La chica del callejón

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Primero se había quedado paralizado, y se estaba formando un debate a la velocidad de la luz en su cabeza de si debía salvar el dinero que tenía o debía defenderse de quien amenazaba con matarlo.

Cuando una voz en su cabeza, Percy supuso que era su conciencia, le dijo con voz fuerte: Eres Percy Jackson, condenado hijo de Poseidón, héroe del Olimpo por mil veces. Puedes vencer a esta pringada y seguir teniendo tu dinero.

Percy estuvo completamente de acuerdo.

A la velocidad de un rayo (o de Jason Grace, o lo que sea) Percy sacó a su fiel bolígrafo Contracorriente de su bolsillo, ya que nunca jamás debía separase de él, aunque Percy lo deseara.

Destapó su leal bolígrafo y este, al instante, se convirtió en su larga espada de bronce, con la punta lista para defenderse de la chica que juraba que le quitaría su dinero.

Le dio un codazo en las costillas a la chica, y acto seguido oyó un sonido de huesos rotos. Esperaba no haberle roto las costillas, pero nadie la mandaba a meterse con Percy Jackson, héroe del Olimpo.

Justo cuando se puso en guardia y se separó lo suficiente de la chica, el manto negro que cubría sus ojos desapareció al instante, y pudo ver el frío callejón, el gris cielo que se alzaba sobre él, y a la chica que lo había amenazado.

Se quedó impactado al instante.

La chica tenía un intenso pelo ondulado color chocolate, pero tenía numerosos mechones de cabello turquesa distribuidos por su suave mata de pelo; su piel era morena, pero eso solo pudo advertirlo gracias a su tez, ya que el resto de su cuerpo estaba cubierto por ropa negra: chaqueta de cuero negra, vaqueros, camisa y botas estilo pirata del mismo color. Tenía varios anillos cubriendo sus dedos, y Percy advirtió que el de su mano derecha, en el dedo corazón, tenía un anillo con forma de timón. Le pareció bonito...La muchacha tenía unos turgentes pechos, buenas caderas y unos labios carnosos pero pequeños. Y sus ojos eran verdes mar. Parecía de unos...¿21, 22 años? No lo podía saber con exactitud...

La chica se agarraba con fuerza el costado, gimiendo de dolor. Percy se sintió un poco mal por golpearla tan fuerte.

La muchacha alzó la vista y clavó su mirada furibunda en Percy, pero rápidamente se fijó en la espada de bronce que sostenía el chico, amenazándola con la misma. Luego volvió a dirigirle una mirada impactada, que de inmediato se vio reemplazada por una mirada pícara y maliciosa.

-Bueno, bueno...qué tenemos aquí...un mestizo famoso...Percy Jackson. –admiró la chica, con cierto tono pendenciero. Percy bajó un poco la guardia, al oírla hablar de los mestizos.

Al instante un montón de posibilidades se dispararon en su cabeza. ¿Mantícora disfrazada? ¿Dios convertido en humano? ¿Furia? ¿Parcas? ¿Arais? ¿Empusas? ¡¿Qué diablos era aquella muchacha?!

Estaba a punto de preguntar, cuando todo se aclaró en su cabeza. ¡Por todos los dioses, sesos de alga –escuchó a la voz de Annabeth decir dentro de su mente –es una mestiza, hija de Hécate, por eso controló la Niebla para cegarte!

Con que eso era...

-Aléjate de mí –le dijo Percy, aún molesto porque una hija de Hécate quiso robarle. –No te acercaras si sabes lo que te conviene.

Para su sorpresa, ya que la chica sólo tenía una pequeña daga para defenderse, la muchacha se rió ante la mirada impactada del hijo de Poseidón. Él no se esperaba que la chica prorrumpiera en carcajadas, burlándose de él...

-Nada mal, pringado... –se rió la chica, con un tono pícaro y malicioso en la voz. Acto seguido, la muchacha tocó su anillo de timón de su dedo corazón y, para la estupefacción de Percy, el anillo se convirtió en una espada de doble filo, combinada, por lo que pudo advertir, con bronce celestial y oro imperial. Era incluso más grande que Contracorriente... -pero, yo también tengo mis trucos bajo la manga. –agregó la chica.

Percy empezaba a intimidarse. ¿Desde cuándo las hijas de Hécate eran tan violentas? ¿Por qué esa chica tenía esa tremenda espada? Y, lo más importante ¡¿por qué Hades una hija de Hécate tenía una mejor espada que él, que era uno de los semidioses más poderosos de todos los tiempos?!

No comprendía nada.

Y, para colmo de males, justo cuando ambos semidioses iban a empezar una pelea, un monstruo terrible apareció en el callejón, emergiendo de la nada.

Percy Jackson en ese momento supo que tenía la peor suerte que cualquier semidiós podía tener.

La Joya del Mar (Percy Jackson Fanfic) Book 1. The Children of PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora