Amar Sin Límites Hasta El Final Libro 6

CAPITULO 31 "EXPLÍCITA"

En la mañana ella abrió los ojos antes que el; la abrazaba fuerte rodeando su cintura, eso la reconfortaba; sintió como se empezaba a mover en señal de que despertaba, ella se pego a su cuerpo; sabía lo provocaría de inmediato.

"Tienes mucho despierta?" La apretó con más fuerza y mordio su hombro desnudo.

"No, un par de minutos; descansaste?" Sintió su erección apretar sus muslos; era muy grata esa sensación.

"Si, y tú?" En ese momento la sentía segura junto a el, nadamas a su alrededor importaba.

"Si, mucho" durmió a gusto, sin pesadillas y sintiendose protegida.

"Quieres levantarte?" Comenzó a acariciar sus pechos, sabía ella le correspondería.

"Mmm, creo que aún es temprano" si queria ir a ver a sus hijos, pero primero deseaba pasar un rato intimo con su esposo; se giro para besarlo; el sonrió, parecía todo en su matrimonio podía volver a ser lo de antes.

Se besaron y entregaron uno al otro; su amor era grande, más allá de todo a su alrededor y sin importar lo que ocurriera ese año; de nuevo estaban ahí, fundiéndose en uno solo y lo disfrutaba mucho.

"Que quieres hacer hoy?" Sabía estaría abrumada con la familia tan grande, y aunque sus cuñadas y sobrinos querían verla, prefería esperar unos días, además pronto sería su cumpleaños.

"No se; que hacemos normalmente" quería integrarse a su vida poco a poco.

"Depende" comenzó a besar su cuello de nuevo.

"De que?" Se rió ante el cosquilleo que le provocaba.

"De si me dejaras mentirte para quedarnos aquí" la vio a los ojos y le sonrió, ella recordó más cosas e hizo una mueca inmediatamente, eran buenos recuerdos, pero pasaban tan rápido que la aturdian.

"Estás bien?" Sabía que su memoria volvería de a poco, quería que fuera sin provocarle algún malestar pero eso era imposible.

"Si, estoy bien; podemos quedarnos aquí otro rato mientras me cuentas sobre nuestro matrimonio" comenzó a jugar con sus dedos en su pecho y abdomen desnudo; el sonrió, le contó sobre su boda, cuando supieron esperaban a los gemelos, del malentendido con Jade, aunque no quería debía saber que solo era esa; después de su accidente, no quería pero ella debía entender el porque sus recuerdos eran tan extraños y confusos.

"Tu pudiste estar sin mi dos años, sacaste adelante a los niños y no solo eso, si no le diste fuerza a la familia; yo, se que me regañaras cuando recuerdes todo, pero no pude, me derrumbe y nuestros hijos pagaron mi debilidad" encajo la nariz en su cabello como muchas veces antes; se sentía mal de como se porto, pero solo fue el reflejo de la falta que ella le hizo.

"Bueno, no creo tener motivos para regañarte, debió ser difícil para ti y ademas, lo más importante es que ahora nuestra familia está completa y feliz" le dio un beso tierno, le provocó mucha ternura su semblante y entendía su comportamiento, ella había desaparecido, la habían secuestrado y era mayor su incertidumbre; después el que solo apareciera Rafael debía ser mayor tortura.

"Ves como eres la mujer perfecta" pellizcó su nariz, ahí a su lado tenía a la misma mujer de la que se enamoró años atrás, su sonrisa lo encantaba.

"Eso lo dudo, pero lo que si se es que tuve que hacer algo muy bueno para tener un esposo tan guapo, cariñoso y atento" seguía jugando con los dedos en su pecho, al escucharla decir eso el se rió y la apretó más a el.

"Si, hiciste algo muy bueno, abrirme tu corazón y hacerme feliz; estos años contigo han sido maravillosos, hemos tenido dificultades como cualquier matrimonio pero eso a fortalecido nuestra relación; tenemos hijos felices y se que esté pequeñito también lo sera" quería que ese embarazo esta ocasión si fuera tranquilo para ella, se esforzaria en hacerlo.