"Después de la batalla con Caos una nueva amenaza aparece, la vida tranquila se acaba para nuestras Sailor Scouts y el regreso de unas estrellas fugaces sorprenden a todos. Sin embargo, algo atormenta a Serena Tsukino en sus sueños ¿Qué será? ¿Deseo...
Darién se volteó a ver a aquella misteriosa mujer quien le dirigió la palabra.
-Ha pasado mucho tiempo... -
La expresión del hombre era de asombro, realmente había pasado mucho tiempo desde la última vez que ambos se vieron.
-H-hola, si, esta es una sorpresa sin duda- decía él recogiendo su bolsa de compra un tanto nervioso.
-¿Cómo has estado? ¿Cómo está Serena? - Ella lo siguió fuera del local, moviendo sus caderas.
-Estamos todos de lo más bien, disculpa pero... no recuerdo tu nombre - Darien se veía incómodo.
-Nanami, mi nombre ahora es Nanami Uokawa -
-¿Y qué haces en Tokio, Nanami? - Le preguntó mientras comenzaban a caminar juntos.
-Bueno digamos que al fin logré tener un hermoso sueño y Helios me autorizó para venir a cumplirlo - Ella le guiñó un ojo coqueta.
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-Eso es... Estupendo - Él le sonrió amable.
-Así es, estoy tan emocionada, aunque aún no me acostumbro a las rutinas humanas, sus costumbres y el sabor de su comida. - Hablaba mientras se detenía a la entrada de un edificio moderno tan alto como el de los alrededores. - Bueno, aquí es donde vivo. - señaló el lugar la chica, para luego colocar sus manos cruzadas detrás de su espalda.
-Vives frente a mi departamento - le dijo él, haciendo una vista panorámica de un edificio a otro.
-Así que somos casi vecinos, ¿eh? - Clamó ella con emoción. Ojo de pez había estado viviendo en el mundo de los sueños y después de mucho tiempo, Helios había considerado en dejarla acudir al mundo humano para realizar los nuevos sueños que tenía. También le había concedido el cuerpo femenino que él tanto anhelaba pues así siempre había demostrado ser, fue su primer sueño cumplido; actualmente era la mano derecha del guardián de los sueños, se había ganado con esfuerzo y dedicación su confianza y en conjunto a Ojo de Tigre y Ojo de Halcón, organizaban y mantenían el orden del hermoso lugar de los sueños.
-Así parece, bueno ya debo irme, es muy tarde, fue un gusto volver a verte, Adiós - Darién se despedía de la chica regalándole una encantadora sonrisa y despidiéndose con su mano. Ella se despidió de la misma forma viendo al guapo galán cruzar la calle y alejarse definitivamente de su vista.
⭐🌙
Por otro lado, un tanto alejado del centro de la capital, dos sailor corrían velozmente camuflándose en la oscura neblina de la noche; en sus rostros se veía el cansancio.
-Hoy estás más lenta que de costumbre, amor- decía Sailor Neptuno con una sonrisa sarcástica.
-Debe ser que en las noches, he gastado mis energías en ti. - la miró juguetona. - ¡Corre! ¡Ya casi lo alcanzamos! -
