Es más, tú eres la que nos ha protegido y apoyado todos estos años; siempre nos ponías a nosotros primero que a ti, siempre te preocupaste por nosotros y lo sigues haciendo. No dejes que el idiota de Jackson te haga dudar eso.

Ruby sollozó, soltando otra lágrima.

-Sigo sin entender qué diablos hice para merecerlos. –lloró y se dieron un abrazo.

Se quedaron un momento en silencio.

-Bueno... -dijo Charles después de un instante. –Yo no es por nada ni por presionarte, Ruby, pero...no sé si soy el único...pero yo no quiero seguir aquí.

-Yo tampoco. –convino John.

-Pienso igual. –terció Angie.

-Estoy de acuerdo. –opinó Rick.

-Yo menos quiero estar aquí. –dijo Ruby, suspirando. –Pero...no sé adónde podemos ir...no tenemos dinero... -pero entonces abrió los ojos de par en par, y su boca formó una O.

-¿Qué...qué tienes, linda? –le preguntó Rick, preocupado. Ruby le sonrió.

-Tengo una idea. –dijo.

-Pues cuenta, Ruby. –la animó John, inclinándose hacia delante para escuchar mejor. Angie y Charles hicieron otro tanto.

Ruby les sonrió pícaramente.

-Muchachos...creo que es momento de irnos de esta pocilga e ir a un lugar mucho mejor en el que creo que nos recibirán, sobre todo ahora. –dijo la chica levantándose.

-Y...¿qué lugar es ese, mi amor? –preguntó Rick.

Los ojos verde mar de Ruby exhibieron un brillo mucho más pícaro.

-Bueno...creo que es hora de visitar otro campamento, en el cual nos recibirán con los brazos abiertos. –se quedó un momento callada, dejando que la intriga jugueteara con sus amigos. –Muchachos, recojan todo. Es tiempo de irnos a la Nueva Roma.