Amar Sin Límites Hasta El Final Libro 6

CAPITULO 9 "TIROTEO"

Unos días después una mañana Alejandra al despertar, como siempre busco la cercanía de su esposo; el la sintió moverse y la atrajo más a el; se conocían a la perfección.

"Buenos días amor" el le hablo al oído y la rodeó con sus brazos, estaba feliz de despertar con ella.

"Hola" hablo adormilada y se estrujó con su cuerpo, era feliz de despertar así.

"Duerme otro poco, te vez cansada" habían hecho el amor casi toda la noche, y quería siguieran más tarde en cuanto los niños se fueran a la escuela.

"No puedo, tengo que ir al juzgado" aún no habría los ojos pero sabía que no le había gustado eso, lo sintió apretarla más.

"Linda, no vayas, envía a alguien y quédate conmigo" su tono la divirtió, ahora era el quien parecía hacer un berrinche.

"Es tentadora la propuesta pero debo ir, es un caso de racismo y es un favor para Rachel, necesita que el juicio se gane" ya estaba más despierta por las caricias de su esposo, amaba su apetito sexual, la hacía sentirse deseada por el.

"Eduardo estará ahí?" Sus celos salieron a flote, sabía que era cabeza de su equipo junto con Rachel, estaban juntos casi para todo.

"Si amor, el estará ahí, pero ya te dije que solo somos compañeros de trabajo, no hay nada más, ni siquiera amistad" entendía la molestia de su esposo, pero era cierto, ella si bien llegaba a convivir por el, su trato era exclusivamente profesional, no quería ningun trato extra con el.

"Tú piensas eso; el no!" Fue serio, no le gustaba que estuviera cerca de su esposa.

"Amor, sabes que soy solo tuya, no debes preocuparte por nada" se giro para besarlo, sentía su erección contra los muslos y eso la hacía muy feliz.

"Toda mia?" Comenzó a acariciar su cuerpo mientras ella asentia, de pronto al acariciar su vientre ella negó.

"Eso no es solo tuyo, debes compartirlo" se rió por la cara que puso su esposo; "con nuestros hijos cielo!" Su risa traviesa de nuevo hizo que la apretara contra ella.

"Pero esto si es solo mío" metió la mano entre sus piernas y comenzó a acariciar su clítoris suavemente, la sintió retorcerse y sonrió.

"Solo tuyo amor" pensó bromear con que sus hijos salían por ahí, pero ya estaba muy excitada.

El beso su cuello y pechos mientras sus dedos jugaban entre las piernas de su esposa, ella se retorcía con la sensación de placer; el solo sentir las caricias de su esposo y su aliento tibio entre su cuello y pecho la ponían al límite de su excitación.

Cuando intento apretar las piernas por el orgasmo que se avecinaba, el se puso sobre ella y viéndola a los ojos quitó la mano y la rozo con el pene; después de escucharla jadear por la sensación se introdujo en ella y entrelazó sus manos; su placer también era suyo y buscaría llevarla al tope.

La beso mientras ambos gemían; eran uno solo en ese momento,sus años juntos habían estado llenos de altibajos pero también de mucha felicidad, la vida le dio la oportunidad de volver a ella y haría todo para poder hacerla feliz en todo momento.

Cuando la escucho gemir más fuerte por el orgasmo que se avecinaba el aumento la intensidad para culminar juntos; la beso ahogando los altos gemidos que ambos no podían contener, eso era lo mejor de cuando hacían el amor, el saber que mutuamente se provocaban un enorme placer.

"Quieres venir conmigo a la corte?" aún se recomponia del intenso orgasmo que había tenido, pero sabía no quería a el le quedarán dudas de su amor por el.

"No linda, entiendo que es algo que tienes que hacer, es solo que precisamente hoy preferiría nos quedaremos aquí, no quiero que salgas" algo le decía que permaneciera junto a ella, pero pensó eran sus celos.