Esmeralda Ensangrentada

Nuevos terrenos

Traigo ante ustedes lo que probablemente sea el inicio del fin o el climax, preguntarán lo se pero dejen sus preguntas que contestaré si no tiene spoiler, debo agregar que gracias a mis musas y beta por su apoyo y ustedes por su paciencia! Disfruten.
PD. Sabían que Will es de Luisana ? Deben saber que por allá la carne de cocodrilo el popular por los pantanos así que también las ranas. 😉
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Las murallas de piedra, las ventanas, las mesas y el posterior barullo de los carruajes que traían a los alumnos de nuevo dentro de los límites de las barreras del castillo.
Dolores Jane Umbridge estaba ya sentada en la mesa alta, observando con algo de despreció a los niños que llegaban, todos ruidosos, sus voces chillonas, sin modales.
O eso veía ella.
Cornelius Fudge le había mandado a dar clases a estás…bestias hormonales que habitaban el castillo, noto también que había una cantidad considerable de donceles ese año.
Se estremeció al pensar y recordar a su hermano que se había casado con un hombre y había dado a luz hace ya unas décadas atrás.
Envidia de la belleza que había cautivado a un rico francés dejándola atrás.
Sacudió sus pensamientos mirando con desagrado al Doncel que era abrazado por supuso su novio.
Pensó en las normas que podría implementar para no ver tal asqueroso comportamiento.
- Dolores. -. La mujer giro para ver a Dumbledore que parecía cansado.
McGonagall no dijo nada, ni Horace.
- ¿Si Albus? -. Su voz aguda parecía ser atractiva para ella, pero altamente molesta para las demás personas.
No que ella le importará.
- Debe saber que cualquier tipo de...problema de su parte debe ser reportado a Cornelius. -. Dumbledore parecía muy cansado. - Así que le ruego si tiene dudas o problemas en la enseñanza se acerque a sus colegas.
Umbridge simplemente sonrió y asintió, pero por dentro sulfuraba por retirar al anciano mago, era obvio que quien debía corregir su comportamiento y manejo de esta escuela era el no ella.
Ella era perfecta para guiar los deseos de Cornelius.
Minerva McGonagall se fue para ir por los primeros años; su mirada le dio a Dolores la advertencia velada cuando volvió a ver a un Doncel.
Cuidado.
Desestimó esto al recordar al patético hermano que le dejo de lado por según él, sus celos, no necesito caridad ni lastima nunca de su seductor hermano que se casó por interés.
Nunca fue ni sería igual.
Sus ojos saltones se dirigieron directamente a la entrada del gran comedor, las niñas lindas y donceles que hablaban la amargaron más.
Dumbledore suspiro al saber sus pensamientos superficiales, luego dirigió sus ojos a dónde una carta del ministerio le decía de las nuevas políticas del material docente como los nuevos.
Porque a pesar de todo lo que creía Umbridge ella no era más que un peso que Cornelius se quitaba de encima, porque ella no fue más que una oportunidad para llenar una plaza temida y, sobre todo…
No era la única en incluirse en la planta de profesores.
Sus manos temblaron un poco al ver los nombres presintiendo los problemas a gran escala que venían.
***
Los carruajes terminaron de traer a los alumnos, uno a uno los nuevos eran seleccionados, el sombrero al terminar con el último de primer año iba a ser devuelto a su lugar cuando carraspeó.
- ¿Si, señor sombrero? -. Minerva se quedó quieta.
- Mi estimada subdirectora, me temo que faltan alumnos a clasificar. -. Dijo con claridad, McGonagall alzó la ceja, pero no parecía más que contrariada.
El pergamino que sostenía brillo y cuatro nombres más aparecieron.
- Esto....
- ¡Adelante! ¡Pasen y sean clasificados! -. La puerta lateral se abrió.
Guiados por Percy Weasley, la sorpresa de Dolores y Dumbledore se asomó por sus rostros, confundidos por los nuevos visitantes el silencio se apoderó del lugar, Percy miró a Dumbledore con frialdad, Umbridge se ganó una de burla, con respeto se separó de la familia, saco un pergamino con el sello del ministerio y hablo:
- ¡Por orden de la confederación internacional de magos y brujas se implementa de manera obligatoria un nuevo plan de estudios en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, en vista de la decadencia en su sistema educativo, se ha implementado de manera obligatoria cursos que ayuden a la ocultación de nuestros ciudadanos, entre los cursos nuevos serán incluidos: Rituales de sangre y runas, Manejo de leyes, salud mental y mágica, Lazos y criaturas, Maldiciones familiares y leyes de los países mágicos como Muggle, así como Costumbres y rituales mágicos y Muggle! -. Proclamó. - ¡Estos cambios han sido aceptados por los padres o tutores, así mismo por el ministro y la junta escolar seguirá sin cambios y los nuevos docentes escogidos serán integrados a la plantilla escolar! -. Cerró el pergamino. - Por favor presentarse.
Llego una familia que McGonagall conocía y no había visto los últimos años.
- ¡Dr. Lecter! -. El gran comedor se llenó de murmullos ante la sorpresa de su profesora de transformación.
Umbridge noto al atractivo hombre de porte elegante, túnica de color bronce con un traje bajo ella, a su lado un hombre (doncel noto con desagrado, con un anillo a juego del varón) de cabellos negros rizados y ojos azules, obviamente en cinta de varios meses ya, tras ellos dos jovencitas, una castaña y una pelirroja y un par de jóvenes, una niña castaña de ojos chocolate y un pelinegro de ojos verdes.
Belleza, nobleza y porte que gritaba dinero y estatus.
Una familia noble.
- Buenas noches a todos. -. El acento del hombre era algo marcado pero atractivo, varias alumnas miraron al galante varón que estaba casado, como si el embarazo del Doncel fuera fácil de pasar por alto. - Soy el Conde y Dr. Hannibal Lecter. -. Nadie fuera de la educación mestiza y Muggle comprendía ese término. - Seré el nuevo Psiquiatra a cargo de la salud mental de los alumnos y profesores, así mismo seré apoyo a Madame Pomfrey en el ala médica e impartiré también un curso para alumnos de medi-magia en salud mental. -. Una reverencia ligera. - Mi esposo Will Graham de Lecter. -. Presentó al Doncel que sonrió dulce.
- Buenas noches. -. La voz del Doncel tranquila y suave, la curvatura de su vientre le daba luz y dulzura. - Estaré a cargo de impartir un curso a los alumnos que van a carreras que tenga que ver con justicia y crimen, soy profesor en ciencias del comportamiento, Ilvermorny nos ha preparado a mi esposo y a mí para impartir las clases respecto a estas ramas, así mismo nuestras hijas Abigail y Clarice se encargarán de ser asistentes en la ahora obligatoria materia de costumbres mágicas y mundo Muggle.
Ambas chicas se presentaron, una obviamente mágica la otra una chica bastante bonita con una pañoleta que cubría su cuello.
- Nuestros hijos más jóvenes serán seleccionados al igual que los otros profesores de rituales y costumbres mágicas. -. De tras de ellos llegaron los Malfoy que con porte similar llegaron.
Aristocracia en su máxima expresión.
***
Harry noto como todos observaban que él era llamado.
¡Lecter Potter, Harry!
Con gracia se sentó en taburete, el sombrero cayó en su cabeza.
¡Slytherin!
Los aplausos llegaron la túnica negra se le agrego un toque verde y la corbata se volvió esmeralda y plata.
Cómo su mamá.
Cómo su padrino Severus.
Cómo su prometido.
Will le sonrió desde su asiento en la mesa alta que se agrando para acomodar a los nuevos maestros, Narcissa sonreía a Draco y Hermione.
Harry fue a sentarse sin mostrar que estuviera atemorizado o fuera vulnerable.
Por qué nunca sería una presa.
Noto la excesiva atención de la mujer vestida de rosa (de muy mal gusto) a su padre y papá, los cuales lo notaron, pero dejaron que ella mirara sin importancia.
Más el velado odio y envidia empañaba sus ojos.
Hermione se unió y Draco más tarde a la mesa, Theo, Pansy y Blaise ya estaba allí, sentados con la mirada llena de seriedad.
Más nunca dejaron que la máscara cayera.
Sus ojos fueron dónde Dumbledore se sentaba.
Y un destello que prometía una retribución se deslizó por sus ojos verdes.
***
El banquete de bienvenida se alargó mientras se dejaba a Percy Weasley hablar para organizar los próximos cambios en la plantilla.
Ron Weasley trato de hablar con su hermano al igual que la menor de los Weasley, pero él lo ignoro y se fue.
***
Will suspiro al ver la comida, lejos de ser atractiva le daba una sensación de inconformidad.
Hannibal apretó su mano suavemente besando sus nudillos.
- No te preocupes, amor, cocinaré para ustedes.
Will asintió mirando a su hijo que le dio la señal de ver a la enorme mancha rosa de la mesa.
- Tal vez carne de anfibio.
Hannibal rio un poco.
- Hay una receta de tu tierra natal que quiero probar querido.
- Lo espero con ansias.
La noche siguió sin que nadie notará la oscuridad en ellos.