La visita de Poseidón

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Percy llegó corriendo al porche de la Casa Grande, en la cual estaba su padre conversando con Quirón, de espaldas a Percy. Todos los del Campamento miraban de lejos al dios que platicaba con el jefe de actividades del Campamento.

Percy carraspeó. Poseidón se volteó hacia él.

Estaba tal cual como Percy lo recordaba. La barba negra bien recortada, el cabello negro, la piel bronceada, los ojos verde mar que Percy y Ruby habían heredado de él, las sandalias de cuero, la camisa con estampado tropical y las bermudas color caqui. Y la sonrisa de dientes blancos que tanto lo identificaba.

Pero en ese momento no sonreía, o al menos su sonrisa se apagó cuando volteó hacia Percy. Lo miraba severamente, cuando un padre descubre a su hijo insultando a su hermano...justo lo que Percy había hecho hacía rato.

-Percy...que gusto verte, hijo. –dijo en tono serio. Percy no creía que le hiciera gusto verlo.

-Eh...sí. A mí también me alegra verte. –convino el chico, con tono dubitativo.

-¿Podríamos hablar en tu cabaña, Percy? Quisiera, esto...platicar contigo algo. –pidió el dios. Percy parpadeó varias veces.

-Esto...claro, padre. –dijo el chico.

-Perfecto. –dijo Poseidón y, junto con Percy, se encaminaron a la cabaña.

***

Percy cerró la puerta de su cabaña. Su padre miraba todo el lugar con interés.

-Has cuidado bien esta cabaña. –comentó Poseidón, observando la misma fuente que les había regalado a él y a Tyson hacía unos años.

-Sí...esto...gracias. –farfulló Percy.

Poseidón se volteó hacia él.

-¿Te asombra verme aquí? –preguntó el dios. Percy ladeó la cabeza.

-No me lo esperaba. –confesó.

-¿Por qué? ¿Creíste que estaba pasando tiempo con tu hermana? –preguntó Poseidón con tono frío. Percy tragó saliva.

-Yo...sé que me porté muy mal con ella... -empezó. Poseidón lo detuvo.

-Tu hermana, Percy, no lo ha tenido fácil, y lleva más o menos 130 años sufriendo. Y ahora tú...fuiste muy cruel, Percy. Tu hermana está destrozada. –lo reprendió el dios. Percy alzó la vista.

-¿Dónde está? –preguntó, preocupado.

Poseidón suspiró.

-Tu hermana llamó a Hermes, ya que es prácticamente una diosa, por si se te olvida, Percy. –le dijo Poseidón en tono frío. –En fin. Hermes llegó al instante, ya que tiene una buena relación con Ruby, y ella le pidió que la llevara junto con sus otros amigos al Campamento Júpiter.

Percy frunció el ceño.

-¿Y qué va a hacer allá? –preguntó con algo de brusquedad.

-Piensa comprar o alquilar una casa en la Nueva Roma. Fue una pretora y pasó cuatro años allí. Ahora, la relación entre romanos y griegos es mejor, por lo que estoy seguro de que no la rechazarán...no como aquí. –le contó Poseidón. Percy se llevó una mano al alborotado cabello negro.

-Pero...¿por qué no volvió? –cuestionó. Poseidón alzó una ceja.

-Tal vez no quiere que la sigas menospreciando, Percy. –ironizó el dios. Percy bufó.

-Yo...perdí el control, de acuerdo, lo admito. Pero... -y miró a su padre a los ojos –¿Por qué a ella la cuidaste tanto? ¿Por qué a ella sí la ayudaste y a mí me dejaste por mi cuenta?

La Joya del Mar (Percy Jackson Fanfic) Book 1. The Children of PoseidonWhere stories live. Discover now