"Cree en mi" (Pausada Temporalmente)

Capítulo 53: ORIGEN.

Por el pasillo se escucharon varios pasos descalzos pasar velozmente, sin duda alguna eran las chicas quienes se levantaron lo más rápido posible saliendo hacia el umbral de la entrada principal.

-Esa energía es de... - La rubia dejó incompleta la frase por el asombro mirando ansiosa en varias direcciones.

-Si, Mina... Es Serena- Dijo Amy emocionada.

-Yo también la siento, aunque es muy débil. - Clamó Lita.

-¿Dónde está? ¿Dónde está la tonta de Serena? - Rei llegaba un poco después al grupo, levantando la manga de uno de sus brazos. - Ya verá, la reprenderé por haberme preocupado. - Clamó afirmándose del umbral, aún no se recuperaba del todo.

Todas observaban con atención hacia los matorrales, pero por la oscuridad de la noche les costaba mucho distinguir entre las sombras. Yaten y Taiki también se unieron a las chicas saliendo al exterior; en la sala estaban las demás sailor Starlight, expectantes a cualquier anomalía, sobre todo Alice quien sentía el palpitar de su corazón debido a la emoción de ver nuevamente a Seiya.
No esperaron mucho para divisar a la Princesa Kakkyuu y a la Princesa Star acompañar al joven de coleta azabache en su andar.

-¡Serena! - Gritaron las amigas de la chica de recogidos en color dorado, corriendo a su encuentro.

-¿Ella está bien? - Mina la observaba con preocupación, su amiga estaba inconsciente en los brazos del ídolo pop.
Seiya sonrió con orgullo y melancolía a la vez, observando el rostro de su amada. - Sí, solo se quedó dormida por el cansancio. -

⭐🌙

Hace unos días había descubierto un hecho que llamó su atención. Cada cierto tiempo, notaba que una estrella caía en su planeta por las noches y luego de unas horas, esa estrella volvía a tomar rumbo. Ella, era solo una ladrona de aquel pequeño planeta, que dentro de su corazón se encontraba la codicia y la deshonestidad, además de tener una curiosidad inmensa, así que una noche decidió ir hacia aquella zona a esperar a aquella estrella caer, si tenía suerte podría hasta pedir un deseo. Al llegar aquel punto, vio que estaba casi desolado a excepción de un humilde hogar donde vivían una pareja y su pequeño hijo. Cuando llegó el momento, se escondió en las cercanías de unos árboles y vio como una hermosa mujer de cabello platinado, caía desde el cielo con elegancia y un brillo en su cuerpo, se sorprendió al darse cuenta quién era ¿Por qué razón estaba ahí? Ella tenía una misión muy importante que cumplir junto al caldero de las estrellas. Sintió molestia y muchas ganas de encararla, pues ya sabía que el caldero no se debía abandonar jamás, sin embargo, la siguiente escena la dejó intrigada; la Princesa de las Estrellas se acercó a una de las ventanas de la vivienda y observó por largo rato al interior con una cálida sonrisa en su rostro. Así estuvo hasta que se marchó sacando de entre sus ropas un bello cristal con un resplandor tan poderoso que la dejó completamente maravillada.

-"Si tan solo tuviera en mis manos aquella gema... sería invencible." -

No fue la primera vez que la vigiló a la distancia, le causaba curiosidad de que cada cierto tiempo volvía al mismo lugar. Pero una de esas noches, cargaba con espada en mano, pues tenía pensado atacar a la Princesa Star cuando esta estuviera distraída y así obtener el Cristal de las estrellas. Para su mala suerte, esa noche aquella bella mujer no fue al lugar ya conocido sino que el mismísimo Rey de la Tierra la sorprendió merodeando las cercanías de la vivienda. El miedo la invadió al darse cuenta de quién era, ni siquiera se le pasó por la mente hacerle frente a aquel hombre fornido que clavó sin compasión su espada en el abdomen de la mujer, tuvo que hacerlo para mantener su secreto a salvo. El Rey de la Tierra, dio órdenes a sus comandantes con el fin de deshacerse del cuerpo de aquella ladrona, llevándola a otro planeta para que sola pereciera en agonía.