Capítulo 50: NOTICIA.

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Con sus delicadas manos volvió a girar la perilla de la cajita musical, la bailarina danzaba en piruetas seguidas sin parar, estaba deleitada con aquel regalo; Nanami, recostada de lado en su cama, con melancolía observaba a aquella femenina figura que llevaba una sonrisa eterna en el rostro: "Yo también quiero sentir esa felicidad" pensó viéndola danzar una vez más. Era muy tarde por la noche y al asomarse con disimulo por su ventana pudo comprovar la presencia de su amado, al ver apagarse la luz correspondiente a su habitación; haberlo visto en la mañana no fue suficiente para ella... necesitaba tanto de él, de su compañía porque realmente se sentía sola después de haber conocido el amor, el amor que le había hecho sentir Darién.

El sonido de un aparato la sacó de su ensoñación y giró su vista al buró cerca de ella, donde una especie de bello cristal destellante yacía encima. La peli aguamarina lo tocó con la yema de sus dedos y un pequeño holograma se proyectó, en el estaba Helios.

-Ojo de pez, hola. - Saludó cortés .

-Helios, hola ¿Cómo estas? - Le respondió ella con una triste sonrisa.

-Bien... Las cosas aquí han estado bien, solo que... -

Nanami lo observaba muy atenta, con los acontecimientos que habían pasado últimamente debía suponer que el mundo de los sueños podía verse afectado por el poder maligno de Caos.

-He podido sentir el miedo de las personas. - Dijo el albino cerrando sus ojos. - ¿Ha ocurrido algo malo? -

Nanami permaneció en silencio unos segundos, no sabía con exactitud qué explicarle, sólo los sucesos que había visto por televisión.

-Las Sailor Scout han estado luchando nuevamente... -

La mirada de Helios era analítica pues tenía algunas dudas respecto a sucesos extraños entorno a él, relacionados específicamente con la pequeña dama. La había visto aparecer en fracciones de segundos en más de una oportunidad, con su bello vestido blanco correspondiente al reino de la Luna y su semblante entristecido; "ayuda" es lo que lograba escuchar salir de los labios de la pequeña futura heredera de Tokio de Cristal.

-Entiendo... Te pido por favor que no te involucres, tu cuerpo ahora es el de cualquier mortal. -

-Lo sé... - Ella apartó su vista cristalina del holograma y miró hacia el departamento del Príncipe de la Tierra.

-Ojo de pez ¿Todo esta bien? - Volvió a preguntar el joven de cabello blanco al percatarse del semblante de la chica. - Puedes regresar cuando quieras, lo sabes... -

-Si, no te preocupes. - Le contestó enfocándose en el guardián. - Hablamos luego. Adiós. -

-Adiós. -

La figura de Helios desapareció y el cristal dejó de brillar. Nanami se recostó mirando al techo, pensando en querer aclarar todos los sentimientos dentro de su ser y para eso necesitaba hablar con Darién lo antes posible, pues también quería estar segura de lo que él sentía hacia ella. Unos golpes en la puerta principal llamaron su atención sobre todo por el horario.
Al observar por la mirilla y al abrir la puerta su sorpresa fue mayor al encontrarse frente a frente con el Príncipe de la Tierra. Su rostro demacrado demostraba lo mal que la estaba pasando.

-¿Darién? ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo? - Preguntó la mujer con preocupación.

-Nanami lamento la hora... ¿Puedo pasar? -

-Si, claro. - Ojo de Pez, le permitió el ingreso a su departamento. - ¿Quieres un té? - El hombre asintió y caminó para sentarse en el sofá de la sala principal. Nanami sirvió dos tazas de un rico té caliente saborizado que tenía en ese momento. - Toma... - Clamó pasándole una de las tazas y acomodándose a su lado, notando una cinta adhesiva en unos de sus dedos.

"Cree en mi" (Pausada Temporalmente) Where stories live. Discover now