Capítulo 12: DEPARTAMENTO.

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-¿Y el enemigo a dónde se fue? - Observaba Mina al cielo, viendo el último rastro de esa estrella fugaz. 

-A Kinmoku - Le respondió Star Fighter, dejándola a un lado para ir donde la princesa de la Luna. - ¿Sailor Moon te encuentras bien? - Le preguntó viendo a la guerrera acercarse con algunas heridas en brazos, piernas y rostro. 

-Estoy bien, pero… - Serena observó la lesión de Fighter y sus ojos se llenaron de lágrimas. - Tú no lo estás, lo siento mucho - Ahora lloraba, se sentía tan culpable, si tan solo le hubiera hecho caso. 

-Tranquila, la verdad es que no duele tanto - le habló en tono dulce Fighter. - Lo importante es que tú estés bien. - Esto último hizo que la chica de la Luna se sonrojara, mientras que con los dedos de su mano apartaba el rastro de lágrimas de sus ojos.

-¿En realidad no te duelen Fighter? - Mina se había acercado a ellos, presionando la herida del hombro de la Starlight con su dedo índice. 

-¡Ay! ¡¡No hagas eso!! - Le reclamó de manera divertida Sailor Star Fighter con una lágrima en su ojo, agarrando su hombro con la mano libre. 

-¡Vale, lo siento mucho! Solo quería saber qué tan grave era.- Decía Sailor Venus, levantando las palmas de sus manos en señal de disculpa con una gota de sudor en su cabeza. 

-Debemos irnos para curar tus heridas - Propuso Sailor Moon. 

-Estamos cerca de mi apartamento, llegaremos pronto si conduzco- Propuso la guerrera de Kinmoku.

Ambas chicas se miraron, no era buena idea que él manejara por el momento, pero no tenían otra opción. Deshicieron sus transformaciones y los tres se subieron al lujoso auto rojo maltrecho por el ataque enemigo.

De manera muy nerviosa, Serena quien iba de copiloto, le ayudaba a ratos a controlar el manubrio; si bien Seiya iba a una velocidad prudente le divertía mucho la escena. 

-¡Chicos, por favor, quiero llegar viva al departamento! - Reclamó Mina desde los asientos traseros mientras se tapaba los ojos asustada. 

-Jajaja bombón eres pésima manejando un auto - Se reía Seiya a pesar del dolor de su hombro. - ¡Auch! - 

-¡Eso es porque nunca he manejado uno! ¡Cuidado! - Lograron aparcar el auto subiendo una de sus ruedas a la cuneta. El vehículo hizo un sonido extraño al detener su marcha.

-Al fin…- dijeron ambas chicas al mismo tiempo dejándose caer de alivio en sus asientos

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-Al fin…- dijeron ambas chicas al mismo tiempo dejándose caer de alivio en sus asientos. 

Subieron hasta el piso indicado por el joven de coleta e ingresaron tímidamente. 

-¡Wow! Tu departamento es muy bonito - dijeron alucinadas ambas chicas rubias, viendo cada detalle de la sala. A Seiya le apareció una gran gota de sudor en su cabeza. 

-Ustedes nunca cambian - rió. Se dirigió a su habitación necesitaba ropa nueva. 

-¿Seiya dónde tienes los medicamentos? - Preguntó Serena antes de perderlo de vista. 

-¡En el botiquín del baño! - Alcanzó a decirles él.

Mina y Serena se dirigieron al tocador y abrieron un mueble blanco encontrando una cajita donde había vendaje, alcohol de curación y otras cosas necesarias para una ocasión así.

-¡Mira Serena! - Mina apuntaba a la ducha; era preciosa con unos claros azulejos y modernas terminaciones. - He imaginar que aquí se bañaba Yaten- dijo teatralmente aferrando sus manos a su pecho con ojos en forma de corazón. Su amiga la miró con ojos entrecerrados y una gota de sudor apareció en su cabeza. 

-Si, lo que digas, le llevaré esto a Seiya por mientras - La princesa de la Luna se dirigió a la habitación del joven de coleta azabache. Tocó antes de entrar y empujó la puerta que estaba entreabierta. 

-Permiso - dijo ella tímidamente observando a su amigo con el torso desnudo... Era tan tonificado.

-Pasa - él dirigió su mirada a la entrada del cuarto y sus mejillas se sonrojaron. Serena al verlo sentado en la cama con un gesto de dolor se preocupó, pero no pudo evitar ojear alrededor y entonces recordó dónde había visto esa habitación antes. Esa cama, las persianas semi cerradas, los muebles… Todo lo vio en su sueño; se llevó una mano a la boca. Sentía su rostro encenderse a más no poder. 

-¿Ocurre algo bombón? - El chico se puso de pie al verla actuar extraño. 

-N-no es nada - Respondió titubeante mirando al suelo. 

Hubo un silencio incómodo entre ambos cuando sus cuerpos lograron estar más de cerca; Serena sentía el palpitar de su corazón, escuchaba la respiración de él, su aroma era tan embriagador. Él tomó delicadamente su mentón y lo levantó para que sus ojos se encontraran, ese tacto hizo que una suave corriente recorriera su espalda. 

-No me mientas - dijo en tono suave

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-No me mientas - dijo en tono suave. 

Se observaron unos segundos los dos perdidos en sus miradas de ensueños. 

-¡Miren encontré más vendas! - Mina abrió de golpe la puerta de la habitación haciendo que ambos jóvenes se sobresaltaran, separándose lo suficiente para que la efusiva chica del amor no lo notara. 

-Muchas… Gracias - Agregó él. 

Serena y Mina, limpiaron, curaron y cubrieron la herida de Seiya con mucho cuidado. 

-Bueno, será mejor irnos para dejarte descanzar. -Habló Serena después de terminar de ordenar y ver a Seiya recostarse. 

-¿Seiya? - Preguntó Mina una vez que su amiga dejó la habitación, haciendo que él levantara su vista. -Realmente la haces muy feliz - Y le guiñó un ojo, haciendo que las mejillas del joven se encendieran de un color carmesí y se marchó junto a su princesa. 

⭐🌙

Después de un rato caminando, Serena pudo contarle a su amiga sobre la razón de la visita de Seiya al planeta tierra y la misión que debía cumplir, todo lo que estaba pasando en el planeta Kinmoku y el por qué no vinieron Taiki y Yaten. 

-Eso es… lamentable - Dijo Mina con un deje de tristeza en su voz, podía imaginar lo mal que la estaban pasando en estos momentos. - Serena yo quería preguntarte… - Decía tímidamente refregando sus manos. Serena se volteó a verla. - ¿Qué es lo que sientes por… Seiya? - Lo nombró casi en un susurro como si tratase de que nadie la oyera. 

¿Qué era lo que sentía realmente por él? Ni ella misma estaba segura de qué responder; sabía que su deber era formar Tokio de Cristal junto a Darién, pero las cosas entre ellos no habían estado muy bien que digamos, su novio se había alejado tanto de su corazón. Muchas veces había tratado de llevar su relación un paso más allá buscando la chispa de esa pasión que le faltaba pero la formalidad de Darién siempre la detenía, él ante todo la respetaba. 

-¿Pero por qué preguntas eso Mina? Sólo somos buenos amigos - le sonreía nerviosa con una mano detrás de su cabeza... No quería confundirla.

-Los vi, Serena… - Espetó la rubia. - Los vi a los dos en la habitación, él te iba besar. - 

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Hola, les dejo este capítulo hasta acá. Gracias por leer, compartir, comentar y votar 🥰

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